Capítulo final 41

Start from the beginning
                                    

Apenas si paso la puerta cuando mamá Ruth me da un recibimiento lleno de angustia, lleno de amor, es seguro que ya se ha enterado de las noticias, el señor Steven la ha mantenido informada de todo.

—Debería ir a ver a Will—digo a mitad del abrazo—, necesitará mucho de su familia.

—Hija, ya me contó Steven lo que pasó, tengo la certeza de que ese muchacho estará bien. William no va a renunciar a ustedes, su memoria va a regresar y los va a necesitar a su lado.

Claro que sí, eso mismo creí yo, por eso me dividí entre nuestros bebés y él, por eso dejé en el correo pendiente las pruebas de ADN que me mandó Eva, por eso suspendí mi vida hasta que despertó.

—La vida me odia, mamá Ruth. Nunca voy a ser feliz, le hago daño a cualquiera que amo, mi hermano, Miller, mis bebés, ustedes... ¡Soy un imán de la mala suerte!

—¡Eres humana! Es de humanos no tener una vida perfecta, es verdad que te tocó más complicaciones que a otros, pero, Brooke, eso demuestra lo valiente que eres, sigues siendo amable y a la espera de una vida feliz.

—¡Ya no quiero esperar! Tengo que protegerme, no tiene idea de la manera en que miró, estaba tan... distante. Era como verlo cuando recién entré al periódico. No me gustó esa sensación de ser la intrusa en la habitación, ya no puedo con todo.

Me ve con una ternura que solo recuerdo haber visto en mi madre y es en este momento en que más la extraño, mamá Ruth toma mi mano y me lleva a la habitación de mis bebés y algo en mi pecho se expande, los veo dormidos juntos en la cuna de Liam, están descansando, todo para ellos es bueno, yo me siento con el corazón roto, los pechos un poco adoloridos por amamantar y estoy exhausta de ir y venir del hospital, creo que ya no puedo continuar. Es simplemente demasiado. También noto que Bennet se ha separado de ellos, no pregunto la razón, pero me lastima no tenerlo para mí en este instante.

—Para esos niños eres su todo, las mamás somos tan importantes como los padres y Steven es un gran ejemplo de ello, pero, hija, las mamás cargamos con más cosas de lo que ellos jamás sabrán, no estás bien, estás cansada tanto física como mentalmente, te has esforzado más de lo que deberías y claro que estoy muriendo por ir a ver a mi hijo, pero aquí estamos, viendo a las dos razones por las que tú y yo estamos aquí, porque para Will sus hijos lo son todo y cuando se recupere que sé que lo hará, apreciará lo que ahora haces por amor, confiaste en él para amarte, confía en él para volver a ti.

—Tal vez necesito un tiempo—en cuanto esa idea sale de mi boca siento un malestar en mi estómago, la idea de irme y abandonar a Miller ya no suena tan atractiva.

—Brooke, no puedo obligarte a quedarte, pero quiero que me escuches, ¿de acuerdo?

Suspiro muy cansada de ir en contra de la marea, dejo a mis bebés dormir para sentarme en una de las mecedoras que pusimos en la habitación, señalo la otra para que mamá Ruth tome asiento, solo entonces continúa.

—Steven y yo... no tuvimos un inicio fácil en nuestra relación, yo sabía que ese hombre sería mi esposo y aunque él se resistió al principio, en el fondo también sabía cómo terminaría todo. No quiere decir que las cosas fueran fáciles para nosotros, yo vengo de una familia como la tuya, bastante problemática, con tanto dinero como problemas, ¿Cómo decirte que Steven se hizo mi novio para encerrar a mi padre en prisión? —ante eso sí que jadeé sorprendida—, lo sé, menudo imbécil. Con sentido de la justicia, pero menudo imbécil por usarme. Mi punto es que mentimos, peleamos, nos herimos, nos separamos y cuando creí que realmente no podría con toda la presión... al final me quedé con él, cuando llegó el momento de estar frente al altar con otro hombre decidí dar media vuelta y correr a buscar a Steven, por supuesto que este ya estaba estacionando su motocicleta en la iglesia, así que nos fuimos de ahí.

Todo lo que quieroWhere stories live. Discover now