· Destinos Cruzados · (Gaara)

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NARRA GAARA

Era una tarde como cualquier otra, yo estaba en mi despacho rellenando el papeleo, dejé caer el boli sobre el papel y me recosté en mi asiento con un suspiro, aquello era muy aburrido.

Me quedé un momento absorto en mis pensamientos, iba a volver a mi tarea cuando escuché gritos en la aldea, miré por la ventana y me quedé confuso ante aquello, alguna de las casas de la aldea estaban en llamas, entonces entró precipitadamente uno de mis subordinados.

Ninja1: Kazekage-sama, la aldea esta en peligro!

Salí precipitado a la terraza del edificio para tener una vista mejor.

Kankurō: Gaara!, por fin has llegado, -dijo visiblemente contento-.

Gaara: Cuantos enemigos son?

Kankurō: No lo sabemos, nadie ha visto ningún ninja enemigo, la llamas llegaron de pronto...

Temari: Gaara!!, -llegó Temari parecía saber algo-, no te vas a creer lo q-

Un rugido que nunca antes había escuchado, cruzó el cielo y resonó por toda la aldea, de repente una sombra nos tapó miré sobre mí y lo que vi me dejó sin habla.

Kankurō: Eso es...?

Gaara: Dragones

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Mi nombre es Jin tengo 16 años, tengo el pelo castaño oscuro, tan oscuro que a veces puede parecer negros y los ojos pardos, pero apenas se notan, simplemente aparentan ser castaños. Vivo en una aldea llamada la Aldea de la Rosa, vivo con mi okaa-san y mi otô-san, no los verdaderos ya que no lo llegué a conocer, mis okaa-san y otô-san adoptivos me encontraron en el bosque con la pronta edad de no más de 1 año, lo único que conservo de mis verdaderos padres es un collar con una gema azul que siempre llevo conmigo.

Mi vida social no es muy amplia que digamos ya que no tengo amigos, las únicas personas con las que hablo a parte de mis padres son con los clientes cuando hago los repartos, nunca he tenido amigos, los otros niños nunca quisieron mi amistad, dicen que soy rara, sobretodo desde que vieron mi marca en la espalda, la verdad quizá sea lo mejor, estoy acostumbrada a la soledad y ésta se ha convertido en mi única amiga. Desde pequeña siempre he tendido a perderme por el bosque, siempre pasaba las horas allí y lo sigo haciendo, me gusta practicar con los kunais, es mi mejor entretenimiento en mis ratos libres, además he conseguido una gran puntería al cabo de los años.

Trabajo en la panadería de mis padres, la mejor del pueblo, pero, para vuestra información, no, no soy un ninja, aquí no hay academia ninja como en las grandes aldeas, ni siquiera clanes ninja, tan solo algún ninja solitario que esta de paso en la aldea de vez en cuando y los ladrones que a veces vienen a saquear la aldea.

En fin, simplemente soy una chica normal y corriente, llevo una vida ordinaria y aburrida en una aldea ordinaria y aburrida.

Pero todo eso estaba a punto de cambiar.