Capítulo 2

398 43 158
                                    

Taylor Swift - Blank Space

Taylor Swift - Blank Space

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


27 de septiembre 2014

Skyler

Un intenso calor quema desde mi interior, siento como cada parte de mi cuerpo se humedece por el sudor que emana de los poros de mi piel, abro mis ojos poco a poco encontrándome con una ventana que me deja apreciar las estrellas brillantes en un cielo oscuro y penumbroso, una pequeña lámpara en la esquina de la habitación alumbra lo suficiente como para poder apreciar un cuerpo acostado en el sofá, miro a mi alrededor y noto que las máquinas ya no están, solo estamos él y yo...

Sonrío al verlo plácidamente dormido mientras un mechón azabache de su rebelde cabellera adorna su rostro, quisiera tenerlo cerca de mí para enredar mis dedos en sus hebras y besar lentamente sus labios entre abiertos.

Apoyo mis manos en el colchón y me siento sin ningún problema, cualquier atisbo del cansancio de antes ya no está, solo está la fiebre que hace hervir mi sangre, no obstante siento un pequeño pinchazo llegar a mi costado derecho logrando robar un quejido de mi garganta, me maldigo mentalmente cuando noto su cuerpo removerse para luego ponerse de pie con rapidez y dirigirse a mí.

―Princesa, ¿qué haces? ―Su voz suena más ronca de lo habitual, sus manos viajan a mi rostro y me estremezco al sentir sus dedos fríos acariciar mis mejillas para luego levantar con delicadeza mi mentón, bajo sus ojos se ciernen dos notables manchas oscuras, sus labios están pálidos, cuarteados y puedo sentir la tensión en su cuerpo... odio pensar que la causante de su estado soy yo.

―Sebas... ―Con la yema de mis dedos delineo su mandíbula, sus pómulos, sus parpados, y por último sus suaves labios. Lo acerco un poco hasta tenerlo entre mis piernas y uno nuestras frentes, cierro mis ojos deleitándome con su aroma dejando que viaje por mis pulmones y descontrole mi respiración, bebo el oxígeno que se escapa de sus pulmones al rozar nuestros labios, acabo con el espacio entre ellos al sentir mi corazón acelerarse, sus dulces labios devoran los míos con necesidad y pasión, succiono su labio inferior ganando un ronco jadeo de su garganta, sus manos se deslizan por mis mejillas hasta posarse en mi cuello, el aire comienza a faltarme, puedo escuchar los latidos de mi corazón en mis oídos; aun así no quiero detenerme, no quiero alejarme, pero sus labios se separan de los míos dejándome con más ganas de su indescriptible sabor.

―Estás ardiendo, amor. ―Sus ojos achocolatados desprenden preocupación y ansiedad.

―Así me pones, no entiendo qué te sorprende. ―Una sonrisa se abre paso en su rostro, su pecho vibra y luego deja salir una ronca carcajada, cada vez que sonríe siento que puedo enamorarme más de él, pero eso es algo imposible. Sus ojos me miran risueños y sé que logré mi cometido, el mejor reto que me he propuesto en la vida es sacarle una sonrisa a cada persona especial para mí, notar como las esquinas de sus labios se curvan hacia arriba y sus ojos destellan de alegría es mejor que cualquier otra cosa.

Rojo Carmesí © COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora