Capítulo 16

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Después de besar a Sarah, Draco dio aviso a la directora para que supiera que él y Sarah se iban a casa de los Weasley, para ayudar a Albus y a Hermione, sus compañeros de trabajo. La directora aceptó, un poco de mal humor, porque ahora necesitaba contratar sustitutos para que impartieran sus asignaturas.

Una vez ya en el tren de vuelta a Londres, van completamente solos, y Sarah se atreve a hablar de algo que se lleva callando varias semanas.

- Tengo miedo Draco.- Él parece extrañado. Sarah empezó a temblar.

- ¿Por qué?- Le dijo él. Los ojos de la muchacha, más verdes de lo que Draco los había visto nunca, se llenan de lágrimas con esa pregunta.

- Quiero a Tom aquí conmigo.- Draco suspira.

- Y yo...


Hermione estaba sentada en la cama de su casa de Londres. Cama que compartía junto a Ron, pero claro, ya nunca la iban a compartir. Una lechuza urgente le había entregado una carta de Draco, en la que decía que iban a estar con ella. También le explicaba lo de la desaparición de su hijo con Sarah, Tom. En ese momento Harry Potter su mejor amigo entra en la habitación.

- Hola. ¿Como estás?- Le pregunta sentándose junto a ella. Hermione apoya la cabeza en el hombro de Harry.- Sé que querías a Ron más que a nada en el mundo pero...

Hermione levanta la cabeza y mira a Harry a los ojos. Harry levanta la mano y le muestra un antiguo pergamino que la chica conocía perfectamente. Es la carta que Draco lo dejó en su cuarto la noche que mató a Dumbledore. A ella se le heló la sangre al darse cuenta de que Harry la había leído.

- Harry yo...

- Lo sé todo. Desde siempre noté que había algo raro. Sé que siempre vas a querer a Ron, pero te mereces ser feliz, y Draco es el único que te puede dar esa felicidad.

- ¿Cómo lo descubriste?

- Hermione, tú eras como la luna, y él te hacía brillar, sobre todo y sobre todos.

- ¿Era el sol?- Harry mira la carta de nuevo, y sonríe al responder.

- No, él era la oscuridad.

Hermione empieza a llorar y Harry la abraza contra su pecho tratando de calmarla. No podía soportar la idea de haber perdido a Ron, pero menos soportaba hablar de su relación con Draco.

- No importa cuánto me hacía brillar, ha hecho cosas realmente horribles. Tu mismo viste como asesinó a Dumbledore...- Harry no la deja continuar.

- Hermione, Draco no mató a Dumbledore, fue Snape.- Ella levanta la vista para mirar una vez más a los ojos de su amigo.

- Siempre creí que Snape lo había simplemente desarmado, y que Draco lo había asesinado.- Harry niega con la cabeza, lo que provoca un sollozo por parte de Hermione. Harry la recoge entre sus brazos una vez más, tratando de calmarla.- Él siempre me dijo que lo había matado con su propia barita.

- No voy a ser yo quien te diga que Draco siempre escondió un corazón de oro en su interior, ni que deberíamos haber sido amigos. Pero si te diré que si alguien puede demostrar que la gente cambia es él. En Hogwarts Draco Malfoy era el tío más idiota del mundo.

- Conmigo no...- Susurró Hermione abrazando el pergamino.

- ¡Contigo con la que más! Perdona pero supuestamente te quería, pero aún así te llamaba sangre sucia cada vez que se cruzaba contigo. Cuando nos hicimos pasar por Crabbe y Goyle dijo que deseaba tu muerte. Ron casi le parte la cara...- Termina Harry con una sonrisa melancólica. Ella reprime una lágrima que lucha por salir con la mención de su difunto marido.

- Eso lo dijo porque pensaba que erais sus amigos y tenía que...

- No lo excuses. Era una mala persona, y por eso no lo elegiste a él, por eso te fuiste con Ron.

- Tu mismo has dicho que ha cambiado Harry.- Hermione empezaba a estar demasiado enfadada con su amigo.

- Sí, y la prueba de su cambio está en que te dejó ir, porque sabía que no era bueno para ti. Pero ahora, después de todo por lo que ha pasado, lo mejor para los dos es que estéis juntos.

Hermione parece meditar la respuesta que le va a dar a su mejor amigo. Y entonces alguien le viene a la mente.

- Está con Sarah. Ya me ha olvidado. Y me alegro, debe continuar con su vida, no podemos vivir en los fantasmas del pasado.- Al acabar esa frase la mujer se desinfla como un globo, quedándose casi instantáneamente dormida sobre el hombro de Harry Potter.

Él la tumba en la cama, le quita los zapatos y la cubre con una manta. Acaricia su cara cariñosamente, y después se inclina para besar su mejilla.

- Buenas noches Hermione.- Susurra.

Sarah Riddle (La verdad de Hogwarts 2)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang