Prohibido Tocar - {Junhwan}

EXTRA 5 - DoubleB

- ¿Entonces está vivo?

- Claro que sí.

- Oh, es que te vi tan melancólico observando la pecera que creí que había estirado la aleta y estabas pensando en alguna forma de asesinarme creyendo que yo hice de nuevo algo que lo ocasionara.

- Está bien.

Soltó un suspiro de alivio bajando unas bolsas, quizás había pasado por alguna tienda de conveniencia de regreso.

Me extrañó que fuera directo a cambiarse y se tumbara en la cama perezosamente.

- ¿Pasa algo Kimbab? –. Sonrió ligeramente al oír que lo llamé como pocas veces lo hacía.

- Nada, sólo tengo sueño.

Me senté en la orilla de la cama provocando que se acostara dándome la espalda. Definitivamente ocultaba algo.

- ¿Te sientes enfermo? –. Mi mano que intentó tocar su rostro fue apartada de un manotazo.

- Sólo estoy cansado.

- ¿Estás molesto? ¿Es porque te golpeé mucho? ¿Te dolió?

Repentinamente se volteó atrapándome entre sus brazos y acostándome a su lado.

- Durmamos.

Aproveché su cercanía para tocar su rostro y efectivamente estaba muy caliente.

- Jiwonie, estás caliente.

- Es lo que todas dicen.

Me mordí el labio aguantando mis ganar de darle un golpe, es que ese hombre tenía un don especial para sacarme de mis casillas.

- Tienes fiebre.

- Me detuve en una farmacia, ya me mediqué, sólo tengo que descansar.

- ¿Un resfriado?

- Tal vez.

- Te lo dije, el hecho de que no seas del tipo de persona que se enferma con facilidad – fingió estar roncando por lo que le alcé la voz, no iba a dejarme con las palabras en la boca – ¡No significa que puedas pasearte sin remera todo el tiempo!

- Sé que lo gozas.

Se preparó para recibir un golpe, al no sentir nada abrió ligeramente los ojos, me acerqué depositándole un beso en la mejilla.

- Pobrecito, ya estás delirando...

Solté una risita levantándome, sabía que no era de tomar medicinas, sólo estaba mintiendo por lo que me dispuse a cuidarlo.

Su celular estaba irritándome sonando en todo momento por lo que lo desbloqueé un poco fastidiado fijándome en el singular número de chicas que ignoraba.

¿Acaso era estúpido? La fotografía de algunas de ellas hasta hacían que mi corazón se acelerara, lo que era mucho teniendo en cuenta que me encontraba total y completamente enamorado de él.

Me costó un enorme trabajo tener que aceptar mis sentimientos, porque los sentimientos de amistad y hermandad se mezclaban ocultándole a mi inexperto corazón aquello a lo que las personas llamaban "amor" en el sentido romántico. Y había que agregar el hecho de que los dos éramos hombres.

Jiwon siempre fue muy inseguro de sí mismo por lo que siempre me lanzaba una especie de indirectas con doble sentido que no podía tomar en serio porque era su forma de burlarse para olvidar la manera en cómo se sentía con su figura.

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