Loud Silence #1

45 3 1
                                    


– ¿Estás lista para ésta, posiblemente, ultima misión? – Pregunto viéndola firmemente a los ojos, los cuales solo están llenos de amor y tranquilidad.

–Lo más probable es que sí, además, creo que no hay mejor que poderlo pasar contigo– Me responde con una sonrisa amable, tranquila.

El silencio estuvo un rato, como todas las veces que no teníamos nada que decir o cuando ya lo habíamos hecho todo.

–No creo que quedándonos quietos, aquí, sentados, logremos hacer algo... productivo ¿No crees? – Interrumpe ella levantándose de la silla y caminando lentamente a la mía.

–Lo más probable es que tengas razón, ¿Quién sabe? – respondo con una sonrisa.

–Ya, vamos, necesitamos cumplir con esto– dice ella acariciando mi cachete con su mano izquierda mientras cierro los ojos y sonrió, ya que, por un momento, siento que todo este infierno se vuelve el cielo.

–Vamos– digo levantándome lentamente de la silla de madera.

Me acomode el viejo morral en mi espalda, estire los brazos para atrás y caminé hasta la puerta de metal, que dividía todos los apartamentos.

–Que mal que Ellen se haya tenido que ir tan lejos– Le comento un poco susurrante a Ashley.

–De vez en cuando, para cumplir nuestro deber, tenemos que sacrificar algunas cosas– responde un poco seria mientras cierra la puerta a mis espaldas.

–No importa, igual, fue una muy buena compañía mientras estuvo, pero, bueno... tenemos que seguir adelante, Eh? – Digo con un tono entretenido.

–Sí, seguir adelante– Dice parándose a mi lado.

Nos volteamos a ver un instante, extendí mi brazo izquierdo, señalando las escaleras y bajamos hasta la puerta de acceso al edificio, la cual Ashley, quien carga con las llaves, abrió.

Creo que nuestra vida aquí en las Luciérnagas ha sido un poco cómoda. Sí, ha habido misiones en las que hemos tenido que salir, pero, en realidad, no ha sido nada nuevo o algo que nos exija lo suficiente. Todo aquí adentro es una pequeña sociedad que, pese a como todo ha estado afuera, a logrado mejorar y tratar de reconstruir un poco de lo que era antes.

Los militares solo te enseñan a combatir, solo saben eso. Los cazadores también te enseñan a matar gente e infectados, pero las Luciérnagas son diferentes. Puede que nos enseñen también combate cuerpo a cuerpo, manejo de armas blancas y de fuego, pero también su idea es formarnos como personas. La misma ideología lo plantea: Ayudar a los demás. Aquí la gente dejo de preocuparse por jugar y distraerse y se dispuso a mejorar.

–Dave, te noto un poco distraído ¿Cómo te sientes? – me pregunta con un poco de seriedad.

–Nada, solo reflexionaba un poco de quienes somos y que hacemos aquí – le respondí acariciando un poco su pelo rubio.

–Bueno, pero tenemos que avanzar. Vamos a mitad de camino, pero, necesitamos llegar lo más pronto posible, el jefe no es una persona tan amable en cuestión de tiempo– me aconseja ella.

–Esta bien, entonces avancemos rápido– contesto mientras acelero un poco la marcha.

–Me parece bien, veo que has aprendido algo en estos meses– ríe Ashley mientras caminamos.

Como siempre, tuvimos que atravesar un gran plano de concreto antes de poder llegar a los edificios en donde estaban los de alto rango.

–Oye, ¿Has escuchado del chico nuevo? – me interroga pasivamente.

The Last Of Us: Mi HistoriaWhere stories live. Discover now