Él es un narcotraficante.
A él lo vendieron en una subasta.
Ambos se unieron por el cosas del destino, pero en este mundo no puedes enamorarte.
"En este mundo, hijo, hay 3 reglas.
1-Cuida tu espalda
2-No confíes en nadie
3-No te enamore...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
|David|
Otra vez tarde. pensé.
El reloj marcaba las tres de la mañana.
Fue a esa hora en la que sentí el peso en la cama llegar, el olor de perfume de mujer y alcohol se impregnaba en las sabanas que mañana tendría que lavar.
No sé por qué seguía aquí, sabía que cada día que él llegaba tarde era porque se había encontrado con ella.
Al principio siempre me pregunte el motivo de su cambio, un cambio que no fue bueno.
Después de que muchos días siempre me traía un detalle, flores y me recordaba cada vez que podía cuanto me amaba, a mí y a nuestra hija, el amor que nos daba y la protección a pesar de todos.
Pero de pronto dejo de hacerlo, empezó a llegar más y más tarde.
Ni siquiera se preocupaba por esconderlo, el labial en su camisa y el olor a perfume que siempre traía.
¿Lo peor?
que yo no me iba, que a pesar de saber todo, a pesar de que él me lo dijo todo, nunca me fui, y no me he ido.
A pesar de que todas las veces que le reclamaba me golpeó, sigo aquí, a pesar de que ya ni siquiera me tocaba, ya no abrazaba, ni siquiera me decía que me amaba, ya era obvio que no sentía nada por mí.
Y entonces me daba una vuelta por el pasado, tratando de pensar que había hecho mal y es que simplemente no encontraba nada, pero él mismo me dijo que fue mi culpa, que mi cuerpo ya no le atraía, que sin él no era nada.
Y era cierto.
Pero por esa razón no puedo irme de su lado.
De vez en cuando traía a sus amigos, pero él dejaba que ellos me tocaran.
Aunque no quisiera, mientras él estaba con ella.
Había tenido el descaro de presentármela, de besarla frente a mí, de tocarla frente a mí, ella era hermosa, lo admito, sus ojos eran azules y su piel blanca, su rubia cabellera caía hasta su espalda.
Lo necesitaba, pero no sabía cómo.
Solo quería regresar a los tiempos en los que estábamos bien, en los tiempos en los que nos amábamos, en los que podíamos disfrutar solo nosotros dos.
Por favor, papi
Vuelve.
Sálvame, por favor, que me encuentro navegando de nuevo a la deriva, dame otro motivo, por favor, ya no quiero seguir.
Ya no puedo seguir.
Sálvame.
"David, ya no te amo, lo siento, pero ya no eres nada para mi"
No, por favor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
