Capítulo °11°

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Pov Siwon


Desprotegido. HeeChul sale de la habitación y de la casa. Con lágrimas en los ojos, el corazón agitado, vulnerable, acongojado, con un acosador que quiso hacerle cosas impensables, caminando tranquilamente en la calle. Desprotegido, es sinónimo de la condición de Kim HeeChul.


Y yo, me debato entre ir por él y protegerlo del peligro o dejarlo ir y librarme las consecuencias que me conllevarían el de buscar a un hombre homosexual y ofrecerle protección en mi casa. ¿Consecuencias? Siendo cristiano, no debo apoyar ese tipo de costumbres y pecados. En la biblia lo prohíbe y aún así lo traje a mi casa. Dios me observó todo este tiempo ayudarlo. Pero tal vez no le agrade que no le haya hablado de la palabra ni una vez.



Por eso me quedo en casa. No le busco, no pienso en él, no pienso en el acosador y mucho menos pienso en su trabajo. Pero fallo con las últimas tres.




-Hijo, necesito hablar contigo. –La voz de mi padre interrumpe mi lectura de la palabra del señor. Me levanto con parsimonia. Dejo la biblia y las gafas sobre la mesa de noche junto a mi cama. Y es donde me doy cuenta que mi padre a irrumpido deliberadamente en mi habitación




Lo sigo al despacho en total silencio, sin un solo comentario por lo ocurrido hace un minuto. Hipócrita. Me recrimino mentalmente, pues no debo pensar ese tipo de cosas de mi propio padre sin pedirle una explicación o tan siquiera hacerle la observación.



Se sienta en su silla detrás del escritorio y espero a que me ofrezca asiento frente a él. Lo hace a los pocos segundos y obedezco.

-He propuesto a la señora Tan una fecha para la reunión y la tarifa para tratar su caso. –Dice. Espero a que continúe, pero no lo hace y eso me extraña.

-¿Y cuando será ese día? –Pregunto yo.

-Esperaba que me preguntaras eso –Dice y no puedo estar más extrañado. –Últimamente has estado muy distraído. No estuviste al tanto de pactar tú, la fecha para la reunión, no te diste cuenta que dije algo sobre poner una tarifa de su caso, cuando sabes muy bien que eres tú, el que debe valorar tu propio trabajo y sobre todo he observado que cuando leías, tus ojos no se movían como normalmente se mueven al leer. – Cavilo toda la información y me siento extrañamente irritado por mi comportamiento. –No sé las razones por las que puedas estar actuando de esa manera y sinceramente no me interesa. Pero lo que si quiero que sepas, es que debes estar más atento a este y los futuros casos que se presenten. Ya sabes que no debemos disolver nuestros problemas personales y el trabajo en el mismo vaso.

Asiento, me levanto sin no antes asegurarle a mi padre que me enfocaría más en mi trabajo.





***



Domingo. Es un día que para muchos es usado para descansar, holgazanear, jugar, salir de compras, visitar zoológicos, ir al parque y hacer picnics, otros para hacer fechorías, drogarse, prostituirse, festejar en antros e incluso bostezar durante la adoración a Dios. Yo sin embargo, utilizo este mismo domingo para pedir perdón.




Perdón por desobedecer a tu mandato. Perdón por ser débil ante la carne. Perdón por ser hipócrita. Perdón por no reñir a mi primo por su repentino e inadecuado enamoramiento. Perdón por pensar en regañar en mi primo por sus preferencias, cuando yo he protegido a dos homosexuales. Perdón, perdón y más perdón.




-Hermano –Donghae me acaricia el brazo y yo le sonrío.

-¿Como estas Donghae?

-Estoy...

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