Enamorándome de mi jefe

AL FIN TE ENCONTRE 1/2

ALAN

Me comienzo a estirar aun acostado en ma cama y apago el reloj, eran las 6:00 am, miro aun lado mío  y veo a Alma acostada cómodamente dormida, con ambas manos en su vientre que se asomaba por debajo de su pijama.  Al verla simplemente sonrío, se miraba demasiado relajada, esa tranquilidad desaparecerá cuando  se entere de que sus padres la engañaron toda su vida, quiero que este lo mas cómoda posible para que no le afecte tanto la noticia, sus papás al principio no querían contarle, pero estaba su hermana de por medio, y Alma tenia que saber la verdad, por más dolorosa que fuera. Sus padres vendrán esta semana donde le contaran la verdad.

Mire a Alma una vez mas, duerme profundamente, me acerco y le doy un pequeño beso en la frente, es increíble como esta mujer se ha convertido en una necesidad para mi, quiero que ella este bien, me gusta el verla todo los días, no se, aunque nuestra situación no se dio en los mejores términos, ella ahora es mi parte de mi familia, una familia que construiremos juntos, la amo, no quiero que sufra, quiero ser un buen hombre para ella, quiero ser un buen padre para nuestros hijos. Nuestros hijos, una parte de Alma y de mi, diablos, estoy contento, quiero que ya estén aquí.

Sonrío y me levanto de la cama, es hora de trabajar.

ALEXANDRA
¿Se han preguntado alguna vez, si realmente vale la pena seguir?, ¿vale la pena realmente seguir en un lugar donde cuando desaparezcas nadie notara tu ausencia?, ¿Si llegaras a desaparecer por lo menos alguien se ocuparía de tu funeral? a lo largo de mi vida estas preguntas me han surgido por mi mente, duele, si, duele saber la respuesta.

Tengo amistades pero dudo mucho qué el hecho en que desaparezca les afecte, bueno, tal vez la primera semana sientan pena pero después de un par de meses se olvidaran de que alguna vez existió una Alexandra. Siempre he tenido carácter fuerte, siempre me hago la fuerte, no quiero ser debil, no puedo darme ese  lujo, las mujeres independientes y fuertes

Toda mi vida estuve en una casa hogar, bueno excepto una vez, cuando cumplí 15 años fui recogida por una familia, fue la peor experiencia de mi vida. La mujer Martina y el señor Victor quien tenia una hija llamada Marisol, eran personas realmente complicadas, sobre todo mi padrastro.

No voy a negar que me sentí feliz al ser adoptada tan grande, era casi un milagro, al principio todo fue tan agradable. Martina era una mujer joven de 35 años, ella no podía tener hijos, me contó que una ocasión estuvo embarazada pero perdió al bebé, aunque se llevaba bastante bien con Marisol, quien era una niña de 16 años, ella era realmente una malcriada, le consentían todo, sobre todo Victor. Victor era un hombre de un carácter fuerte, era una persona realmente desagradable, era una persona repugnante, llegaba molesto del trabajo y todas en la casa teniamos que estar en silencio atendiendo ordenes de el, habia ocasiones que golpeaba a Martina, el simple recuerdo de los gritos de ella me daban escalofríos, unos gritos ayuda, ayuda que nunca recibió. El hecho de estar cerca de esa casa me hacia sentirme asfixiada, trataba de comportarme, ya que no me podia dar el lujo de ser una desagradecida, pero con el paso del tiempo, sabia que mi autoestima y mi voluntad decaían, era horrible estar asi, estar en una familia y estar sola, el saber que nadie te iba a apoyar en nada.

Es horrible el saber que no encajas para nada en tu propia familia. Aunque técnicamente ellos no eran mi familia, y yo nunca la había tenido, siempre he estado sola.

Si, la soledad también duele, es como un veneno, poco a poco te mata, tal vez yo no sea normal y eso me impida adaptarme, pero, ¿enserio?, ¿adaptarme?, una persona sabe cuando es bien recibida en un lugar, ¿Como adaptarse a un hogar donde no eres bien vista?

Al final esa familia fue destruída, por las pequeñas y grandes mentirás de todos en ese lugar, la falta de comunicación, el miedo, eso provoco la muerte de un integrante, él encarcelamiento de otro y el abuso de drogas de la pequeña integrante.