Mi genio es DEMASIADO

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Eeem... después del cap les explico lo que pasó :c 

Me hacen llorar loco, aún cuando desaparecí del mundo ahora que entro llegó y hay como UN MONTÓN DE COMENTARIOS Y VOTOS Y MENSAJES Y TODO Y LLORO DE ALEGRÍA Y CULPA PERDONEN NO MEREZCO TANTO CHE NO MEREZCO :/ -oks las dejo leer mianhe jjajajajja:


Desde la pequeña ventanilla seguía entrando la fría brisa de antes, sólo que ahora ese pequeño percance no parecía importarle a ninguno de los dos individuos dentro de la habitación. Hasta deberían agradecer algo de frío entre tanto calor.

El genio sentía un poco de vergüenza, después de todo él jamás había experimentado algo como lo que estaba haciendo en esos momentos con Yoongi. Una de sus preocupaciones era que su amo pueda llegar a pensar que él era un completo ignorante sobre el tema; y la verdad es que si de experiencia se trataba, sí lo era. Pero su amo ni siquiera lo dejó indagar mucho en su mente sobre ese tema; algo que le encantaba de su amo, era que lograba que despeje su mente casi completamente, de una buena manera. De todas formas, lo último que necesitaba ahora era torturarse y pensar en eso, debía concentrarse en hacer lo que su amo le ordenó, y aunque haya sido una orden, Jimin no se sentía siquiera presionado. El saber que Yoongi estaba en ese estado lo hacía sentir muy orgulloso, muy hermoso, muy valioso, muy capaz. Definitivamente haber conocido a Yoongi había sido algo muy significativo y provechoso para ambos. Como si cada uno podría enriquecer su vida con la ayuda del otro; casi como ayudándose a vivir una vida más completa y feliz con lo que uno de ellos ofrecía y al otro le faltaba. Era como complementarse, como si su relación fuera como la fusión del Yin y el Yang.

El genio rápidamente dirigió sus coloridos ojos, en los cuales predominaba el gris y el dorado,a Yoongi; el cabello negro de su adorado amo se encontraba algo húmedo, gracias a una leve capa de sudor provocado por sus entrecortadas respiraciones y su proximidad, sus ojos se encontraban algo cerrados, y aunque Yoongi no tenía los ojos expresivos de Jimin, el genio pudo identificar la lujuria en su mirada de cualquier manera. Sin siquiera intentar quitar su densa mirada, Jimin siguió observando como su remera estaba algo arrugada y bastante pegada a su cuerpo, a muchos podría resultarles desagradable algo como eso, pero a Jimin lo hizo atragantarse con su propia saliva. Su amo era muy atractivo, pero en esos momentos Yoongi se encontraba más sugerente de lo normal.

Al genio le costó mucho omitir un quejido bastante necesitado al ver como Yoongi se quitaba la remera gracias a la sofocación, y pasaba su mano por sus enredados cabellos negros para quitarlos de su frente, mientras se relamía lentamente los labios con su mirada fija en él. Jimin cerró los ojos y se concentro en recordar todo lo que Yoongi le había dicho, aunque no fue una tarea muy difícil, ya que esas palabras seguían resonando en su cabeza, seguían excitándolo sin descanso.

Los pensamientos de Yoongi no eran muy diferentes a los del genio; sólo que Yoongi se encontraba admirándolo aún mucho más. El mayor entendía la maravillosa belleza del genio y la increíble lascivia que derramaba todo su ser, pero aún así le costaba creer que algo tan fascinante como su genio exista en éste mundo. Al observar esos ojos, que en esos momentos lo miran con las mismas intenciones con las que él lo observaba, casi creyó que estaba demente, y que algo tan fantástico y perfecto no podía ser real, al menos no en este planeta tan repulsivo. Y si él no estaba loco, entonces éste mundo no merecía a un ser tan extraordinario como lo era Jimin. Llegó a la conclusión de que él tampoco merecía a una maravilla como Jimin, pero de todas formas esos pensamientos no duraron más que unos segundos en su cabeza. Ya que, vamos, ¿quién se pondría a pensar ese tipo de cosas por tanto tiempo, justo en un momento como ese? Creo que mis años de amistad con el filosofo Namjoon me hicieron daño fue lo último que se cruzó por la mente del mayor. El mayor notó como su genio comenzaba a observarlo, y decir que el menor estaba poniéndolo más duro no era ninguna exageración. El genio mantenía ese característico sonrojo en sus redondas mejillas, sus ojos eran, más que un mar de colores, una tempestad de emociones, sus labios se encontraban de un color carmesí demasiado sugerente y ambos estaban separados, dejando escapar la respiración entrecortada del genio. Yoongi decidió no quedarse embobado con los labios del menor; aunque le costó bastante quitar la vista y dejar de imaginar algunas obscenidades. Cuando vio el cuerpo del menor, con esos calzas, tan bien y ajustados, ahora mejor marcados gracias al sudor, dejando apreciar mejor esas piernas, esos músculos, esas caderas, el mayor sintió el calor en su cuerpo aumentar rápidamente, y entonces comenzó a quitarse la remera, aún sin dejar de ver al menor como un vicioso. Pero, ¿acaso alguien podía culparlo? Lo más difícil fue caer en el momento, y al ver los ojos cerrados del menor, lo recordó: Jimin aún tenía que vestirse. Creo que me voy a morir, no puedo creer que así nada más se ve tan tentador, y imaginarlo ahora con todo lo que le pedí... El mayor no alcanzó a terminar de pensar, cuando el menor ya estaba listo. Y Yoongi, no, la verdad es que no estaba listo para ver algo tan erótico.

Mi bello genio //  YoonminWhere stories live. Discover now