Capítulo 22

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Ahora que todo está arreglado, podemos volver al tema que nos interesa de verdad. El señor Yagami ha contactado conmigo y dice que, rastreando el teléfono móvil de su hijo, lo han localizado en un área de doscientos mil kilómetros cuadrados. Genial. Bueno, mejor esto que nada.

El segundo día se me había hecho muy largo, pero por lo menos ya no vamos a volver a tener problemas sentimentales en mi casa. Mihael y Mail son felices, y Nate se está mostrando muy amable con Linda. Al final acabará existiendo algo entre esos dos, es intuición masculina. Aunque no creo que eso exista, en algún momento un hombre debería suponer algo y tener razón, digo yo, ¿no?

Las calles de Tokio estaban abarrotadas de gente, todos miraban las noticias que se mostraban en la gran pantalla. En ellas, se mostraba la cara de mi hermano sonriendo como un psicópata y un cuchillo manchado de sangre en sus manos. No hace falta analizarla para saber que es de Light. Qué ganas tengo de abrazarle y besarle... Qué alegría de que queda muy poco tiempo para que eso suceda.

Yo estaba caminando, dirigiéndome a mi cafetería favorita a tomarme un café y un trozo de pastel de fresa. Necesito relajarme, pero Light no está aquí para ayudarme. Bueno, afortunadamente todo dentro de poco acabará y ya no tendré que sufrir más. El señor Yagami ha hecho un gran esfuerzo por ayudarme a encontrarle, seguramente irá a la cárcel después de esto, dado que han descubierto que sigue vivo. Se lo agradeceré enormemente.

Al divisar mi cafetería favorita, una sonrisa se mostró en mi cara. Entré, apartando todos los pensamientos negativos de mi mente, y vi que estaba casi vacía. Con el tiempo que hacía, lo encontré comprensible, habían dicho que iba a llover mucho. A mí no me importaba nada que no fuera Light, así que no presté atención.

-Elle, cuánto tiempo -me saludó la dueña-. Hacía mucho que no venías.

-Sí, han sido unos cuantos meses -contesté yo con una sonrisa-. ¿Cómo va el negocio?

-Bien, bien, como siempre -sonrió-. Te hemos echado de menos. ¿Lo de siempre?

-Por favor.

Me senté en mi sitio de siempre, una mesa al lado de la ventana. Así podía ver la lluvia, me transmitía tranquilidad y me hacía pensar que estaba en otra dimensión. Me gustaría disfrutar momentos como este junto a Light cuando vuelva. Miré por la ventana, ya había empezado a llover.

Cerré los ojos, disfrutando del sonido de la llovizna caer desde las nubes grises que me impedían ver el cielo azul. Sonreí, suspirando, hacía tiempo que necesitaba algo como esto. Me alegro de haberlo obtenido por fin, he estado muy centrado en Light desde que volvió. Tanto que se me olvidaron muchas otras cosas. Esta cafetería, por ejemplo.

La última vez que vine a este sitio fue antes de que Light despertara.

"Era un día como este, la lluvia caía y las gotas rebotaban contra el suelo. Era una mañana espantosa, la multitud de Tokio había disminuido enormemente debido al mal tiempo. Yo caminaba igual, seguía pensando en Light, y lloraba cuando no se me iba de la cabeza. Tenía miedo de que muriera, no podía despejar mi mente de ninguna forma. Así que decidí ir a mi cafetería favorita.

Las lágrimas hacían que mi vista se nublara y que chocara con alguna que otra persona por la calle. No sólo eran las lágrimas y mi pelo lo que impedían que viera, también la capucha de mi sudadera blanca. Quería llorar hasta que no hubiera lágrimas que derramar, quería encerrarme hasta que me avisaran de que Light había despertado. Simplemente quería volver a verle, acariciarle, besarle... Mi único deseo era tenerlo junto a mí.

Aceleré el paso, y nada más ver la cafetería entré. Suspiré, cansado, intentando relajarme, mientras me quitaba la capucha. Me limpié las lágrimas rápidamente, y me senté en el sitio más apartado de todo el local. Al cabo de unos minutos, apareció la dueña y me miró preocupada.

No me Olvides [Death Note (LightxL) Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora