GRACIAS FLERIDA

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ALMA
El sol iluminaba gran parte de la habitación, miro aun lado de mi, para mi maravillosa sorpresa Alan esta acostado aun lado, el dormía profundamente mientras su mano aun seguía en mi vientre, sonrío de felicidad.

Lo de ayer no fue un sueño, las palabras de Alan, todo fue como un sueño.

El no se quiso despegar de mi en toda la noche, pensándolo bien esta es la primera vez que Alan y yo dormimos en la misma cama desde que estamos casados.

Me levanto de la cama y me dirijo al baño, mientras observo como Alan sigue profundamente dormido. Entro al baño y preparo la ducha, hoy es el evento de la asociación de esposas, tengo que tener mucho cuidado.

Se Que no le pareció para nada a Alan que decidiera ir, ya que el me lo había advertido, pero tengo que ver por mis propios ojos lo que esta pasando en ese lugar, quiero ver la clase de personas que son.

Salgo de la ducha y me pongo una bata de baño. Salgo del baño y para mi sorpresa Alan no esta en la cama, solamente esta Romina quien esta aquí para darme mi té.

-Buenos días Señora-dice

-Buenos Dias Romina, ¿Haz visto a Alan?-digo

-Lo vi saliendo de la habitación-dice Romina

-Bueno-digo

-La señora Silvana me ordeno que le dejara su vestido en su closet señora, y me dijo que en un rato mas vendrán a peinarla-dice Romina

-Muchas Gracias-Miro la taza de te en la mesita.

El puro olor del te me producía nauseas, y verdaderamente no tenia ánimos de vomitar.

-Por favor retira el te-digo cpn asco

Romina pela los ojos.

-¿Segura?

-Si, me están dando nauseas-digo

Miro que hace una mueca, simplemente la ignoro, ella se Retira de la habitación. Me levanto de la cama y me dirijo al closet, y miro un hermoso vestido largo color dorado, con unos detalles color rosado era un poco escotado, era un hermoso vestido sin duda.

-Alma...-dice Alan desde la habitación.

Me dirijo hacia donde el esta, el traia en manos una pequeña charola en las manos, lo miro y no evito que se me salga una sonrisa.

-Hola extraño...-digo sonriéndole

-¿Como amaneciste?-dice

-Bastante bien y tu?-digo

-Muy bien, solo que alguien alado de mi no paraba de moverse de un lado a otro, fue como dormir con el demonio de Tasmania-dice bromeado-¿Como están cosa 1 y cosa 2?

Sonrío, el pone la bandeja en el pequeño comedor.

-Bastante bien...

-Como no iban a dormir bien, estuve aun lado de ellos toda la noche -dice- Ven a desayunar

Me dirijo ala mesa, Alan me da la charola, en donde tiene un plato de fruta fresca, un pedazo de pan tostado con Nutella encima, y dos huevos acompañados de tocino, y jugo de Naranja. Con solo ver el desayuno mi estomago gruño de repente. Alan ríe.

Enamorándome de mi jefeOnde histórias criam vida. Descubra agora