Te elegiría a ti una y mil veces aunque me queme.
Caprichosa, mimada y consentida ella es toda una diva. No te atrevas a mirarla y mucho menos a meterte con su chico. Chico que apesar de ser una bruja la ama. Pero ¿Cuanto puede soportar un niño buen...
Alguna vez han sentido en un abrazo el amor, siempre pensé que el amor no era mas que un sentimiento intangible pero cuando estoy entre sus brazos se que lo puedo tocar. Evan me tiene abrazada contra su pecho de una manera protectora, saco mi cabeza que descansa en el hueco de su cuello, el tiene los ojos cerrados pero sus párpados se mueven inquietos, como si estuviera soñando.
- despertaste - me sobresalto al escuchar su voz, juraba que estaba dormido.
- aja- no digo nada, no tengo la fuerza aun, siento como mi voz pareciera que sigue dormida.
- ¿que pasa? - lo miro fijamente y el toma mi mejilla en sus manos.
- tengo miedo - susurro y me undo en su pecho para evitar mirarlo.
- ¿miedo a que? - el realmente parece confundido, y una parte de mi gruñe al darse cuenta de que los hombres nunca comprenden las señales femeninas.
-miedo a que me hagas daño de nuevo - cada palabra sale de mi boca como si la deletreara.
- princesa no volvere a ser un idiota contigo, nunca más y si eso pasa puedes golpearme. - suelta solemne. Reí, nos abrazamos hasta que mis ojos se posaron en la hora, eran las 6:30 a las 7 teníamos escuela y mi padre, oh no, va asesinarme. me paro de golpe y empiezó a cambiarme.
- ¿nina que pasa?- Evan se incompora luciendo intrigado.
- ya es tarde tengo que ir a casa, escuela , mi padre, rayos el va a castigarme! - chilló histérica- no le avise que dormiria en otro lado - de por sí esto era malo y ahora como le explicaría si me vería llegar con Evan a la casa.
- calmate, desayunamos y voy a disculparme con tu padre. - paro de golpe ¿que estaba diciendo este hombre?
- no tenemos tiempo de desayunar - le grito tirandole una camiseta a la cara - ¿que quieres hablar con mi padre? -seguía vistiendome. - ya es hora de ser presentado oficialmente. -esto va a ser divertido.
*
Llegamos a mi casa, subo corriendo las escaleras eh dejado a Evan en el recibidor en el cuál no había rastros de vida. Tic-toc
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Estoy lista para impactar, no es por presumir pero ese short hace que mis piernas realmente se vieran bien. Al bajar tomo a Evan de la mano y me encamino a la salida.
-Nina - siento como mi cuerpo frena al oír la gruesa voz de mi padre. no señor, no por favor.
- ¿Nina eres tu?
- si papi aquí estoy. - suspiro y camino hacía el aréa del comedor. lo encuentro bebiendo café, me acerco a el y deposito un beso en su mejilla.
- hola papi - digo lo mas inocente posible rogando porque no notada mi ausensia.
- me podrías explicar por que ayer pase por el cuarto de mi niña para decirle buenas noches y no estaba y no solo eso, no llego en toda la noche. -estaba molesto.
