Capítulo 2

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Sue salió por la puerta de atrás, si la veían seguramente la invitarían a ir a algún sitio a hacerle numerosas pruebas y no le apetecía.

Cargaba una mochila con algunas cosas básicas ya que no sabía cuándo iba a volver. Iba en busca de Mel, quien en ese instante estaba sola porque sus padres habían acudido a una reunión por parte del grupo de militares que cubrían su zona.

Al salir podía notar un extraño vacío en las calles salvo en el centro de la ciudad, desde su casa que estaba situada en el punto más alto se podía ver numerosas aglomeraciones y bengalas de los manifestantes.

Continuó su camino evitando las patrullas hasta llegar a casa de su amiga, quien dedujo que no abriría la puerta y decidió entrar por la ventana del salón.

-¡Mel soy yo, Sue! - gritó.

Y al momento unas ajetreadas pisadas se oían en la planta de arriba bajar, era Mel que corrió a abrazar a Sue. Cuando se separaron, la alegría de Sue se apagó al ver la cara de su amiga, estaba asustadisíma con los ojos rojos de llorar.

-¿Qué te pasa? - Preguntó Sue con el ceño fruncido.

-¡¿No lo has visto?! - Respondió exaltada.

-¿Ver qué? - Continuó preguntando Sue.

-¡La tele!

-No funciona la señal desde hace unos días - le respondió Sue.

-Volvíamos del viaje y por la ciudad sólo había gente por el suelo. ¡¡La policía les estaba disparando!! Y... Y... Y sólo nos dejaron pasar a nosotros por vivir aquí escoltados por militares mientras el resto intentaba salir de allí - intentaba explicar Mel.

-Sé que hay un virus contagioso y que por eso limitaban la ciudad, pero esto no tiene sentido - dijo Sue.

-¿Qué hace este perro aquí? - Preguntó Mel al percatarse de su presencia.

-Es Cap, vine porque estaban inspeccionando mi calle, siguiendo el protocolo de emergencia y no es seguro quedarnos aquí, ya sabes lo que te conté al respecto - le explicó Sue.

-Dios Sue, siento mucho lo de tu padre, por un momento se me había olvidado - dijo Mel abrazándola.

Continuaron hablando hasta que unos tiros retumbaron por las calles, al instante ambas chicas se pusieron rígidas, no podía ser nada bueno ya que después de unos gritos alarmantes continuaron las balas.

-¡Vámonos de aquí! - Dijo Sue cogiendo su mochila.

-Pero, ¿y mis padres? - Continuó Mel ajustándose los zapatos.

-Luego volveremos - dijo Sue saliendo por la misma ventana por la que entró.

Ambas corrían de la mano cuando se toparon con su vecino Mike tumbado en el suelo desangrándose, Mel se llevó las manos a la boca al contemplar la escena, bastó para que aceleraran el paso escondiéndose de las patrullas que corrían descontrolamente por las casas. Poco después se cruzaron con un hombre que no reconocían, parecía borracho ya que andaba con pasos torpes hacia los lados. Cuando se giró, dejó ver varias marcas de balas rodeadas de sangre pero él seguía en pie.

Extrañadas por lo que veían retrocedieron lentamente ya que aquel hombre se acercaba a ellas hasta que empezó a recibir más balas de dos policías que aparecieron por la otra calle, una de ellas se incrustó en su cabeza haciéndole caer.

-¡Vosotras, venid aquí! - Gritó uno de los policías.

Las chicas respondieron huyendo de lo que acababan de ver, la misma escena se repetía a lo lejos y decidieron ir al bosque que les rodeaba para estar a salvo que siempre solía estar vacío. Llegaron a la valla que les separaba de los primeros árboles cuando un chaval se unió a ellas.

-¡Vamos! - Gritó agitado mientras cortaba la valla.

La idea de Mel era saltarla pero se quedaron contemplando a aquel chico, estaba asustado y nervioso, no paraba de sudar, había estado corriendo no hace mucho o más bien huyendo.

Cuando poco faltaba para cortar la valla, Mike se aproximó a ellos, era imposible... Estaba desangrado. ¡Le habían visto hace tan sólo un rato en la calle tirado! Cap no paraba de ladrarle mientra se alejaba.

Ambas pasaron la valla cuando Mike agarró al chaval del hombro haciéndole caer, él luchaba por liberarse a lo que Mel se acercó a ayudarle cuando Mike empezó a morder la cara del chaval y Sue la paró en seco tirando hacia ella.

Huyeron casi tropezando de lo rápido que querían salir de allí y se adentraron en el bosque, la noche caía oscureciendo el entorno y decidieron ir al robusto árbol al que Sue solía ir a pensar. Primero subieron al cachorro y luego treparon las chicas, quienes temblaban.

Mel miró a Sue esperando una explicación de lo que había pasado pero ésta se limitó a vomitar al recordar la cara de ese chico desprendiéndose a tiras.

-¡¿QUÉ COÑO ESTA PASANDO?! - Preguntó en voz alta Sue limpiándose la boca.

-No... No lo sé. ¡Estaba muerto y ahora vivo! - Respondió Mel llevándose las manos a la cabeza.

Intentaban sacar una conclusión razonable de lo que habían visto pero nada tenía sentido, estaban cansadas de correr y la noche había caído por completo. Mel cayó dormida pensando "¿Dónde estarán mis padres?", aquella era la pregunta que más le preocupaba. A diferencia de Sue, conocía cosas de los militares que el resto ignoraba y su comportamiento no tenía sentido, nunca antes había sabido de algo similar. ¿Se estaba comiendo su cara? Pero si estaba muerto... ¿Y aquel otro hombre que abatió la policía aún habiendo recibido más tiros anteriormente? Parecen inmortales, tal vez drogados pero ninguna droga lleva a comerte la cara de otra persona y menos a resucitar.

Las preguntas se iban acumulando dándole un fuerte dolor de cabeza hasta que el sueño le venció.

¿Supervivientes? (Zombie) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora