Capítulo 4

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Conducí hasta casa luego de decirle lo que había pasado a Samantha. Justin no contestaba su celular pero Michael nos había avisado que estaba con el.

En cuanto a Jess, la tuve que llevar a la psicóloga de nuevo. Tuvo otra de sus recaídas. Decía cosas sin sentido. Como que si donde estaba mi hermano Jeremy o una tal Cristina.

- Eso es normal - dijo la psicóloga observando unos papeles que tenía en mano - Jess aún no ha superado esa etapa de su vida. Tiene que seguir viniendo a las consultas - asentí

No dije nada.

Jess creía que yo era malo.

Eso no me lo perdonaría. No me perdonaría perder a Jess. ¿Porqué todo es tan difícil? ¿Y si en unos de esos ataques de ira, llega hacerse daño ella misma? ¿O incluso a Abigail? Todo esto está mal.

- Tranquilo Sr. Johnson. Yo entiendo perfectamente por lo que está pasando. Mi esposo estuvo en coma durante tres meses. La misma situación de Jess. Al principio era difícil, pero lo pudimos superar juntos -

- Su esposo no piensa que usted es una asesina drogadicta y que su hermano está muerto. Tampoco piensa que usted lo engañó con otro siendo todo producto de su imaginación. En mi casa somos cuatro hijos y ella cree que somos cinco siendo todo mentira -

- Señor - llamó mi atención la doctora

Probablemente mi cara estaría roja de la rabia que estuviera aguantando en estos momentos sin contar la fuerza que contenían mis puños.

- Yo me largo - dije antes de tomar a Jess del brazo, que anteriormente se encontraba escuchando toda nuestra conversación

A veces siento que no soy suficiente para ella. Ella cree que soy alguien y si en mis peores momentos me vuelvo la persona que ella cree soy, podría confundirla aún más.

Ya dentro del automóvil no quería hacer nada más que llegar a mi casa y darme una buena ducha de agua fría que descansara todos mis músculos contraídos.

- Luke - escuché su melodiosa voz desde el otro lado de la puerta del baño

- ¿Si? -

- Lo siento -

- ¿Qué? ¿Por qué? -

- No era yo - incluso, sin verla, podía notar la tristeza en su voz

- Lo entiendo - fue lo primero que pensé en decirle

- No lo hagas -

- ¿Qué? ¿Qué quieres decir? -

- Te amo - dijo y me dió a entender que se iba de detrás de la puerta

- Te amo - dije y me quedé dubitativo

¿A que se refería? ¿Algo le estuviera afectando?

••••

- ¡Luke! -

- ¿Si? - grité desde mi cama mientras cambiaba de canal silenciosamente

- Te buscan - gritó Jess desde el primer piso

- ¡Ya voy! - dije y apagué el televisor definitivamente

Acomodé mi camiseta, desordené mi cabello y bajé las escaleras hasta llegar a la puerta principal. Allí se encontraban la mujer de mi vida y el doctor Hall, mi doctor de cabecera.

Éstos parecían llevar una conversación muy animada hasta que ambos miraron en mi dirección. La cara del doctor, actualmente se había vuelto algo preocupada.

El hombre calvo, casi de la edad de papá y mamá me ofreció una mirada de tristeza por lo que me dió a entender que algo andaba mal.

- Yo los dejo - dijo Jess y con menos dificultad de caminar se fue a su paso a donde quiera que fuera

- Luke, tengo graves noticias. Creo que será mejor que te sientes - dijo y la felicidad de mi cara cambió drásticamente pero me mantuve serio

- Sí, claro - lo llevé a mi oficina personal en la cual terminaba el trabajo que no había podido terminar en la oficina

Ya dentro, ambos nos sentamos delante del escritorio y colocó unos papeles de los cuáles no me había dado cuenta que los había traído consigo.

- Luke, los análisis que hace unas semanas te habías hecho, ¿recuerdas? -

Asentí dos veces, pausadamente.

- Bueno, hay algo en lo cual no estoy totalmente seguro de lo que hay -

Esas palabras me intrigaron y llegué al momento en que deseé que hablara más rápido. Necesitaba saber a que punto quería llegar.

- ¿Qué es? - me aferré muy fuerte a la silla sin hacerlo notorio

- Aún no estoy seguro y claramente necesito una segunda opinión de mis colegas pero parece ser una masa del tamaño de una bola de béisbol en tu riñón derecho -

En esos instantes, me quedé sin respirar. No sabía cómo hacerlo. Lo había olvidado. ¿Estoy alucinando cierto? Espero que si.

- ¿Q-qué? - dije

- Luke, por favor mírame, necesito que lo hagas hijo -

Y obedecí.

- No quiero decirte que no es lo que estás pensando, porque no te lo puedo garantizar. En estos momentos está en duda si es realmente eso -

- Eso quiere decir, que... -

- Lo lamento mucho Luke -

- Pero yo no he tenido síntomas, no me ha dolido nada. ¿Por qué...? -

- Todos los casos son diferentes muchacho. Esperemos que sea una falsa alarma pero te prometo, te prometo que todo irá bien. -

Me eché a llorar. ¿Qué le diría a mis padres, o a mis hermanos? ¿Qué le diría Jess y a Abigail? ¿Cómo puede ser posible? ¿Por qué a mi?

Pasaron unos minutos, horas, segundos, no lo podría saber con exactitud.

- Doctor - llamé su atención - No le diga nada a mi novia. Ni a mis padres por favor. Yo, trataré de hacérselos comunicar. Sólo, por favor, es lo único que le pido - asintió mostrando en su cara tristeza, pero no fingida como en las telenovelas

Como cuando le dicen a un personaje que tiene una enfermedad mortal. Lastimosamente, este no era el caso y esta no era ninguna telenovela.

Esto era real. Yo tenía una enfermedad mortal y no era fingido. Era cierto, totalmente cierto, totalmente real.

- Yo mejor lo dejo sólo Sr. Johnson - asentí mientras lo observaba partir

Una noticia así le partiría el alma y yo no sería capaz de soportar verla sufrir más de lo que ya hace. Ella no lo merece.

Todo CambióWhere stories live. Discover now