My Baby,Only Mine

Uno.

Zeus ya esperaba en su transporte que le llevaran a su nueva adquisición, había pedido muy claramente que se lo trajeran sin un solo rasguño, pues había pagado una buena cantidad de dinero para tener un buen producto.

-Aquí está su nueva mercancía señor- Habló uno de los trabajadores de la casa de subastas, entregándole al pequeño vistiendo solo una pequeña camisa blanca con la cual trataba de cubrir sus partes y piernas.

Zeus asintió sin ni siquiera prestar atención a el señor, pues toda su atención se posó sobre el menor que solo tenía la cabeza baja, Zeus lo obligó a subir a la camioneta que los llevaría, una vez todos dentro el conductor emprendió camino.

David no dejaba de ver sus manos descansando en su regazo, no sabía que pasaba ni que iba a ser de él, pero tenía mucho miedo.

-¿A dónde vamos? - Preguntó David rompiendo el silencio y por primera vez atreviéndose a mirar al mayor.

-Lejos de aquí, un lugar que no interesa- Respondió Zeus prendiendo un cigarro, indiferente.

Después de un rato de silencio Zeus volvió a hablar.

-Espero que sepas que he pagado una gran cantidad de dinero por ti, por tu cuerpo y por tu servicio, desde ahora me perteneces, también tienes que saber que aquí hay 3 reglas que más te vale cumplir, porque no me gustan los malcriados- Declaró con su voz grave y una sonrisa en su rostro.

- ¿R-reglas? ¿C-cuales reglas? - Preguntó David temeroso de todo lo que le pudiera pasar.

-Bien, regla uno, nunca me llamarás por mi nombre, siempre amo o Papi- Zeus iba a seguir hablando cuando David interrumpió.

-¿Papi?  Preguntó David curioso con su cabeza ladeada dando inocencia.

-Sí, Regla dos, Nunca mires a papi a los ojos, regla tres, Siempre obedecer a papi, ¿Entendido? -Preguntó lo último viendo al menor.

-Sí, papi - Contestó sumiso volviendo a bajar la cabeza, desprendía tanta inocencia por los poros que el pantalón de Zeus empezó a apretar.

Zeus se acercó más a David posando una de sus manos en el muslo de este, haciéndolo sobre saltar, pero aun así no se alejó.

-¿Cuál es tu nombre, bebe? - Preguntó Zeus moviendo su mano acariciando los muslos del menor

-D-David- Respondió avergonzado, su respiración se empezaba a agitar, nadie nunca le había tocado así y era tan nuevo para él, Zeus tomo las caderas de David y lo sentó sobre su regazo, la mano que tenía en su muslo empezó a subir colándose por adentro de la camiseta que tenía puesta.

-¿Cuántos años tienes? - Pregunto en aliento sobre su cuello haciendo que el menor jadeara en su cuello y su miembro despertarse.

-Dieciséis- respondió alargándolo en un gemido no reprimido.

No se arrepentiría de ser aquel que corrompiera al pequeño niñito frente a él.