Naruto: Atrapados En El Pasado (Editando)

Verdades Reveladas.

PRIMERA PARTE.

Los días y meses pasaban con gran rapidez. Ya no se hablaba del futuro y sin darse cuenta todos comenzaron a acostumbrarse a los pequeños niños que realizaban su día a día igual que los demás.

Culminaron sus estudios y se convirtieron en gennin con facilidad, pero no eran aptos para realizar misiones complicadas o participar en los exámenes chunnin dada su condición.

Sarada de entre todos sus compañeros, era quien sentía la soledad con mayor intensidad, pero también sabía cómo controlar sus emociones y no dejarse llevar por ellas.

La razón era simple, todos parecían conseguir las cosas que siempre desearon, como Boruto al conocer a Neiji por primera vez. Sin embargo, Sarada, no. Todos en la aldea parecían haberse puesto de acuerdo en no revelar ninguna información sobre su padre.

Era normal sentirse de esa manera. El futuro o el pasado para la azabache no habían cambiado nada en realidad, pero estaba dispuesta a llegar hasta el límite, no quería escuchar las mismas excusas, como las que siempre daba su madre "Sasuke está de viaje, seguro que volverá pronto". Pero no era así, su padre había tardado diez largos años en volver, por lo que pronto para ella significaba, volverá cuando quiera volver.

¿Por qué se había marchado la primera vez? ¿Por qué todos ocultaban la verdad? Y lo principal era, si lo iba volvería a ver. Tsunade no parecía avanzar en la investigación y las posibilidades se regresar a su hogar eran nulas.

Y estaba cansada de escuchar todas esas retorcidas cosas que los aldeanos susurraban.

―Escuche que Sasuke ha entrado al libro Bingo, en los pueblos de las fronteras se escuchan muchas cosas.

―No es de extrañar, siendo un Uchiha, escogió el mismo camino que su hermano.

―Hable con uno de los comerciantes y dicen que se unió a los Akatsuki, termino siendo igual que toda su familia.

―Yo escuche que fue con Orochimaru, pero no sabemos si estos son aliados.

―Esperemos que lo atrapen, alguien como el debería estar muerto o al menos encerrado en una celda.

Señoras que no entendían nada de la situación siempre cuchicheaban esas cosas. Estaba dolida y cansada de escuchar, pero no saber lo que en realidad sucedía.

Había atacado a muchos en la aldea, solo con escuchar las palabras "asesino y muerto", eran suficientes para nublar su cordura.

Pero siempre conseguían detenerla a tiempo, algunos jounin estaban cerca solo para vigilarla, no se podía evitar que las personas hablaran y ellos no sabía que Sarada era su hija, tal vez la desterrarían de la aldea si llegaran a saberlo.

Su hermano, pensaba en el en ciertas ocasiones, seguro ya había nacido y no estaba para recibirlo. Se debatía la situación a sí misma, estaba segura que era la única que podía comprender sus pensamientos.

La luz entraba con facilidad y brillaba en su rostro. Shikadai decía que cuando se encontraba agotado y necesitada descansar, siempre encontraba tranquilidad en cualquier rama de algún árbol donde pudiera esconderse de sus responsabilidades, o de su madre. Le ayudaba a pensar. Y eso hizo, se dejó caer en una de las ramas más alejadas altas, no quería que la encontraran, no después de golpear a esas señoras por enésima vez. Los innumerables castigos ya no funcionaban y la Hokage prefería mantenerla en la mira.

Aprovechaba cualquier descuido para escapar y pensar, es su familia, en lo que había hecho y en una manera de encontrar a su padre.

―Otra vez―

―Escucho la voz algo aguda entre las ramas más bajas de los árboles.

―Tranquila no voy a decir nada, mientras no me molestes o hagas algún ruido. También intento descansar por aquí.

―Shikamaru-sama ―dijo al encontrarse con el azabache medio dormido a los pies de los árboles.

―Solo soy Shikamaru ―termino. ―Te buscan nuevamente en la aldea.

―Lo sé, por eso estoy en este lugar.

―No creo que sea una coincidencia, pero este es uno de mis lugares para dormir y so...

―Soñar con ser una nube, si, Shikadai también lo menciona en muchas ocasiones. La Fruta no cae muy lejos del árbol, es algo que usted menciona con frecuencia también.

―No lo menciones, ese es uno de los problemas que quisiera poder arreglar también, yo asesor del Hokage vaya broma.

―Eres bueno, después de perder a tu padre, no, incluso antes ya habías decidido que querías seguir de cerca al Séptimo.

―No me cuentes el futuro, si se lo que va a pasar antes, entonces no podría tomar mis propias decisiones cuando llegue el momento ―Shikamaru no podía cambiar lo que iba a suceder, pero sabía que no necesitaba conocer más, lo que habría de suceder, terminaría por suceder, hiciera los cambios que hiciera.

―Ya lo saben todos, Boruto se ha encargado de mantener las noticias al día.

―Ese idiota, es igual a su padre, tal vez incluso más travieso de lo que era Naruto.

― ¿Puedo hacer una pregunta? Ya que es usted.

Sarada se armó de valor e hizo la pregunta otra vez, sentía que podía obtener algo del padre de su compañero.

―Tu padre, no es así.

―Sí, quiero saber. Lo necesito.

― ¿Qué vas a hacer una vez que lo sepas? Has pensado en ello.

―No, no lo he pensado, pero por sobre todo quiero saber la verdad.

―Incluso si la verdad, como tú la llamas, te lastima. ¿Aun quieres saber?

―Cualquier cosa es mejor que no saber nada, que tu pasado y tu futuro sea ocultado por las personas que dicen amarte.

―Eres igual y al mismo tiempo diferente de Sasuke, se podía decir que sacaste un poco de cada uno de tus padres. Obstinada, pero bastante sentimental, no sabría decir si es una buena combinación.

―Sasuke era como tú, aunque él era capaz de frenarse y mostrar como si nada fuera de su interés y Sakura siempre estuvo enamorada de él, lo siguió hasta donde fue capaz de hacerlo, pero el camino que aún debe recorrer tu padre, te aseguro que solo el sería capaz de contártelo.

Se marchó. Dejándola cohibida y más llena de curiosidad que antes. Shikamaru tenía razón estaba haciendo las preguntas a las personas que todavía no tenían las respuestas que buscaba.

Tenía una nueva misión. Diferente a la de buscar gatos que siempre solía encomendar la Hokage. Saber dónde exactamente había ido su padre y como podría llegar hasta él.

La respuesta no tardó en llegar. Los jounin no eran los únicos que vigilaban a la pequeña. Las noticias volaban demasiado rápido y alguien más estaba al tanto de la llegada de una nueva integrante en el Clan Uchiha.