Capítulo 28.|Hay un 3212.

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Leah.

Tengo aproximadamente veinte minutos tratando de comunicarme con Aaron y no me contesta, y sé exactamente porqué no lo hace. Es que no lo puedo creer, no puedo creer que Aaron no haya cumplido su promesa. Camino de un lado al otro con el celular en mi oído mientras los tonos del otro lado de la línea se escuchan. Vuelve a mandarme a buzón de voz, y Aaron sigue sin contestarme.

—¡Mierda!—exclamé sumamente enojada y desesperada.

—Leah, cálmate un poco, ¿quieres? Le vas a hacer un vacío al suelo—insiste Alice con voz preocupada.

—¡Es que no puedo calmarme, Alice!—grité y luego traté de respirar—. Aaron es un irresponsable, no puedo creer que fue capaz de hacer esto.

—Pero, ¿cómo estás tan segura de que fue él quien golpeó a Harry?

Suspiré.

—Porque resulta que ayer Aaron me comentó que se habían encontrado y que tenía deseos de golpearlo, yo le había hecho prometer que no lo hiciera.

—¿Por qué Aaron querría golpear a Harry hasta perder el conocimiento?—vuelve y me pregunta Alice muy confundida.

La miré y tragué saliva fuertemente. Aún no le había contado lo sucedido a Alice.

—Harry quiso forzarme a tener sexo con él y Aaron había llegado en ese momento, lo golpeó, por eso los golpes anteriores—suspiré y pasé mis manos por mi rostro—. Aaron no quedó satisfecho y quiso volver a atacarlo.

Alice me miraba sin poder creerlo.

—¿Harry intentó volver a forzarte? ¡Pero que imbécil!Yo le aplaudo a Aaron que lo haya dejado sin conciencia.

—Si Harry habla con la policía y dice el nombre de Aaron, él estaría en serios problemas—le recuerdo.

Alice suspiró.

—Bien, tienes razón, solo hay que calmarnos—se acercó a mí—. Leah, entiendo tu postura pero entiende también a Aaron, él solo quiere protegerte.

—Pero no de esta manera Alice, a los golpes no se soluciona nada. ¿O no ves como está Harry? Podía haber muerto. Aaron pudo haberlo matado.

—Intenta llamarlo otra vez—me pide.

Tomo el celular y marco su número. No sé que sea mejor, que conteste o que no, porque la verdad estoy muy enojada con él. Esta mañana cuando llego al trabajo, Emma me recibe con la noticia de que Harry esta en cuidados intensivos por varios golpes en todo su cuerpo y que no estaba nada bien, al instante pensé en Aaron. Harry no estaba para nada bien, los golpes habían sido demasiado fuertes y no podría ni siquiera hablar de los huesos que se le han roto.

Dos tonos, tres tonos, cuatro tonos y vuelve a mandarme al maldito buzón de voz.

Colgué exasperada.

—Yo ya no insistiré más con tu hermano, voy a ver como sigue Harry.

Comencé a caminar y Alice me detuvo por el brazo.

—Leah, yo intentaré llamarlo y decirle que te devuelva las llamadas, pero por favor ten un poquito de paciencia con Aaron, esto de proteger a alguien más que no sea a él mismo, es nuevo para él.

Negué y soltando un suspiro agotador, terminé de caminar por el pasillo, dirigiéndome a donde se encontraba Harry. Esto era muy agotador. Harry estaba muy mal, está consciente pero sus golpes son demasiados fuertes y notables, le costará un buen tiempo reponerse de ellos. Dos costillas rotas, un brazo fracturado y moretones por todo su cuerpo fue lo que Aaron terminó haciendo, y aunque se lo merezca, no quiero ver a Aaron en problemas.

Mi Perdición #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora