My Baby,Only Mine

Doce

-Zeus- una voz lo saco de sus pensamientos.

-Fernando-suspiró y Fernando también observó el cadáver de en el suelo.

Ambos sabían que pasaría y no era nada bueno.

-Señor Castaño, Todo está listo- habló uno de los aliados de Zeus.

-Actívalo-

-Por dios, papi, pensé que te perdería- apenas Zeus llego David lo recibió en la puerta, con un cálido abrazo y varias lágrimas.

-Tranquilo, bebé, no dejaría a mi bebe tan fácil- Zeus sonrío y abrazó a David por la cintura, acercándolo más a él, por fin David se permitió llorar sobre el pecho cálido y confortante de Zeus.

David no lo pensó dos veces y lo beso, tierno, suave y lento como él sabía hacerlo, dándole a entender toda la tranquilidad que tenía ahora que estaba a su lado-

La noche cayó, Zeus se había encargado de distraer a David para que no recordara lo que había pasado, pero el peor momento llegó, el momento de resolver todas las dudas.

- ¿Qué ha pasado con Natalia, papi? - Y él estaba preparado para cualquier pregunta menos para esa, no sabía que responderle

-Bebé necesito que seas fuerte, ¿Bien? - Tomó las manos de David entre las suyas y las apretó un poco -Natalia, está en un mejor lugar, ¿Sí? - Y por más que trato de hacerlo la sutileza no era su mayor factor, parece ser que David entendió porque las lágrimas regresaron, Zeus en su ataque de impotencia solo logró abrazarlo, volviendo a refugiarlo en su pecho.

Y ahí estaba, escuchando de nuevo los sollozos, aunque esta vez no era del todo su culpa, tal vez estaba algo involucrado, sabía que lo mejor era decirlo ahora antes de que se enterara por otras bocas.

-Ya cariño, me duele verte llorar- Aun que es lo que buscó en un principio.

Lo consoló y abrazó hasta que ambos cayeron dormidos, otra noche que a pesar de todo pudieron dormir.

La mañana llegó más rápido que lo que hubiesen querido, Zeus aún tenía asuntos que resolver en la mansión, y por más que quiso ir solo, David insistió y rogó en acompañarlo, además de no querer quedarse solo.

Y ahí estaban ambos, había escombros de la casa por todos lados al igual que cadáveres, mientras Zeus checaba los alrededores con sus aliados, David se había quedado en donde descansaba el de su mejor amiga.

Un sonido conocido lo distrajo, caminó para encontrar el origen del ruido y pronto se hacía más claro, hasta darse cuenta de lo que era...

Un bebé...