El Gran Alfarero. 01

Un lamento por Jerusalén

El anhelo ardiente de Dios siempre a sido salvar a su pueblo, su nación, sus hijos, la nación conocida como su pueblo santo y escogido Israel es su nombre...

pero lamentablemente la nación entera fue cegada por su espíritu religioso, volviéndose enemigos de la gracia, la misericordia, y el perdón hacia los demás, como esta escrito en la palabra de Dios...

Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.
Oseas 6:6

Cierto día Jesús observo desde lo alto de un monte, a la ciudad de Jerusalén, y expresó su lamento, ante el inminente castigo que ya se avecinaba para el año setenta, la invasión de la ciudad, y la destrucción del templo...

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Mateo 23:37-39

Robin Alexander.