Capítulo 17: Nosotros

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–Qué bueno es tenerte de amiga... ¿Verdad?–

–Si quieres hablar de ser novios es mejor que lo digas de una vez–

– ¿Es tan obvio?–

–A Veces–

–Que mal–

–Tranquilo, solo deberíamos pensar en eso en otro momento–

–Por lo visto ya mucha gente ha pensado lo mismo–

– ¿En querer estar conmigo? Sí, es verdad pero todo el mundo es igual–

–Como lo sabes–

–Siempre dicen que son diferentes, pero ese es el primer síntoma de ser común, es mejor demostrarlo–

–Ósea, que ya has tenido a alguien–

–No, aun no–

–Espero poder demostrar que soy diferente–

–Yo también–

Parpadeo un par de veces mientras veo la carpa, menos mal anoche no llovió demasiado, solo lo suficiente.

–Daren, otra vez paso, ¿Daren?... ¿Daren?– Verdad que no está vivo.

Estoy ligeramente alejado del grupo, a mi derecha están todos, Jenny, Kaira, Emy e Ian, él está recién levantado también.

– ¿Tenemos mucho afán para llegar a las luciérnagas otra vez?–

–No, solamente fue una misión de escolta, nos podemos quedar un buen rato sin que haya mucho problema–

–Está bien, necesitamos alistarnos si queremos llegar esta noche–

Ambos empezamos a despertar a todas las mujeres, algo que fue parcialmente difícil pero el agua siempre ayuda.

– ¿En qué estás pensando?– se levanta Jenny con su mal humor mañanero.

–Tenemos que salir de aquí, así que necesitamos que se alisten pronto–

–Vamos Dave, dejemos que ellas se alisten– Dice Ian mientras coge el arma y sale de la carpa, a lo que yo lo sigo.

Hoy el dia está nublado, estuvo lloviendo anoche, lo bueno es que la carpa no permitió que nos mojáramos, nuestras respiraciones se vuelve humo, algo muy entretenido.

–Tú crees que deberíamos confiar en estas personas– Me pregunta Ian.

– ¿Por qué lo preguntas?–

–Porque me cuesta creer que esta gente sea buena–

–En este mundo no hay gente buena, solamente menos mala–

Durante unos segundos hubo silencio, hasta que las chicas empezaron a salir de la carpa listas para ir, aprovechamos un lugar en donde había agua limpia y nos lavamos levemente los dientes y la cara, hablamos con el jefe del pequeño asentamiento.

–Bueno, hasta aquí llego nuestra ayuda, espero que hayamos servido de algo–

–Sí señor, muchas gracias, se pueden retirar–

Nos montamos a la camioneta y empezamos nuestro camino, todo está muy calmado, como siempre.

A los pocos kilómetros de haber avanzado la camioneta se quedó sin combustible.

–Siempre, siempre nos tiene que pasar–

Nos bajamos, cogimos todas las armas que habías recolectado y empezamos a caminar, alrededor de unos 40 kilómetros teníamos que recorrer.

The Last Of Us: Mi HistoriaWhere stories live. Discover now