- ¡Los mecanimales si pueden! ¡Somos los mecanimales! - gritaba Abigail acorde con la canción que presentaban en la televisión
Me reí de su baile que consistía en dar vueltas en el mismo sitio con sus brazos subiendo y bajando de una forma extraña.
Era igual de única que su madre.
- Recoje tus cosas Abby. Ya nos vamos - le di un mordisco al emparedado que se encontraba en mi mano y tomé su mochila en mi otra mano
Por suerte el colegio al cual asistía no estaba muy lejos de aquí, lo que facilitaba las cosas.
- Adiós papá - dijo la ojiazul dándome un beso en la mejilla pero a la misma vez extendiendo su mano en mi dirección
Puse mi mejor cara de estúpido, ya que no hay otro nombre como decirle, y saqué mi billetera. Puse en su pálida mano la cantidad correcta de dinero para una niña de nueve años y abandonó mi coche.
La observé entrar a su colegio muy feliz.
El sonido de una bocina me hizo reaccionar y arranqué el auto directo a casa.
Por la condición de Jess, papá me dió un tiempo libre en la empresa en lo que ella se recupera.
Subí las escaleras apresuradamente en busca de Jess. Entré a la habitación con una sonrisa en el rostro pero al ver la cama vacía, esta se desvaneció.
- ¡¿Jess?! - grité y abrí la puerta del baño corroborando si estaba allí pero no - ¡Jess! - volví a gritar pero nada
Corrí fuera y busqué en la habitación de Abby.
- Tampoco - susurré en mi interior
Bajé las escaleras y casi tropiezo con mis propios pies. La sala, el comedor, el jardín, nada.
Me detuve en seco y pensé. ¿En qué parte de la casa ella estaría? ¡La cocina!
- ¡Jess! -
Abrí mis ojos enormemente, tampoco estaba allí. Pero mis pensamientos fueron cambiados al verla subirse del suelo.
- Mierda Jess casi me sacas el corazón de un susto - le ayudé coger lo que fuera que estuviera buscando
- Lo siento. Quería hacerte el desayuno y que estuviera listo antes de que llegaras - se encogió de hombros y removió un castaño flequillo de su rostro
- No sabes cocinar - dije tranquilizando los latidos de mi corazón
- Ocho intentos en vano - señaló el zafacón por lo que me reí
- Sabes que no puedes estar caminando como si nada. La doctora dijo que aún no -
- Ella dijo que cuando estuviera lista, que lo intentara y aquí estoy - se señaló
- No me parece - me crucé de brazos
Comenzó a caminar hacia mi. Le di una mirada de preocupación pero sus ojos supieron como calmarme. Daba cada paso con firmeza y muy segura de ella.
Lento pero seguro era su lema. Retrocedí unos pasos al ella acercarse más a mi. Ya estaba mejorando.
Al llegar a mi, la abrazé. Todo esto me llenaba de emoción justo antes de que tropezara con sus propios pies, pero por suerte, extendí mis brazos a tiempo y la agarré.
- Vamos a la cama. Yo preparo el desayuno - dije y me miró fulminante - ¿Qué? No quiero que te pase nada -
No tuvo otro remedio que poner su iris en blanco y continuar su camino hasta nuestra habitación.
Muchas veces me pregunto, ¿que sería de nosotros si la historia fuera totalmente diferente? Antes de llegar a ser una pareja, mucho antes.
Si yo fuera el chico malo de la universidad y Jess la chica invisible. Un típico cliché. Pero mis pensamientos fueron interrumpidos al escuchar mi teléfono sonar. Lo busqué con la mirada y lo encontré rápidamente sobre la encimera.
¿Cómo llegó ahí?
- ¿Hola? - contesté sin nisiquiera mirar quién llamaba
- ¡Luke! -
- ¿Madison? -
- Es Justin - se escuchaba muy preocupada - Acabamos de pelear y se fue de la casa. Luke, estoy muy asustada - sollozaba
- Maddi, no salgas y mucho menos lo llames. Iré a tu casa y me explicarás todo ¿sí? Por favor, hagas lo que hagas, si el regresa no le digas nada. Conozco demasiado a mi hermano y lo mejor es dejarlo quieto -
- Okey. Luke, por favor, llega lo antes posible. Tengo miedo -
- Estaré ahí enseguida -
Y colgó. Justin aveces me preocupa y no sé cómo Madison puede seguir con él. ¿Qué no le ha quedado claro que Justin no la merece?
- ¡Amor! - grité junto a las escaleras para que Jess me escuchara - Madison llamó, parece que las cosas no están bien con Justin. Iré a su casa. Te llamaré en cuanto pueda para avisarte que pasó. ¡Te amo! -
- Te amo - respondió casi al instante, tomé las llaves de nuestro auto y conducí en dirección a la casa de Justin y Madison
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Todo Cambió
Teen FictionSecuela de Todo Cambia ✨ Puede ser que todo lo que te quede al final sea la familia... Portada hecha por @floreslm3 ❤️