Empieza el entrenamiento

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-Eso esta hecho, - ahí es cuando me di cuenta de que soy una bocazas, decirlo era más fácil que hacerlo-.

Perdí la cuenta de cuantos intentos hice, lo estuve intentado toda la mañana y toda la tarde, hasta que el sol empezó a esconderse tras las montañas. Mi paciencia había alcanzado su límite.

-¡Es inútil!, ¡esto es imposible!, -gritaba yo desesperada llevándome las manos a la cabeza-.

-Veo que la paciencia y la persistencia no son parte de tus virtudes, -dijo apareciendo la Obaasan-.

-¿¡Paciencia?!, ¡¿Persistencia?!, ¡llevo intentándolo todo el día sin un minuto de descanso!

-¿De verdad crees que los grandes maestros ninja consiguieron lo tan grandes hazañas por entrenar un par de horas?

-Pero yo no pido ser una gran maestra ninja, -dije yo en mi defensa-.

-En ese caso, ¿cuanto tiempo crees que ese chico rubio de ojos azules ha estado entrenando y trabajando duro para lograr estar donde ahora?, y él no se conforma con eso, sino que sigue trabajando duro día a día para llegar a ser mejor, y ¿sabes porque?, porque tiene una meta, un sueño, una motivación, -la anciana hizo una breve pausa y suspiró-, hasta que no comprendas eso no serás capaz de avanzar en tu camino ninja.

NARRA GAARA

Estaba en la sala de reuniones de mi consejo, hoy, como se había prometido tocaba dar parte de los avances de Jin.

-Parece ser que la chica avanza rápido y sin problemas de momento, -leyó uno de mis consejeros-, por otra parte el Tsuchikage ha insistido en que la chica debe obtener una nacionalidad es decir que debe ser reconocida como ninja de alguna de las grandes naciones, -el hombre hizo una breve pausa-, el Raikage ha propuesto que ya que es imposible someter a la chica a unos exámenes, que las aldeas interesadas en acoger a la chica como su nación lo propongan.

-Al parecer Konoha y la Aldea oculta de la Roca ya han pedido la nacionalidad de la chica, -añadió mi hermano mayor Kankurō-.

En toda mi mesa se formó un murmullo, todo el mundo hablaba.

-¡Silencio!, -exclamó Kankurō-, ¿que propones Gaara?

-La Aldea oculta de la Arena también pedirá la nacionalidad de la chica, -dije yo con determinación-.

-Pero Kazakage-sama, ¿esta usted seguro que es buena idea traer a la chica a la aldea?, es decir, si es tan poderosa, ¿no podría traicionar a la aldea o peor incluso destruirla?, -comentó con desconfianza uno de mis consejos-.

Yo callé un segundo y cerré los ojos un instante para luego dar mi respuesta.

-Eso no ocurrirá, no juzgues a las personas antes de conocerlas, -dije yo con un tono más severo-.

Después de eso el consejo se retiró, yo esperé a quedar el último,

-Temari, espera un momento, quiero preguntarte algo, -le dije a mi hermana mayor para que esperara en sala-.

Cuando ya solo quedábamos ella y yo, preguntó:

-¿Ocurre algo malo Gaara?, -preguntó ella con preocupación-.

-No, -dije yo-, solo quiero saber una cosa, ¿que se siente al estar enamorado?

Ella se sorprendió, desvió la mirada y se puso un poco colorada.

-¿Porque me preguntas esto a mi?

-Kankurō no es el adecuado para esto, -dije yo-.

-En eso tienes razón, bueno a ver como explicarlo, cuando estas enamorado... es una sensación difícil de describir, no se muy bien como describirlo con palabras..., pero cuando estas con esa persona sientes una felicidad extraña, quiero decir que no sientes con nadie más, esa persona te hace sentir único, también supongo que a menudo piensas en esa persona, aunque sea involuntariamente y quieres estar junto a ella y si esta lejos, sientes grandes deseos de volverla a ver, además quieres proteger a esa persona, porque es importante para ti, sientes que te completa..., puede que yo tampoco sea la más indicada para hablar de esto Gaara.

· Destinos Cruzados · (Gaara)Where stories live. Discover now