Prohibido Tocar - {Junhwan}

EXTRA 5 - DoubleB

– Sí –

Me metí bajo las sábanas aferrándome a él en un abrazo hundiendo mi rostro en su espalda. Todavía recordaba esa charla que me rompió el corazón.

- ¿Todo bien Bin? –. Interrogó con voz rasposa.

- Hyung... – casi me sangra la boca al llamarlo de esa forma, pero era la única manera que podía llamarlo para que me contestara seriamente – ¿te gusta alguna de esas chicas que te escriben siempre?

- Ninguna.

Con esa simple palabra me sentí tan aliviado.

- Pero me gusta alguien.

Mis brazos se deslizaron por su cuerpo dejando de abrazarlo para darle la espalda. Tragué saliva con una enorme dificultad debido al nudo que se formó en mi garganta con aquella confesión.

- De hecho pienso decírselo.

- ¿Ah sí? –. Mis ojos se humedecieron sintiendo una especie de dolor en el pecho.

- Mañana en la playa se lo diré.

- Pero si estás volando de fiebre –. Me volteé sorprendiéndome al encontrármelo de frente con la mano al aire quizás en un intento por acariciar mi espalda.

- Por eso, ¿deberías acompañarme? De hecho, estoy un poco nervioso, tengo miedo de ser rechazado cruelmente.

Simplemente asentí porque si intentaba decir alguna palabra definitivamente mi voz saldría desastrosa. Tendría que estar loca si rechazaba a un hombre tan perfecto y de corazón tan sincero como Kim Jiwon.

Aunque si ella decía que sí, terminaría sin tener el valor suficiente algún día de decirle acerca de cómo me sentía.

Yunhyeong y Chanwoo fueron valientes, Jinhwan-hyung y Junhoe fueron fuertes, y Donghyuk parecía tener un avance con aquella rara chica extranjera.

Todo aquello me había llenado de una especie de valor, aún a sabiendas de que si lo confesaba posiblemente lo arruinaría todo entre nosotros.

Y aunque no quise, las horas pasaron rápidamente, como si el tiempo lo hiciera en mi contra a propósito.

Me dijo que quedó en encontrarse con aquella chica en un punto específico de la playa, me sorprendí cuando me llevó a una especie de torre abandonada, definitivamente es tan poco romántico.

Pero mis ojos se iluminaron con aquella vista.

- Planeaba que el atardecer contribuyera un poco pero lo de las nubes fue inesperado –. Comentó antes de reírse de su lamentable situación.

- ¿A qué hora piensa llegar? Debería ir a pasear por ahí, no estaré lejos, así que si algo sale mal sólo llámame.

Iba a dejarlo cuando repentinamente me detuvo.

- Quédate un momento más conmigo.

Obedecí incómodo, aunque la verdad era que sentía unas horribles ganas de llorar.

Aún recordaba con dolor aquella conversación cuando nos saltamos las clases en la terraza acostados mirando al cielo.

- Jiwonie.

- ¿Hmm?

- ¿Cuál es tu sueño para el futuro?

- Mmm... no voy a ser como papá, quiero enamorarme de una mujer hermosa y tierna, casarme, tener hijos y como mi abuelo, consentir a mis nietos y contarles un montón de anécdotas divertidas, quiero que tú estés en todas ellas Bin.