12. La Excepción

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Atberrtenzyah!!... 

ok no xD 

Sólo quería que les sangraran los ojos.

Ok ya. En serio... Si no consumieron azúcar hoy, pueden leer el cap c:

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12. "La excepción"

El cosquilleo que sentía en mi rostro me obligó a hacer un gesto, pude oír una risa traviesa, el cosquilleo delineó mis labios, bajó por mi mentón y se paseó por mi cuello trazando una suave línea, abrí levemente los ojos encontrándome con unos oscuros ojos que estaban concentrados en la zona donde paseaba el tacto de su dedo, delineó mi clavícula que quedaba al descubierto y cuando su dedo se detuvo finalmente me miró a los ojos.

- Buenos días –. Sonrió tímidamente, quizás porque acababa de ser descubierto.

Por un momento pensé que se trataba de Yunhyeong o Chanwoo pintándome como a Bobby.

- Voy a tocarte –. Advertí levantando la mano a lo que él cerró los ojos y acaricié su rostro con una mano.

Sus cejas y pestañas eran tan oscuras que resaltaban el color claro de su piel, entreabrió los ojos, mezclándose el color oscuro de ellos con sus largas pestañas que lo tapaban de mi vista.

- ¿Cómo te sientes? –. Articulé bordeando con la yema de mis dedos las grises ojeras bajo sus ojos.

- Triste... –. Susurró abriendo completamente los ojos.

- Sabes que debemos hablar sobre lo que sucedió ayer ¿no?

Él asintió como respuesta. Ya había evitado el tema lo suficiente, esa noche lo dejé pasar debido a que tal vez se sentiría demasiado afligido a causa de su pérdida, pero era el momento de afrontarlo. Y me sentía preparado de nuevo para ser herido con la realidad.

Empezó a contarme su versión de la historia sin apartar la mirada de mí, desde el día en que la conoció, detalle por detalle, hasta lo sucedido el día anterior.

Me sentí confundido por un tiempo.

La manera en cómo la describía, a mi madre, era como para no creer en lo que me decía, la mujer dulce y atenta que me había criado, transformada en eso... Pero ya había presenciado ese comportamiento suyo últimamente, estaba haciendo un gran esfuerzo para pensarlo con la cabeza y no con el corazón.

- No me crees –. Resonó su voz en la habitación y se sentó en la cama, donde anteriormente había estado acostado observándome.

Su cabello estaba ligeramente despeinado, se veía tan triste antes de darme la espalda.

Le di un tirón a la tela de su ropa cuando iba a levantarse para poder llamar de nuevo su atención.

- ¿Vine hasta ti y piensas abandonarme? –. Le cuestioné.

No se volteó, simplemente giró un poco su rostro para verme con los ojos aguados.

- Te creo –. Añadí.

- ¿Entonces por qué te quedaste en silencio por tanto tiempo?

- Estoy realmente molesto... –. Revelé frunciendo el ceño, casi podía anticipar un dolor de cabeza esa mañana.

- ¿P-por qué?

- Estuve llorando como un estúpido niño por días...

Tanto sufrimiento que me pude haber ahorrado si simplemente hablaba de la manera adecuada con él.

Prohibido Tocar - {Junhwan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora