Capítulo 15: La verdad dentro de mí.

Začít od začátku
                                    

- ¡Cállate! – y la voz de su padre le asusto, aquel hombre que jamás le había gritado por primera vez levantaba la voz en su presencia - ¡esto es tu culpa! – y soltó el cuerpo de su mujer para acercarse al niño donde una bofetada resonó por toda la habitación – la has matado – gruño sacudiéndole, asustándole aún más – los has matado – repitió mientras las lágrimas del pequeño llevaban su infantil rostro – ¡eres un maldito asesino! – y el hombre lo pateo, le saco de la habitación para llorar a una esposa amada.

Jay no entendía mucho, sabía que algo malo le había pasado a su madre, pero no entendía que, ella le había protegido durante mucho tiempo de los horrores de la isla, de la maldad de los hombres, del temperamento de su padre y ahora, cuando ella le dejo no tenía a nadie, Jay acuno su mejilla sollozante por el dolor esperando que su madre despertara y le abrazara otra vez, se dejó caer en una vieja alfombra bajo los estantes de la tienda de su padre y ahí en la soledad Jay se quedó dormido entre lágrimas y sollozos.

Años después entendería lo que sucedió realmente, lo que era una madre capaz de hacer por sus hijos, cuando una mujer intentó robarle y el sin dudar enterró su cuchillo afilado en su costado, demasiado tarde noto al niño escondido detrás de ella, aquel pequeño que al igual que el alguna vez lloraba de hambre, Jay se dijo que no importaba se alejó de ahí ignorando los gritos de un hijo intentando despertar a su madre al borde de la muerte, él definitivamente no le importaba aquel pequeño.

***************************

Estar en el equipo de animadores tenía que admitir Jay no era tan malo, no solo había logrado hacer que Carlos le volviera a hablar y si está bien tal vez las cosas no eran como antes pero al menos el niño ya empezaba a bromear más con él, la razón Lowell, la chica que lo había utilizado vilmente era lo único porque Carlos volvía a tener esa alegría a antes de que esta llegara, de hecho casi estaba seguro que cuando estaba con la chica su rostro se iluminaba.

Lo más extraño era que cuando antes Lowell gruñía a Carlos empujándole lejos ahora parecía buscar su tacto, la chica extrañamente sonreía más en su dirección y gruñía a él pero por los gestos de Carlos esos gruñidos eran más que palabras entre ellos, de mala gana tuvo que aceptar que la loba había sido fundamental para que Carlos volviera hablarle aun cuando de verdad debía odiarla, ese era otro asunto, Jay empezó a recordar cosas de su relación con ella, más en específico aquellos momentos.

El deseo incontrolable por poseerla, el placer de someterla bajo de su piel y la sensación de anhelo por enterrar su nariz en el cuello pálido de la chica pero lo que más recordaba era el dolor, no el suyo si no el de ella, sus ojos llorosos cuando le pedía parar, sus lamentos empujándole, Jay podía sentir como cada fibra de su ser quería alejarlo y sin embargo el nunca dio marcha atrás, así que la duda era esa, ¿Por qué si Lowell lo hechizo para salir con ella odiaba tanto su toque?, ¿Por qué parecía más que mortificada que orgullosa?, ¿Por qué de ellos dos ella parecía la más miserable?

- Así que simplemente enloquecí a tu alrededor – Había empezado al fin aquella charla tan necesaria - y para ser francos no era normal mis amigos pensaron que estaba hechizado e intentaron romperlo varias veces sin éxito, así que mi pregunta es...

- Estaba en mí, el hechizo hizo mi calor más potente - explico sin dejar de mirar sus notas, evitando completamente su mirada - y te hice el blanco de él, solo tu podías olerlo – soltó en un suspiro.

- Eso explica mi obsesión por olfatearte siempre – pensativo Jay se quedó varios minutos asimilando lo que había dicho la chica, realmente todo tomaba sentido - y que ni el lago encantado funcionara – gruño lo último no tan convencido pero bueno si el hechizo estaba en ella era más fácil seguirle la pista y mantenerlo.

LOBO CARMESÍ (JAYLOS)Kde žijí příběhy. Začni objevovat