Capítulo 28

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ADRIA

—¿Estás segura? —la voz de Sabrina se escucha preocupada—. Es decir, por mí está bien. Claro que lo está. Pero sabes que siempre podemos seguir en contacto y salir a tomar un café o algo un día a la semana o los domingos, cuando quieras. Lo digo en serio.

—Muchas gracias, Sabrina —sostengo el celular con fuerza—. Es que son los últimos días antes de la graduación y...

—Comprendo —se escucha un suspiro—. Recuerdo esos días de carreras y de entrega de trabajos a medias con la esperanza de ganar —se ríe—, de verdad me alegro que ya estés a punto de terminar tu carrera. ¿Ya has pensando en la universidad? Podría investigar en las facultades en la que trabajo.

Solo quiero que esta llamada termine pero sigo con la conversación. —Am... no. En realidad no he pensando en nada aun —verdad—. Pero investigaré por ahí —mentira—. Estaría muy agradecida contigo si me ayudas con esto —verdad.

—Lo haré. Te enviaré todo en cuanto lo tenga —se aclara la garganta—. Adria, realmente no quiero ser indiscreta pero esto, el que ya no vengas a verme... ¿Es porque así lo consideras o tal vez Elliot...?

—No, no, no. Sabrina, no. Esto es por mí —es verdad—, por mí. Como te dije, la graduación y trabajos finales me tienen atareada.

—Claro —se escucha una voz hablando al fondo—. Oh... lo siento, Adria. Me tengo que ir. ¿Hablamos otro día? Te enviaré lo más pronto posible lo que hablamos. ¿Tal vez salimos por un café la otra semana?

—Sí, seguro. Sí.

—Adiós.

—Adiós.

Me siento como la peor mentirosa de este mundo. Fingí un estrés existencial con mis estudios para cubrir la dolorosa verdad que no quiero ver a Elliot este sábado o cualquier otro día en absoluto. No puedo ni pensar en compartir el trayecto hacia el consultorio de Sabrina o pensar en lo que hacíamos después, el llevarme a ese parque. Sí... no quiero pensar en eso ahora.

He pasado toda la noche llorando. Creo que mis ojos ya no tienen lágrimas para botar. Esta mañana cuando vi el espejo, no me afectó en nada mi aspecto. Marisol intentó bromear diciendo que me parecía a la chica de El cadáver de la novia, en otro momento me hubiese reído, hoy solo me sentí igual de triste y sola. Así que decidí no asistir hoy al colegio y quedarme todo el día en mi habitación. Marisol ni siquiera presionó sobre esto, solo asintió y se marchó al colegio. Incluso logró que madre Estefany firmara una carta en la que se explica que estoy con gripe o algo así y no puedo salir de casa. Madre Estefany subió a verme y firmó sin decir nada más. Marisol pasó la noche conmigo y le insistí en que debería de ir al colegio, Elliot sospecharía si faltamos ambas. Gabriel me ha enviado varios textos, pero ni siquiera pude leer más allá del primer mensaje deseándome los buenos días.

Tengo tiempo ahora, tal vez el lunes encuentre el valor para ver de nuevo a Gabriel y enfrentar a Elliot. Debo callar porque no es mi secreto para revelar, pero eso ni significa que siga actuando como si nada ha pasado. No debería sentirme culpable pero lo hago. Besé a Gabriel, todo este tiempo he estado jugando al gato y al ratón con mi amigo porque sé que debo seguir adelante y dejar atrás la esperanza de que entre Elliot y yo suceda algo más.

Pero besé a su hermano.

Besé a Gabriel y ahora me siento sucia. Es un pensamiento estúpido y saber eso no hace nada por ayudarme porque no lo sabíamos. No sabíamos que estamos relacionados en más de una forma. Lo que más me duele es que Gabriel ha vivido feliz, tiene unos padres increíbles, los recuerdo. No merece esto, no ahora ni nunca, pero Elliot vino aquí con una misión desde el principio y no habrá nada que le impida confrontar a Gabriel y destapar todo.

Una última vez (Reescribiendo)❌Where stories live. Discover now