CAPITULO XXVIII UNA NUEVA VIDA SE ANUNCIA

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XXVIII

Día tras día ha transcurrido, hasta agolpar semanas y terminar meses,  de manera tan fugaz que me es difícil notar cuando comienza un mes y cuando termina, el tiempo al lado de Diego ha sido maravilloso, a pesar de su sequedad en ciertas conductas que serían propias de un hombre en teoría enamorado,  no tiene muchos detalles románticos o melosos, pero es sincero, noble, decidido en cuanto a lo que quiere,  y lo más importante tengo la certeza de que nunca me haría daño. 

Mi mamá se ha comportado de manera extraña durante este tiempo,  como tratando de congraciarse conmigo, pero es algo que me cuesta creer, no confío en su cambio, es más, me aterra en algunas veces, se ha alejado de Diego, ya no intenta coquetearle o insinuársele, quiero creer que quizá ha recapacitado y me quiere, y lo deseo con más ansiedad porque creo la necesitaré mucho, de su cariño y comprensión.  Desde hace un par de meses, Diego y yo hemos comenzado a tener intimidad, es lo mejor que he podido experimentar en la vida, ni siquiera puedo definir la sensación de calor que inunda mi alma cada vez que me estrecha contra su pecho,  su aroma, los besos llenos de ternura y pasión, es el único momento del día en que me siento tan dueña de él, y tan suya a la vez, como si la vida misma desapareciera en ese instante, que el mundo tras la puerta dejara de existir, por primera vez siento que mi vida tiene un complemento, no tengo miedo a nada, porque sé bien que Diego no quiere jugar con mis sentimientos, que dentro de un tiempo podremos comenzar a compartir nuestra vida. 

A pesar de toda esta felicidad no dejo de sentir miedo, esta mañana Diego me revisó, y me confirmó las sospechas que he tenido desde hace unos días de los malestares recurrentes  que empecé a sentir,  estoy embarazada, de muy escasas semanas, pero seré madre, me siento muy feliz, y también él lo está, sentí miedo me rechazara, pero fue todo lo contrario, recibió muy bien la noticia, y me dijo que vendría  a hablar formalmente con mi mamá para pedirme en matrimonio y podamos casarnos lo antes posible,  espero que todo esto no termine mal, en verdad lo amo y deseo tener a este bebé, que aún no conozco, pero ya he comenzado a amarle.

-          Buena noche Diego, ya sabe que está en casa, Leonor no tarda en bajar, estuvo toda la tarde en la cocina, deseaba recibirlo con la mejor de las cenas.

-          Descuide, eso no era necesario, pero aprecio mucho ese detalle, y también que me reciban en su casa tan amablemente.

-          Gusta un trago?

-          Gracias, un Armañac por favor

-          Claro, ya se lo sirvo

-          Gracias, bueno, usted sabe no acostumbro caminar por las ramas, vengo a hablar con usted sobre Leonor

-          Claro, dígame, aunque creo imaginar lo que me dirá

-          Como bien sabe tengo ya algunos meses frecuentando a Leonor, la amo, en verdad deseo pasar lo que me pueda quedar de vida con ella, y he venido a pedirle su autorización para casarnos

EL ALMA QUE ACOMPAÑA A LA MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora