Omegle ; Vkook

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Taehyung's P.O.V

Los siguientes cuatro días estuvieron llenos de visitas y risas, todos estábamos más que felices, y es que como para no estarlo.

Los padres de Jungkook regresaron a Seúl en cuanto les dimos la noticia de que había despertado, casi lloro al igual que su madre cuando todos se encontraron. Todos quedamos en ir a comer algún día juntos a un restaurante, lo cual me parecía una idea genial. 

Me hizo gracia como a Jungkook se le hizo extraño verme tan cercano con sus padres, incluso a mi me sorprendió conseguir tanta confianza en tan pocos días. Según Yoongi el llevarme genial con sus padres está bastante bien, aunque no entiendo por qué lo dice si él ni si quiera se atreve a ver a los padres de Jimin, ni que fueran malas personas.

Todas las tardes me dedicaba a acompañar a Jungkook a un ''paseo'' por los pasillos de la planta en la que se encontraba, nos quedábamos mirando por la ventana o entrábamos a la sala de espera, donde yo le daba comida basura sin que los médicos se enteraran.

Aparentemente no le permitían comer nada que no estuviera en el menú de los pacientes, y eso a él le frustraba bastante. Como en la planta para las consultas había una pequeña sala para descansar que disponía de máquina dispensadora, yo le compraba algunas bolsitas de aperitivos, barritas de chocolate o refrescos, los cuales él se tomaba en la sala de espera de su planta.

También Jungkook se unió a mi lucha contra las malas enfermeras, lo cual fue interesante y divertido. Un día les pedimos una hoja de 'satisfacción de los pacientes' y Jungkook simplemente escribió 'basura' en esta y luego la metió en una especie de buzón, fue demasiado gracioso.

No entiendo como conseguimos crear tantos recuerdos divertidos en solo cinco días, ir a visitarle al hospital dejó de ser triste, no podía evitar ansiar el momento en el que nos reencontrábamos una vez más y nos abrazábamos cariñosamente.

Cuando le dieron el alta tanto a él como a mi nos dio algo de pena, habíamos ganado unas costumbres bastantes divertidas en esos pocos días. Su madre nos regañó a ambos en cuanto nos quejamos por tener que abandonar el hospital, no paraba de repetir que parecíamos niños de nueve años, Jungkook y yo nos aguantábamos la risa.

Otros pocos días pasaron, ambos comimos en un restaurante junto a sus padres, tal y como lo habíamos acordado. Cuando la comida terminó quedamos en que un día me llevaría a Jungkook a Daegu, le presentaría a mis padres y luego haríamos todos una comida juntos, obviamente invitando a sus padres también.

Me volvía demasiado feliz pensar en todo lo que estaba ocurriendo, la familia de Jungkook me aceptaba, y conociendo a mis padres seguros que ellos también le aceptaban a él. Cada día que pasaba sentía que le amaba cada vez más y más, y por suerte él parecía sentir lo mismo que yo cada vez que estábamos juntos.

Besarle ya se había vuelto una costumbre, pero solo cuando estábamos en privado. Ambos disfrutábamos demasiado de nuestros besos, todos eran demasiado románticos, hacían que me derritiese una y otra vez.

En menos de una semana el restaurante de Yoongi y Jungkook volvió a abrir, el éxito que estaban teniendo era realmente increíble. Terminaron incluso contratando a mi primo Baekhyun, el cual cocinaba y cantaba algunas canciones cuando tenía tiempo. El hecho de que hubiera un nuevo cocinero era genial, pues Jungkook podía escaquearse sin que Yoongi lo notara y no habría problemas en la cocina.

Yo seguía con mi trabajo en la tienda de música, los niños estaban felices de volver a ver a su ''compañero de chupachups'' como ellos decían, eran todos demasiado adorables. Desde que Jungkook entró en coma he estado haciendo horas extra, pues quería ahorrar para una gran sorpresa, la cual estaba a punto de cumplirse.