Capítulo °2°

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-Porque Dios nos ama y aunque aveces pasemos por dificultades el siempre nos tenderá su mano para levantarnos, siempre tendremos su hombro para desahogarnos y siempre nos dará amor para sertirnos amados. Hermanos míos, a su lado pasará la cestilla de los diezmos. Todo lo que tu viertas allí se os recompensará nuestro señor Dios el triple.

Busco en mi cartera el sobre con el dinero y lo pongo en la cestilla. 500 mil wons todas las semanas, todos los domingos de misa. Oh mi señor no necesito el dinero. El chico de la canastilla me mira y sonríe. Le devuelvo el gesto. Sigue caminando y pasa por todos los lugares. Mientras que yo me dirijo a los pies de mi señor que está crucificado en esa cruz.

-Oh mi señor, ten piedad y bendiceme. -Hago mis oraciones en voz baja, pero se que el me escucha, me escucha siempre.- Eres tan noble y hermoso mi Dios. Perdona mis pecados señor. Dale el pan de cada día a los pobres mi señor. Mi señor te amo mi Dios eres gentil y misericordioso. Gracias por brindarme tu amor. Gracias por abrir tus brazos y arroparme con tu calor. Oh mi gran padre misericordioso ahora me iré, por favor te pido que me acompañes en todo el camino. No me desampares. Estoy a tus pies mi señor.

Siento una calidez en mi hombro giro lentamente para encontrarme al padre Leeteuk, que me mira con su sonrisa y sus ojos brillantes cuando mira a nuestro padre celestial.

-Hijo mio, siento tu aura de felicidad. -Hace una pausa, suspira.- Pero aun te falta algo, estás incompleto todavía.

-Padre, no necesito otra cosa en el mundo que el amor de mi señor. Con el no me falta nada.

-Lo sé hijo, lo sé. -Se retira.

Me levanto y veo que ya no hay nadie en la iglesia. Mis ojos se desvían a una figura conocida. Donghae, el monaguillo más preciado de todos los que asisten a la iglesia.

-Hermano Siwon, veo que te quedaste más tiempo hoy ¿hablabas con nuestro padre? -Asiento y me sonríe. -Es tan hermoso, misericordioso.

-Si, me llena de paz absoluta. No hay nada que falte en mi vida porque estoy con el y el esta conmigo.

-Hermano, ¿has pensado en convertirte en sacerdote? Tu amor puro por nuestro padre es palpable en ti.

Le sonrío y le alboroto sus cabellos. Me despido con una venia y salgo de mi lugar favorito. La luz del sol me calienta, y se que es mi padre quien me regala esa calidez.

Camino por el parque hasta llegar a mi auto. Subo y me dirijo a el cafetín que siempre frecuento, me siento en la mesa de siempre, afuera junto a las flores.

Un muchacho con aspecto de ángel me atiende, me muestra una sonrisa y se que es falsa. El chico esta triste, lo miro con semblante preocupado y el cambia su expresión.

-Se...señor ¿Que...e desea tomar? -Tartamudea y yo le sonrío para que no me tema.

-Quiero un café con jarabe, un pedazo de tarta de fresa y para ti un té con pastel de frutas. -Me mira confundido.

-¿Para mi? -Pregunta inocente.

-Si hermano mio, porque quiero invitarte. Puedes decirle a tu jefe que Choi Siwon es quien está irrumpiendo en tu trabajo.

-Si señor. -Se va con prisa y a los 3 minutos regresa con el pedido y se sienta frente a mi.

Tomo un sorbo de café y llevo una cucharada de tarta a mi boca. El hace lo mismo con su té y su pastel.

-¿Ah que se debe esa mirada tuya? Tan triste y desolada.

-Yo... Yo no estoy triste...-Me dice y juega con su uniforme.

-Mentir es un pecado el cual Dios juzga igual que el asesinato. ¿Como te llamas?

-Ah...-Me mira nervioso- Sungmin, Lee Sungmin.

-Un gusto Sungmin, mi nombre es Siwon, pero eso ya le lo dije -Le tendí la mano y el la acepto.

-Antes que nada, me puede decir ¿porque me invitó?.

-¿Debe haber un motivo para invitarte?- Asiente y yo me río. -Pues la verdad es que pensé que querías un amigo en este momento.

-¿Un amigo?

-Sip, un amigo, alguien con quien desahogarte. Tu mirada es de tristeza, y no me gusta ver a las personas tristes.- Asiente y toma de su té.-También te quería invitar a un lugar. El próximo domingo.

-¿Que lugar? -Sus mejillas se sonrojan- ¿Donde?

-Iremos a la iglesia -Una carcajada se oye detrás de mi, un chico cabello negro esta de espaldas a mi y se ríe como si alguien fuese contado un chiste. Lo ignoro y fijo mi mirada en Sungmin.

-Yo... No se que decir. -Dice y su voz es como un susurro.

-No tienes porque decir algo. Te invito para que encuentres el camino del señor y puedas ser feliz.

-Si como no -Giro y es el mismo chico a mis espaldas. Lo ignoro nuevamente.

-El próximo domingo ve a la iglesia que esta frente al parque. Allí estaré yo. Puedes buscarme si quieres y sentarte a orar conmigo.

-Esta bien, iré. Muchas gracias Señor Choi.

-Dime Siwon y recuerda, el señor te ama.

El asiente y se despide con una inclinación.

Un bufido hace que vuelva a girarme y veo al mismo chico ahora sentado sobre la mesa mirándome con los brazos cruzados.

-¿Crees que ese chico irá a la iglesia contigo? -Dice.

-Disculpa ¿Quien eres? -Pregunto sin ni una pizca de irritación en mi voz.

-Yo mi querido cristiano, soy Kim Heechul, El hijo de satanás. A quién todos temen. Yo soy el que hace que te tiemblen las piernas. Soy yo al que todos aman por mi belleza, mi cuerpo y mis virtudes en la cama. Y tu eres un religioso el cual intenta llevar a ese chico por un camino de aburrimiento y donde el placer es pecado.

-No me das miedo en lo absoluto. Solo le temo a mi Dios. Mi Dios es quien es perfecto, es bello y su camino no es aburrido, está lleno de paz y amor, algo que es suficiente para una persona desolada como ese chico y hasta tu mismo.-tomo aire- Blasfemia es lo que sale de tu boca, pero con ella no rompes el fuerte lazo que hay entre mi amado señor y yo.

-Estoy seguro que ese chico no irá a la dichosa iglesia por mas que insistas. El prefiere la libertad a ser un amargado e hipócritas como todos ustedes.

Saco mi billetera y pago lo que bebí y comí con mi amigo. Salgo del café y subo a mi auto. Voy directo a la iglesia para confesar mi pecado. Pensar en golpear a un hermano por sus palabras es tan insano de mi parte que me hace querer ayunar por 2 semanas.

¿Quieres Ir A La Iglesia? [SICHUL]Where stories live. Discover now