36. School, New friend

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Hunter's POV
Salí de su habitación sonriendo y entre a la mia para hacer lo mismo que ella, solo que en menos tiempo.
Me puse la ropa rápido después de haberme secado y entre en su habitación.
Me tire en la cama y tome su celular.
Sonreí al ver su imagen de fondo de bloqueo.

Era el abrazo de aquella primera vez que nos conocimos (imaginación)

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Era el abrazo de aquella primera vez que nos conocimos (imaginación).
Lo desbloquie, ya que no tenía clave y revise las fotos.
Tenía un montón de nosotros, con los chicos, de paisajes, de todo tipo.
Ella era muy buena fotográfa.
Estaba por la foto número cuarenta y cinco, cuando su telefóno vibra y aparace una notificación.
Blake Gray: Necesitamos hablar, de enserio esta vez.
Frunci el ceño e iba a dar un toque para ver la conversación, pero _____ salío del baño.
Enseguida descarte la idea de abrir el chat y bloquie el celular tirándolo lejos y con cuidado de mi.
Cuando fije mi vista en _____ vi que su cuerpo estaba cubierto solo por una toalla.
Abri los ojos como platos y sin darme cuenta estaba inspeccionado su cuerpo mojado de arriba a abajo.
Ella al parecer de dio cuenta y se sonrojo, yo tambien lo hice.
- ¿Qué miras? -preguntó roja y nerviosa.
Me levante sin dejar de verla, comence a caminar lentamente de espaldas hacia la puerta.
- Na-ada - dije tartamudeando, de seguro más rojo que ella - Yo ... Avísame cuando te cambies -dije rápidamente, mi espalda chocó con la puerta que al parecer estaba cerrada y salí más rápido que el rayo de esa habitación.
Me encerre en la mia y respire agitadamente.
Tome mi celular y vi que estaba todavía rojo.
Lo volví a guardar y me tire boca a bajo sobre mi cama, tratando de bajar los colores de mi cara, pero no podía porque, cada vez que lo lograba la imagen de _____ en toalla con su cuerpo mojado vuelve a mi.

____'s POV
- ¡Ya levántense, tienen que ir a clases! - gruñi por el grito de Christine y volvi a cerrar los ojos, cuando no escuche su voz.
Me aferre a mis sábanas y sonreí por volver a conciliar el sueño, otra vez.
- ¡Ya levántense! - grito, esta vez más fuerte.
Gruñi y me sente en mi cama restregándome mis ojos que de seguro estaban inchados.
- ¡Ya estoy levantado, deja de gritar que pareces loca! - gritó ahora Hunter.
- ¡Levanta a tu novia! ¡Qué el desayuno ya esta listo! - gritó Christine ahora queriendo hacerle competencia a Hunter.
- ¡Ya voy! ¡Aunque de seguro ya esta levantada! - grito Hunter por última vez siendo el ganador de la primera mañana de las que vienen.
Hunter abrío la puerta y sonrío al verme despierta, sus ojos estaban como siempre a exepción de las bolsas que estaban bajo ellos.
- Buenos días - dijo entrando y sentándose en mi cama.
- Buenos días - me acerque gateando y bese su mejilla.
Me sente sobre mis talones y segui restragando mis ojos esperando sacar esa pesadez que siento sobre estos.
- ¿Lista para entrar por primera vez a una escuela estadounidense? - preguntó, sonreí y alce los hombros.
- No lo sé, aunque estoy nerviosa - confese.
El paso su brazo sobre mis hombro y beso mi sien.
- Tranquila, no te dejare sola.
- ¿Lo prometes? - dije viéndolo a los ojos.
- Lo prometo.

- ¡Horarios distintos! - le grite un voz baja a Hunter.
Vi a mi alrededor para comprobar que no llame la atención de nadie.
- ¡Horarios distintos! - repetí susurrándolo en un grito.
Hunter volvío a comparar los horarios y suspiro.
- Esta es la segunda parte del castigo -dijo Hunter más para sí mismo que para mi.
- ¿Qué? - pregunté incrédula.
Christine no sería tan malvada al dejarme sola en las clases ¡Sin nadie!
- Esta es la segunda parte, no compartir clases, para que asi, yo no pueda verte y tú tengas que interactuar.
Pero que vieja más lista.
Suspire y mis nervios que se habían ido en la mañana volvieron.
- No puede ser -dije golpeando mi frente con mi mano.
Para mayor desgracia el timbre había sonado, y todavía no habíamos encontrado solución.
- Tranquilizate, hallaremos solución - dijo el dándome el horario que tenía las clases que Christine eligío para mi.
Asentí sin chistar más, porque no había tiempo, y caminamos juntos hacia mi primera clase.
La puerta estaba cerrada, lo que significa que la profesora estaba dentro.
Me despedí rápidamente de Hunter para que no se atrace más pero el me jaló de la camiseta antes de entrar.
Pego mi espalda contra su pecho y envolvío su brazo por encima de mi vientre.
- ¿Qué haces, Hunter? - pregunté, ni él ni yo demostrabamos mucho afecto en público, y no creo que sea buena idea empezar a hacerlo justo ahora.
- Solo quiero que sepas, que digan lo que te digan a ya adentro a ti o sobre mi. No le creas y no dejes que te afecten ¿está bien? - dijo susurrándome en la oreja.
Puse mi mano sobre la suya, recordando el ¿por qué? De como se hizo famoso.
- No te preocupes, esas personas no me afectan - dije me volteé separándome y bese su mejilla.
El gruño y envolvio su brazo por mi cintura.
- Dame un beso - dijo buscando mis labios, lo esquive y tape su boca.
- No es el momento - dije, el mordío mi mano, haciendo que la sacara y ganándose una mirada de odio de mi parte.
- Idiota - dije y lo empuje haciendo que quedará lejos de mi.
Volteé y tome el pomo de la puerta.
- Te quiero - grite no tan alto, y entre en la clase.
Calculo unas veinte miradas sobre mi, veintiuno contando a la profesora.
La señora tendría unos cuarenta años y me veía molesta, mientras fruncia los labios pintados de un color rosado
- Llega tarde, señorita - dijo en español, frunci el ceño y revise el horario que tenía en mi mano.
Primera hora: Español con Amelia Wandervaal
Reí y regrese mi vista hacia la señora de nombre a Amelia.
- Discúlpeme, profesora. Soy nueva y me e perdido, no fue mi intención le prometo que cuando me aprenda todas mis clases jamás llegaré tarde - ella abrío ligeramente la boca y no dijo nada.
<< ¡Ya! ¡Ya está impresionada! Ya va una quedan diez profesores más >>
- Whoa, señorita. Su español es muy fluído - dijo mientras resivía los papeles que le estaba tendiendo.
Le sonreí y le conteste.
- Me lo suelen decir en mi país.
Ella reviso todos mis papeles y me obligo a presentarme ante todos.
Durante mi presentación oí cuchicheos y supongo que es por el tema de Hunter.
A pesar de lo molesto que me hizo sentir esos cuchicheos no dije nada, solo para no hacer tan melodrámatico el primer día.
Todos los que estaban sentados en los asientos vacios, me daban mala vibra y al final opte por la chica de cabello café claro.
Que tenía el libro abierto y un bolígrafo a mano.
Me sente junto a ella, y deje mi mochila a lado del escritorio.
Ella me vio tímida y yo le sonreí.
- Me llamo _____ Carpenter - dije tendiéndole la mano.
Me sonrío y tomo mi mano.
- Me llamo Valeria Mcall - sus ojos color miel, se cerraron un poco cuando sonrío.
Era bonita.
- Un gusto - dije mientras abría mi maleta, sacando mi libro y un lápiz.
Sentí su mirada en cada movimiento que hacia, asi que me volteé a verla.
- ¿Paso algo? - le pregunté amablemente, ella se sonrojo y negó.
- Eh no, pero por si acaso ¿Tú no eres amiga de Brandon Rowland? - le sonreí y asentí.
- Si
<< Porfavor no me pidas que te lo presenta >>
- Genial - dijo sin más, volteando para prestar atención a la clase.
La primera clase había acabado, y todos se levantaron con sus maletas y se fueron.
Vi como todos se iban y yo me quede ahi sentada sin saber que hacer.
- ¿No vienes? - preguntó Valeria colgando su mochila rosada en su hombro.
Acariciaba mi antebrazo con mi mano avergonzada de no saber que hacer.
- No se a donde van - ella me dio una mirada comprensiva y me hizo una señal para que la siga.
- Vamos a la siguiente clase, Historia - le sonreí y tome mi mochila.
- Gracias - dije cuando me puse a su lado - No me es facíl ser la nueva.
Ella sonrío y nos dirigimos hacia la puerta
- No te preocupes, me paso una vez - ibamos a salir pero un chico que al parecer iba en nuestra clase, nos detuvo.
- Ni se molesten, al profesor Miller se enfermó y no envio reemplazó - me sonrío y se sentó en una de las pupitres, mientras los demás iban llegando poco a poco.
Valeria y yo nos sentamos en nuestro asiento de antes.
- Y bien ¿Dé dondé eres? - me preguntó dejando su mochila en el suelo al mismo tiemoo que yo.
- Soy de Ecuador - dije contenta.
<< Te extraño, bolón de carne, esperáme >>
- Genial, mi abuela es de ella, dice qe extraña mucho el lugar - me contó, asentí concordando con su abuela.
- Si, la comida es lo que más extraño de allá, pero tambien me gusta estar aqui- dije pensando en Hunter.
<< ¿Qué estaría haciendo? >>
- Bueno, Arizona no es lo mejor de lo mejor, pero tiene su estilo - dijo ella.
Asentí y comenzamos a hablar entre nosotras, descubrí que baila por las tardes y que en su tiempo libre enseña a algunos niños en la plaza central.
Era muy divertida, y creo que es la única chica que me va a caer muy bien a aquí.
El timbre sonó y el tiempo libre había acabado, y las últimas clases antes de recreo pasaron.
Guarde mis cosas, y sali de la clase con Valeria, vi a Hunter apoyado a lado de la puerta y le sonreí cuando me vio.
Me abrazo y beso mi mejilla.
- Hola, linda - dijo y me sonroje porque Valeria estaba a nuestro lado.
Me separe de el y puse a mi lado a Valeria.
- Ella es Valeria Mcall - dije presentándolos - Valeria el es Hunter Rowland.
Ellos se vieron, sin decirse nada.
- Cuantó tiempo ¿no crees? - dijo ella sonríendole tímidamente.
Hunter río y asintío.
- Ven aquí - dijo y la envolvío en un abrazo.
Me quede como estatua sin saber que estaba pasando o porque la estaba abrazando.
Me sentía celosa y ni siquiera sabía que estaba pasando.
Se separaron, y yo los vi a los dos esperando alguna respuesta.
Hunter me vio y por mi cara supongo notó que no entendía nada.
- Ella era la novia de Brandon, pero terminaron antes de que nos fueramos.
Abrí los ojos como plato.
- Pero ella es mayor - dije sorprendida.
Valeria se sonrojo y tapo su rostro.
- Lo sé, lo sé.
Me reí y le di unas palmaditas en su espalda.
- Tranquila, yo caí en lo mismo, pero ya pues me toco a Hunter.
El bufó y yo reí.
- ¿Nos vamos? Tengo hambre - dije tocando mi estómago.
Los dos asintieron y nos dirigimos al comedor.

Luego de comer, todavía teníamos un poco más de tiempo antes de volver a clases.
Asi que, Hunter y yo decidimos ir a las gradas del gimnasio, solo los dos, ya que Valeria se fue a la biblioteca diciendo que tenía que terminar un trabajo.
Subimos hasta las últimas gradas, y nos sentamos como indios.
- ¿Has notado algún cambio? - le pregunte.
Ahora que Hunter era famoso, puede ser que las personas que lo molestaban ya no lo hagan más.
El nunca me lo dijo, pero lo googlié en internet.
- Si, mucha gente me trata distinto - se encogío de hombros - Pero yo sigo siendo el mismo, solo que con menos miedo de ser yo.
Sonreí al escuchar eso, y me acerque más a el para apoyar mi cabeza en su hombro y engachar nuestros dedos.
Nos quedamos en silencio, mientras cada uno guardaba sus pensamientos para sí mismo.
- ¡Vaya, Hunter! Al parecer tuviste el valor de regresar  - el y yo volteamos al mismo tiempo hacia donde aquella voz.
Un muchacho de cabello café claro y cuerpo de jugador de fútbol americano, estaba a unos metros de nosotros.
Lo vi sin entender, mientras me levantaba, al igual que Hunter.
- ¿Qué quieres, ahora? - dijo Hunter exausto, mientras se cruzaba de brazos, haciendo que sus bíceps fueran notorios.
Me sonroje al recordar como me veía cuando salí de la ducha.
- Nada, solo informarte que las cosas entre tu y yo van a seguir iguales - dijo acercándose a nosotros - No porque ahora tengas a gente que le guste lo pátetico que eres, las cosas van a cambiar.
Soltó una risa y entendí que el era el idiota que molestaba a Hunter.
Oí como mi novio lanzaba una carcajada falsa, y tenía una sonrisa en la cara.
- ¿Eso crees? Luke, no soy el mismo idiota que era, se como defenderme ahora y si llegas hacerme algo, a mi o ella, te voy destrozar el rostro hasta que nadie te pueda reconocer.
Era la primera vez que escuchaba a Hunter intimidando a alguien, y me gustaba.
El chico llego a mi lado y río.
- ¿Ella? Tú novia - el río y me examinó con la mirada - No creo que alguien tan linda como ella pueda llegar a salir con alguien tan rídiculo como tú.
Esta vez tome la delantera y hablé yo.
- Aquí el único que esta siendo rídiculo, eres tú ¿Seguro tienes dieciséis años? - le pregunte poniendo mis manos en mis caderas y desafiándolo con la mirada.
El chico sonrío y se mordío el labio.
- Tienes carácter - se acercó más a mi tratando de intimidarme, pero tome valor y no me moví de donde estaba - Que tal si dejas a este idiota y nos vamos a tomar algo.
Reí y cuando estuve a punto de contestarle, el muy idiota golpeó mi trasero con su mano.
No espere ningún segundo más, y me gire para darle un rodillazo en el estómago y una buena patada en sus testículos.
El cayó de rodillas al suelo, y retrocedí un paso para que no se apoye en mi.
Me agache para quedar frente a el y tome su mentón.
- Vuélveme a tocar, pedazo de ímbecil y te voy a dejar infertil ¿entendiste? - dije mientras lanzaba bruscamente su mentón.
Volteé a ver a Hunter y el tenía una sonrisa en su rostro.
- Pensé que el siguiente paso en nuestra relación eran los golpes en el trasero, pero creo que mejor nos saltamos ese paso - reí y comence a bajar las gradas.
- ¿Quién dice que te haré lo mismos? - dije en voz alta sin siquiera voltearme a ver su expresión porque sabía que estaba sonriendo.

the new magcon (Hunter Rowland/Blake Gray) (español)  EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now