Doble cara

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—Eso no va a pasar, ¿eh? —se burla mi amigo—

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—Eso no va a pasar, ¿eh? —se burla mi amigo—. Tranquilo, si sigues así sacarás humo por las orejas.

Estoy por romperme los dientes de tanto apretar la mandíbula, pero me da igual. Ahora mismo tengo bastantes ganas de romper otras cosas, esta lista sería una de ellas.

—Mírale el lado bueno.

—¿Cuál sería el lado bueno? —trato de controlar la ira para no desquitarme con Matt.

—Me tocó la profesora Macguire. —Me enseña todos sus dientes, los cuales entran quinto en mi lista de cosas por romper.

—Hablaré con el director y le pediré un cambio. —En cuanto intento irme Matt me sujeta.

—Si haces eso el único cambio que conseguirás será para otra escuela.

—Tiene que haber algo que pueda hacer, y no digas renunciar porque sabes que no lo haré.

—¿Tan malo sería que ustedes dos trabajen en equipo?

—¿Tan malo fue el ébola?

—¿En serio vas a comparar a la encantadora profesora de música con el ébola? ¿No crees que exageras?

Me quedo callado, fulminando con la mirada aquel nombre escrito al lado del mío.

—Tal vez puedas ver esto como una oportunidad para que hagas las paces con...

—Prefiero el ébola.

—¿Podrías repetirme por qué te desagrada tanto esa mujer?

Nunca le dije la razón, y por más que me haya pedido que se lo diga me he negado a hacerlo. Prefiero no recordar cómo empezó todo, cómo es que esa mujer entró segunda en mi lista de odio. Lo sé, tengo una clara obsesión con las listas, y tengo una lista que enumera las razones por las cuales siento una obsesión con las listas.

—Dime que no la detestas porque se parece a tu madre.

Mi madre encabeza esa lista de odio. No he hablado con ella desde que entré a la universidad, exactamente desde que le dije que me convertiría en profesor.

—Tengo que ir a clase —es lo único que digo antes de irme.

¿Por qué odio tanto a esa mujer? ¿Por qué no soy capaz de siquiera pensar en la idea de llevarme bien con ella? Y no, no se parece en nada a mi madre, la envidiable mujer de negocios. Aunque, en realidad si tiene un parecido con ella.

Ambas me enseñaron que nunca debo confiar en una mujer.

Desde entonces no he mantenido una relación seria con ninguna chica, solo encuentros cortos sin importancia. Claro, hasta que me aburrí y decidí enfocarme en mi carrera.

Dejo de caminar en cuanto la veo acercarse. Tomo aire y camino más decidido hacia ella.

—Profesora Fox.

—Profesor... —La tomo del brazo y entro con ella al cuarto de limpieza— ¿Qué cree que hace? —Se quita esa máscara de amabilidad que ha usado para engañar a todos en esta escuela menos a mí—. Gritaré si se atreve a hacerme...

—¿En serio cree que tengo algún mínimo interés en tocarla?

—No pareció molestarlo cuando me arrastró hasta esta pequeña... —Le da un vistazo a los objetos de limpieza regados a mi derecha—. Habitación. ¿Qué quiere? —Se cruza de brazos, mostrando esa irritable seguridad que hasta el momento no he podido derribar.

—Quiero que le diga al director Montgomery que no participará en el torneo de este año.

—¿Y haría eso por qué...?

—Es eso o que usted y yo compitamos juntos, y sé que esa idea le desagrada tanto como a mí.

—¿Está diciendo que nosotros...? —Desfigura su rostro de tal modo que me confirma lo mucho que me estima—. Justo me dirigía a ver la lista, ¿en serio me tocó como pareja?

—Así es, entonces... —Le doy otro minuto para que lo digiera, o para que no me vomite encima ya que su cara ha perdido el color.

—Iré a decirle a Charles que me cambie de pareja ahora mismo. —Me aparto de la puerta para dejarle pasar, como si un leve roce de ella fuera a provocarme algún tipo de enfermedad.

Empieza a sacudir la perilla, y arrugo la frente ya que se está tardando en moverla.

—Está cerrada.

—¿Qué dijo? Eso no es posible. —Quita su mano y es mi turno de sacudirla, pero esta parece atascada.

—Creo que solo abre por fuera.

—¿Cómo lo dedujo? —ironizo, sin rendirme con la perilla.

—Fue usted quien la cerró, así que esto es su culpa.

—Póngase a un lado, la echaré abajo.

—¿Y a qué lado quiere que me ponga? ¡Apenas y puedo moverme!

Sacudo la cabeza sin ganas de oír sus quejas y me pongo a golpear la puerta esperando que alguien me oiga.

—Ya todos están en sus aulas, tendrá suerte si algún alumno aventurero decida faltar a clase y casualmente pase por aquí.

—Si tiene alguna mejor idea la escucho, de otro modo le pediré que cierre la boca.

—Usted cierre la boca, yo gritaré por ayuda.

—No se atreva... —No consigo cubrirme los oídos a tiempo, y estoy seguro que en cualquier momento uno de estos empezará a sangrarme. Le cubro la boca apenas tengo oportunidad—. ¿Está intentando asesinarme?

Forcejea con mi mano, pero no la suelto ya que podría volver a chillar como si alguien la estuviera descuartizando. Me aparta de un empujón y me golpeo la espalda con la puerta.

—Idiota, ¡casi me asfixia! —Respira por la boca.

—Y usted casi me deja sordo, diría que estamos a mano. —Me abofetea tan rápido que tardo unos segundos en confirmar que en verdad lo ha hecho.

Me restriego la mejilla con el dorso de la mano hasta la boca, y hiervo en enojo al notar la mancha de sangre. No me creo la cara de sorpresa que ha puesto, como si no hubiera querido hacerlo cuando bien sé que es todo lo contrario.

—Tú... —La puerta me empuja con fuerza hasta ella, y para no tropezar me apoyo de la pared.

Me quedo quieto, observando ese par de ojos verdes que me recuerdan al gato de mi tía, quien casualmente ha aprovechado mis visitas para arañarme a su gusto. Aparta la mirada, pero en vez de relajarme trago saliva al darme cuenta que se enfoca en mi boca. Abre la suya, supongo para volver a reclamarme, pero lo único que sale es una exhalación.

Respira con fuerza, como si acabara de correr, y mantiene los labios entreabiertos, otro indicio de su agitación. Siento la boca reseca y la remojo con saliva. Esa acción la hace gruñir de tal modo que me deja paralizado.

—¿Qué hacen aquí?

Me aparto como si fuera una bomba nuclear, y encuentro al conserje en el marco de la puerta. Salgo lo más deprisa sin molestarme en dar explicaciones.  


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Capítulo más pequeño que el "pepino" de mi ex (?)

PUBLICADO: 11/08/15

SOUNDTRACK: Give It To Me Twice - Party Favor

No soporto a Hayley FoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora