¿Supervivientes? (Zombie) [Completa]

capítulo 29

Zack palpó el trozo de cristal con fuerza y se lo incrustó en el cuello al infectado, haciéndole caer al instante muerto, acto seguido miró de reojo a Pit provocando cierta inseguridad en el pequeño ya que no sabía como iba a reaccionar. Sin embargo Zack no dudo un instante en correr hacia él y abrazarlo lo más fuerte que pudo.

-Estás aquí...- repetía Zack en voz baja sin dejar de abrazarle.

-¡Si! Ya puedes soltarme, no voy a irme- dijo Pit sonriendo.

-Te he buscado por todas partes- continuó Zack acariciando su cara.

Se separó unos centímetros de él para observarle detenidamente, acariciando su pequeña cara, asegurándose de que estuviera bien. Por fin había encontrado a su pequeño compañero.

-No me alejare jamás de tú lado-le aseguró Pit.

-¿Qué te has hecho?- preguntó Zack al ver su pelo.

-Un cambio- respondió el pequeño a la par que acarició la barba de Zack- no te vendría mal uno.

-¿Y tú ropa? Debes estar congelado.

Preguntó de nuevo mientras se quitaba su camisa para dársela a Pit, aunque esta le quedaba casi como un vestido.

-La usé para cubrirme los pies- explicó Pit mostrando las heridas que cubría.

-Lo siento...lo siento mucho-le susurró Zack abrazándolo de nuevo.

Revisó con cuidado cada herida y cada golpe que tenía, no podía creerlo. Tan pequeño y sólo, había conseguido encontrarle antes que él y no pudo evitar emocionarse al volver a tenerlo junto a él.

-¿Estás llorando?- preguntó el pequeño sorprendido.

-¿Qué?- disimulo Zack limpiándose la cara mientras miraba al infectado.

Se había quedado sin comida ya que aquel hombre había caído sobre los peces y Pit pisoteo el suyo huyendo, su cara dejaba claro que no iba a comerse algo que había estado en contando con ese hombre enfermo.

-¿Qué le pasaba?- preguntó Pit refiriéndose al infectado.

-No lo sé Pit, pero no quiero quedarme a averiguarlo.

Zack borró algún signo de que alguien hubiese estado allí y cogió a Pit en su espalda para que descansarán sus pies.

-Yo te cubro la espalda- dijo confiado Pit con su tirachinas.

-¿Y eso?- preguntó Zack abriéndose camino por las hojas.

-Mi arma.

-Ahora si que me siento seguro - bromeó Zack.

-Oye lo siento mucho...lo perdí- susurró Pit dejando caer su cara sobre la espalda de Zack.

-¿Perder el que?

-¿El cuaderno... me caí en el río y cuando me di cuenta lo había perdido, el cuaderno de Juddy.

Zack paró de caminar, cosa que Pit tomó como un enfado y adelantándose, se aferró su cuello y volvió a pedir perdón.

-Tranquilo enano, eso está en mi cabeza.

Continuó apartando hojas mientras caminaba, faltaron dos pasos para que sus pies frenaran en seco. Oyeron un gran estruendo que les hizo parar, seguido de una columna de humo.

-¿Qué ha sido eso?- preguntó Pit intrigado.

-Puede que un coche estrellado.

-¡Tenemos que ir! Osea...Los podridos no conducen.