capítulo 30

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Sostenía la linterna con fuerza evitando que le temblasen las manos, ya no había luz y sabía que algo le estaba observando. Con cuidado, quitó el brazo de Zack de su pecho y se levantó sin hacer ningún ruido, mientras se alejaba mirando al techo pensativo.

Por una parte tenía miedo, aquella imagen del ojo se repetía en su cabeza constantemente pero por otra, se prometió a si mismo ser más fuerte y maduro. Después de unos minutos pausado decidió coger la linterna de Mel y subir aquellas estrechas escaleras, mientras subía contaba los escalones, sabía que uno de ellos crujía por la descuidada madera y no quería despertar a nadie. Cuando consiguió subir a la planta de arriba, observó cada detalle con la linterna hasta topar con una puerta que no podía abrir, intrigado se tumbó en el suelo y apuntó con la linterna a la puerta para intentar ver algo, a través del fino hueco entre el suelo y la puerta.

Nervioso, se acercaba más a la puerta y nada podía ver, sólo escuchar pequeños golpes al otro lado. Estaba tan asustado como intrigado, su mente solo podía centrarse en averiguar que abría tras esa puerta obviando todo lo que se desarrollaba a su alrededor, concretamente una oscura sombra que se acercaba a él con la mano extendida.

Cuando la mano agarró el hombro del joven, éste no pudo evitar gritar a pleno pulmón mientras golpeaba aquella mano con la linterna en un acto reflejo. Sin embargo, la mano de Zack tapó su boca antes de que aquel breve grito consiguiera despertar a alguien.

-¿Qué haces aquí, explorador?- preguntó  Zack mientras le acariciaba el corto cabello para tranquilizarle.

-Yo... e estaba, es que.. y yo- intentaba explicarse Pit pero la falta de aire se lo impedía.

-Relájate, no va a pasarte nada¿Por qué te has levantado?


-Escuché golpes en el techo, encendí la linterna para ver que era y la dejé un rato enfocando una pequeña grieta, pero cuando iba a apagarla...- quería continuar pero el recuerdo de la traumática imagen le impedía seguir.


-¿Qué viste? Vamos, cuéntamelo- le susurró Zack.


-Un ojo, un ojo que no dejó de mirarnos hasta que la linterna se apagó sola - dijo esto último angustiado mientras se sorbía los mocos y evitaba soltar alguna lágrima.

-Está bien, vamos- terminó Zack llevándolo a la planta de abajo para despertar al resto.


Era de madrugada y lo que más deseaban era repetirse a si mismos aquel clásico de la mañana " cinco minutos más" y dormir horas, al fin y al cabo nadie les estaba esperando. Pero no, una vez todos se despertaron, Zack les puso al tanto de lo que Pit había visto y dejó claro que tenían que entrar en aquella habitación.

-Si queremos estar tranquilos de una jodida vez, tenemos que saber qué o quién está ahí.


-¿Y qué hacemos?- preguntó Mel mientras se recogía el pelo con una gomilla.

-Tenemos los cuchillos y algunas armas, lo ideal sería no disparar, el ruido traería a los infectados- comentó Alex ya que sólo les quedaba un silenciador tras el accidente.

-Lo ideal sería que nada de esto estuviera pasando- Le echó en cara con una mala mirada Zack a Alex.

Alex dispuesto a contestar, fue cortado por Mel antes de que a iniciase una disputa absurda.

-El duelo de machotes después, usemos ese gran espejo del baño.


-¿El espejo?-Preguntó Pit intrigado.


-Lo pondremos en el pasillo, y cuando echemos la puerta abajo, dejamos el espejo cerrando el paso, si hay algo ahí dentro prefiero tener ventaja a que me salte encima.


-Está bien, yo abriré la puerta y vosotros sacáis el espejo- continuó Alex.

-¿Y yo?- Interrumpió Pit que aún seguía aferrado a la linterna.

-Tú te quedarás en el armario escondido, serás nuestro refuerzo en caso de emergencia- le aclaró Zack dándole un golpecito en la espalda.

Todos conformes, aceptaron trabajar en equipo y resolver el misterio de aquella puerta, bastó con una fuerte parada de Alex para echar la puerta abajo. El plan se ejecutó tal y como estaba pensado, sin embargo nada salía de aquel oscuro cuarto obligándoles a entrar, Alex abrió el paso con la linterna y en cuanto la encendió corrió adentrándose en ella.

-¡Joder!- fue lo único que pudo decir.

Postrada en el suelo, se encontraba una mujer de aspecto descuidado a la cual no dudo en ayudar, Zack y Mel soltaron el espejo y siguieron a Alex encontrando, a diferencia de él, un desesperado hombre encadenado al suelo que ansiada devorarles.

Una vez de libraron de él, Alex sacó en brazos a la desconocida de la habitación, dejando ver una abultada barriga. Todos se miraron preocupados, esperando que aquella misteriosa mujer les explicara el porque de su situación.

-¿Estás bien?- Le preguntó Mel, ofreciéndole agua.

-Gracias...- fue lo único que pudo decir antes de beberse casi una botella entera.

-¿Tienes un bebé?- soltó sin poder evitarlo Pit.

La mujer sonrió de lado al ver a un niño después de casi un año que todo empezó, soltó la botella y puso la mano de Pit en su barriga. Estaba suave por el camisón azulado que la cubría aunque estuviese lleno de cortes y machas.

-Estás muy avanzada- aseguró Alex.

-Lo sé... Soy Emily, gracias.

A pesar de su agradecimiento y la felicidad que le producía salir de aquel cuarto, Emily tenía unas oscuras ojeras que contrastaban con su blanca piel, sabía que debía contarles que había pasado pero le daba miedo hacerlo.

-¿Qué pasó ahí arriba?- preguntó sin rodeos Zack.

-Mi marido Luke y yo nos atrincherados en esta casa cuando todo empezó, íbamos poco a la ciudad y por eso tenemos tanta comida, nos gustaba esto. El campo, la tranquilidad... todo era perfecto- comenzó a explicarse Emily.

-¿La ciudad entonces está cerca?- preguntó Mel para que le fuese más liviano y no tan directo.


-Claro, a pocos minutos en coche, pero cuando la ciudad cayó, los pocos que consiguieron salir saqueaban todo lo que encontraban. Entraron como vándalos en nuestra casa y nos torturaron...pero uno de ellos estaba enfermo y atacó a sus compañeros.

-¿Ya estabas embarazada en ese momento?- pronunció Alex en forma de pregunta, aunque deducía por el tiempo que si.


-Si... fue unos meses después, no sabíamos que había pasado hasta que lo vimos con nuestros propios ojos, cientos de ellos caminando por la carretera. Pero ya era tarde ¿Qué podía hacer?¿Perderlo?- respondió nerviosa mientras se ponía detrás de la oreja derecha parte de su lisa melena castaña.

-Es decisión tuya traer a alguien a este mundo pero, sinceramente, es una locura- dijo Zack negando con la cabeza.

-Podíamos conseguirlo, estábamos alejados y bien abastecidos, los meses pasaron sin problemas - se intentó justificar Emily - hasta el día que vinieron algunos descarrilados y Luke salió a matarlos. Era fácil, eran lentos y algo torpes, pero venían más y más.

-Nunca se acaban...- murmuró Mel.

-Cuando volvió, le habían mordido y decidió cortarse el brazo, pero no funcionó. Cada día estaba más enfermo, se le caían las uñas y perdía más color en la piel, me pidió que le encadenase por si se transformaba.

-O sea que tú marido era el que estaba arriba pero ¿Qué hacías encerrada?- preguntó confuso Zack.


-Cuando tuve el valor de encadenarle, su estado había empeorado y yo estaba más incapacitada por el bebe, era la mejor opción... preparé la habitación, escuché ruidos en la planta de abajo y cerré la puerta por si algún vándalo había entrado. Tenía miedo de que nos encontrarán después de lo que nos hicieron, mírame, embarazada y mi marido enfermo.- continuaba explicándose angustiada.

-No todos somos malas personas- le sonrió Mel.

-Miré por un agujero del suelo y la persona que entró se había ido, entonces fue cuando encadene a Luke pero, era tarde... ya no era él y me atacó, sentí un fuerte dolor en la barriga al caerme y la cadena era demasiado larga, así que me quedé encerrada en aquella esquina donde su manoo no llegaba.

-¿Has estado días encerrada con él? - se sorprendió Alex.

-Si, me alimentaba de la comida que subí para Luke cuando vivía, hasta que hace unos días se acabó... ahora he conseguido salir gracias a vosotros, cuando escuché los ruidos y vi la linterna pensé en llamar vuestra atención, pero no me quedaban fuerzas.


-Entonces los golpes que se oían, eran de Luke- dedujo Zack.

-Si, tenía los pies encadenados y al faltarle el brazo, sólo escuchabais sus rodillas, por eso no sabíais que había aquí.

-¿Y las jeringuillas de la caja escondida?- preguntó Alex enseñándoselas.

-Eran de Luke, era diabético y las necesitaba...- respondió perdiendo poco a poco la voz.

-Oye despierta, venga abre los ojos- le susurraba Alex mientras la agitaba con cuidado.

-Me duele mucho...- contestó Emily acariciando su barriga.

-No irá a nacer ¿No?- alzó la voz Zack algo nervioso.

-Mel, tráeme toallas o sábanas que encuentres, Zack, tú evita que se duerma mientras busco algo que me ayude- les ordenó Alex.

Al instante le obedecieron, Mel subió las escaleras y rebuscó en el armario lleno en ropa, haciéndose con varias camisas gruesas y una toalla del baño. Zack le susurraba nervioso mientras le abría los ojos.

-Vamos, venga mujer ¡No cierres los ojos! Ya viene el rubiales de telenovela- le insista Zack golpeándole la cara con cuidado hasta que le apartó el pelo de la cara.

-¡Hostia puta, joder! - gritó alejándose al instante de ella.

-¡¿Qué pasa?!- Corriendo, Mel acudió a sus gritos.

-¡Le falta la puta oreja izquierda! ¡Tanto taparse con el pelo de los cojones!- le respondió agitado Zack de la impresión.

-¿Por qué no nos has dicho que estás infectada? Le preguntó Mel con algo de tristeza.

-¿Nos hubieseis dejado vivir?- le respondió con gestos de dolor.

Alex llegó con agua y unos cuencos dispuesto a sacar a ese bebé hasta que Zack le frenó.

-Le han mordido.

-¿Qué?

-¡Le falta la puta oreja!

Alex sorprendido, soltó las cosas e inspeccionó la zona afectada, estaba gangrenada y cuando se acercó para evaluar el estado de la piel, ésta comenzó a supurar pus.


-Joder ¿Qué hacemos? - se echó las manos a la cabeza.

-¿Cómo que qué hacemos? Eres médico ¡ayúdala!- le replicó Mel.

-Esta infectada ¿Y si nace muerto?- comentó Zack.

-¡Debemos intentarlo!

-¿Vas a matar tú a un bebé enfermo?- le preguntó fríamente Zack - Porque yo no.

-El feto podría estar sano, después de la ovulación se forma un tapón mucoso que funciona a modo de barrera, de esta manera, virus y bacterias no pueden afectarle. Pero por otra parte este tapón desparece en los días próximos al parto- explicó Alex nervioso.

-¡Podría estar sano!- se acercó Mel a Alex para debatir las posibilidades junto a  Zack.

Los tres entre gritos exponían sus ideas mientras Pit se acercaba a la voluminosa barriga de Emily.

-No para de moverse ¿Y si esta infectado y se la está comiendo desde dentro?-  preguntó Pit haciendo que el resto callase.

La retorcida pregunta dejó sin palabras al equipo pero ésta era una posibilidad, sobre Alex recayeron las miradas de Zack y Mel esperando una respuesta.

-Es...otra posibilidad, el virus destruye las defensas hasta invadir al sujeto, en un bebé sería fácil - contestó Alex bajando la cabeza.

-Un bebé sólo trae problemas, es una locura- insistió Zack.

Emily despertó para gritar desconsoladamente, a lo que tuvieron que darle una de las camisas para que la mordiera, lo último que necesitaban eran infectados o podridos. El bebé estaba apunto de nacer, de ellos dependía ayudarle.




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Ya hemos llegado al capítulo 30!!!! Espero que os esté gustando ^^  ¿Con qué personaje estarías de acuerdo?

1- Mel sin duda ayudaría a Emily con el bebé.

2-Zack no comparte la idea,"un bebé sólo trae problemas", " podría estar infectado y no mataré a un bebe"

3-Alex apoya la opinión que gane.



¿Supervivientes? (Zombie) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora