Capítulo 14

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El grito que había escuchado hizo a Draco levantarse y salir corriendo, algo malo ocurría y sabía exactamente dónde. Seguramente su hijo Scorpius esté molestando a Sarah a modo de venganza mientras destroza su cuarto y sus cosas. Casi podía ver la escena, Sarah gritando y Scorpius sin detenerse tirando jarrones y libros por todo el suelo.

Draco se imaginaba cualquier cosa, menos lo que vio en cuanto llegó a la habitación. Sarah está tumbada en la cama, gritando mientras desprendía sangre por cientos de heridas que partían su cuerpo en 100 pedazos. Sabía el conjuro con el que la habían maldecido. Draco también sabía que la segunda vez que te afectaba esa maldición podrías morir en cuestión de minutos. 

- ¿Quién ha sido? ¿Mi hijo?- Draco estaba alterado mientras destapaba a Sarah y comenzaba los conjuros curativos.

- T... Tom...- Agonizaba ella.

- Tom está en la cuna Sarah, tienes que quedarte quieta y tranquila o será peor y no te podré curar.

- No... no... no está...- Lloraba ella tan angustiada que a penas podía respirar del esfuerzo.

Draco acaba de curarla y ve como las heridas se cierran y Sarah recupera su color de piel habitual.

- Voy a por él.- Le dice para que se quede tranquila de una vez.

Draco se da la vuelta y va hasta las esquina en la que se encuentra la cunita del pequeño Tom. Al asomarse comprueba que solo están el colchoncito y la almohada, Sarah tenía razón, ya no está. No hay rastro del bebé. A Draco le crece un miedo por dentro que nunca antes había experimentado.

- ¿Draco?- Susurró Sarah temblando.

El dolor, la ira, el miedo, el odio, todo eso creció dentro de Sarah y de Draco. Ambos lo notan en sus expresiones.

- Te juro que lo encontraré.- Le dice en modo de respuesta a la chica temblorosa.


Varias horas después toda la escuela está ya en pie y alerta buscando al pequeño Tom. No hay nadie en la cama, incluso los alumnos de primero están aportando su granito de arena.

- No hay ni rastro. Lo siento muchachos, tenemos que volver a la cama.- Les dijo la directora McGonagall a Draco y a Sarah.- El ministerio de magia ya está al tanto de lo ocurrido y pondrán el doble de seguridad en los trasladores y demás formas de transporte mágico.

- Gracias directora.- Susurra Draco con la cara pálida y sin ningún tipo de expresión en su rostro.

Sarah suelta un sollozo y Draco la aprieta contra él.

- No te preocupes ¿vale? Lo vamos a encontrar. Y a ese malnacido lo mataré con mi propia barita.

- Draco... sé quien lo hizo.- Solloza ella sobre su pecho.

- Shh... no pienses más en eso.- La ignoró el chico rubio, creyendo que eran simples palabras de una madre desesperada.

- Draco ha sido mi padre.

Sarah Riddle (La verdad de Hogwarts 2)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz