Al contrario que sus padres los míos nos dejaban tener privacidad sin pedir que dejáramos la puerta abierta, lo cual nos beneficiaba ya que en ocasiones teníamos nuestra sesiones de besos.

Cada que salía con Camila trataba de ser lo más detallista y romántica con ella, quería sorprenderla todos los días más sin embargo no sabía cómo. Siempre hablaba con Troy y Lucy para que me dieran clases de cómo ser detallista, ellos se burlaban de mí pero yo lo hacía por mi novia.

En ocasiones le regalaba una rosa, no entendía porque muchos regalaban ramos o las llenaban de estas, a veces quería hacer eso disculpándome con ella por no darle miles de rosas, Camila siempre negaba y decía que una rosa la hacía más feliz porque se lo daba de corazón y no por hacer algo que todos hacer por siempre costumbre.

Cada que estábamos en mi habitación nos acostábamos en la cama y pasábamos horas platicando a menos que nos estuviéramos besando, Camila tenía la manía de recostarse en mi pecho y jugar con el dobladillo de mi camiseta, yo siempre dejaba pequeños besos en su cabeza que la hacían suspirar.

* * * * *


Estábamos en mi habitación acostadas en la cama perdiéndome en su aroma.

- Amor. – escuche la voz de Camila.

- ¿Qué paso?

- Te estoy hablando y no me contestas – se levantó de mi pecho y me miro - ¿En qué piensas?

- ¿Quieres que te diga la verdad? – pregunte mientras acomodaba un mecho de su cabello detrás de su oreja.

- Si.

- Estaba pensando en ti y en lo feliz que le haces. – una sonrisa apareció en su rostro y un rubor se apodero de su mejilla.

- Te quiero tonta.

- Yo te quiero mucho más, no sabes cuánto.

Acorto la distancia que nos separaba y me beso mientras subía a mi cuerpo para poder tener una mejor facilidad al hacerlo.

El beso poco a poco fue subiendo de intensidad, y ya era uno tierno si no uno apasionado donde me dejaba saborear su lengua. Acaricie su espalda y sentí como se quería separar de mí pero no la deje, me acerque a su odio.

- Relájate bebe. – susurre.

Nuestros ojos se encontraron y yo le regale una sonrisa demostrándole confianza y que se dejara llevar, el cual ella correspondió de la misma manera.

Volví a sus labios para saborear cada parte de ella.

De un momento a otro gire en la cama ahora quedando sobre ella lo cual hizo que se sorprendiera pero solo reiremos.

Nuestras bocas no se separaban y nuestras lenguas se abrazaban sin querer soltarse, tome el valor y termine el beso para bajar y dejar besos húmedos en su mandíbula. Su respiración cada vez se agitaba mas, poco a poco baje a su cuello y me deguste de la mejor forma probando cada parte de la zona sin dejar nada por besar. Escuche pequeños gemidos de Camila lo cual hizo que me comenzara a excitar y querer probarla por completo.

Decidí separar su blusa de su hombro y deslizarlo un poco, para comenzar a besar y morder esa región.

- Lauren – escuche su voz pero no le hice caso – Lauren – estaba más perdida por mi placer que por la incomodidad de Camila – Lauren.

- Tranquila bebe, relájate – dije sin quitar mi boca de su piel y con mi mano acariciar su costado el cual sentí que comenzó a tensarse. - Me acerque a su oído y mordí el lóbulo de su oreja.

Decisión Incorrecta - CamrenWhere stories live. Discover now