—Están bien, señor Hitman. Fue todo por una tonta discusión y es que nos alteramos y dijimos cosas hirientes. La mayor parte de culpa es mía, le oculté a Brooke información importante.

—Ustedes dos... juro que un día de estos me van a matar—mi sorella ayuda al señor Hitman a sentarse porque de verdad parece que perdió treinta años de vida.

Iba a seguir hablando pero un grito nos interrumpe.

—¡William!—veo a Elisa correr a mi dirección —¿¡Por qué no me avisaste!?—la chica casi echa humo por las orejas.

—Porque...

—No, no me digas nada porque si vuelves a abrir la boca te mato seguramente ¿Puedo verla? ¿Está bien? ¿Mis sobrinos? ¡Es mi mejor amiga! ¡Por favor! ¡Oh por Dios, no!—se derrumba literalmente. La atrapo antes de que toque el suelo.

—¡Eli!—llega Matt, la quita de mis brazos y comienza la chica a sollozar más fuerte.

—Brooke y los bebés están bien. Están siendo monitoreados.

—¿Qué rayos pasó?

—Eli, ahora no—trata de detenerla Matt—, Will no está bien para hablar de esto ahora.

—¿Y cómo mierda crees que estoy yo? ¡Nadie me aviso que mi mejor amiga está en un jodido hospital! ¡Si no es por Emily que le contó Azul yo no me entero! ¿Señor Hitman? ¿Cómo supo de todo esto?—le pregunta a nuestro jefe que parece que está asimilando toda la información, de verdad se ve mal.

—Pasé por ellos para ir al evento, una mujer me contó lo que pasó y me vine corriendo.

Eli se zafa de los brazos de Matt y se sienta a lado del hombre mayor, entiendo que esta es una emoción fuerte para cualquiera.

—¿Hijo? —mi papá llega acompañado de mi mamá—, ¿ha sucedido algo? —repito lo que ya le dije a Elisa y al señor Hitman, incluso ellos me ven con preocupación.

—Mi nuera es una mujer resistente, esos bebés estarán listos para nacer en cualquier momento, ya verás—mamá me hace agacharme para besar mi mejilla y pegar su frente a la mía—, eres mi pequeño, bebé, Will y sé que amas a esa mujer así que por ella y por ti no entiendo porque no has ido por todo como siempre haces.

Creo que las palabras de mi mamá me calan en lo más profundo porque a pesar de que siempre hice el todo por el todo, con Brooke las reglas del juego cambiaron y olvidé lo más importante, si quiero algo lo consigo, no hay nada más que decir.

—Ella es diferente, quiero que quiera quedarse conmigo, quiero que por una vez alguien me elija a mí.

—Mi niño—mamá llora abrazándome fuerte.

Minutos después todos mis hermanos nos acompañan, creo que más de la mitad de la sala de espera está aquí por Brooke, nos mantenemos unidos, Nico me entregó en carpetas la información que necesitaba así que tengo a Marcos y a Adam a mi lado leyendo todos esos reportes, a pesar de que aquí está segura quiero que cuando salga de todo esto mi Cielo pueda estar tranquila.

—¿Cómo te sientes, hombre? —la pregunta de Matt me mantiene un poco pensativo porque sé que estoy muy preocupado, muy alterado, tengo un temor como jamás imaginé.

—Es difícil saber que mi familia depende de que mi Cielo esté en paz y que yo solo la alteraría seguramente.

—Brais se está haciendo cargo de todo el evento, pero quiere que sepas que está para ti.

—Esa revista es importante para mi Cielo, merece que el periódico la reconozca por su maravilloso trabajo.

—Sí, bueno, Bennet no creo que piense lo mismo.

—¿Disculpa? —veo de lo que habla cuando el hombre aparece totalmente enojado, no proceso el motivo por el que se aparece en el hospital cuando me levanta agresivamente de mi lugar, me repongo y devuelvo el empujón provocando que caigamos al suelo.

—¡Basta! ¡Bennet, detente! —grita Elisa, un par de camilleros llegan a tratar de separarnos, pero entre la adrenalina que causó y el coraje que ya siento por mi mismo, me obligo a golpearlo, Bennet no se queda atrás y me devuelve el puñetazo.

—¡Eres un jodido imbécil! ¡Brooke estaba a tu maldito cuidado y le fallaste! ¡Le fallaste a sus bebés! —estaba tan enojado que solo me hizo enfurecer más porque en realidad a él no le importa, no tiene nada que hacer aquí.

Mis hermanos toman a Bennet que debo decir a penas entre los tres son capaces de detenerlo, su fuerza es muy sorprendente porque incluso los arrastra para echarse encima mío de nuevo.

—¡Bennet! ¿Qué es este show de tan mal gusto? —le inquiere el señor Hitman plantándose frente, solo así se queda quieto.

—¡Confié en Miller para cuidarla y mire dónde terminó! ¡No me metí en su vida porque pensé que este imbécil era capaz de hacerla feliz!

—¡En todo caso no es tu problema! ¡Brooke es mi esposa! —mi arrebato hace que papá me detenga de nuevo.

—¡Señores! ¡Están en un hospital! O se calman o se van de aquí los dos, no me importa, señor Miller que sea el papá de los bebés, no podrá ver a su esposa—nos amenaza el doctor Harper, parece muy sorprendido de mi actitud, pero Bennet no puede venir aquí a culparme como un novio celoso.

—Usted me dijo que en un par de horas podría ver a Brooke, pero no me han dado más información ¿Qué sucede? ¡Necesito respuestas ya!—mi reclamo lo hace suspirar como tratando de encontrar paciencia.

—La señorita ha dado órdenes de que no quiere ver a nadie.

—¿Cómo? ¡Ella no puede hacer eso!—grito enojado.

—Sí puede y si ver a alguien afecta su estado emocional no sería de mucha ayuda para el estado físico así que sí pudo, ahora si me permite tengo otras cosas que hacer—se da media vuelta, pero Bennet de inmediato lo detiene.

—Por favor, no. Por favor déjeme verla. Se lo suplico—¿Quién se cree este sujeto?

—Las ordenes fueron claras, señor. No puedo permitirle la entrada.

—Le juro que ella me querrá ver y si no, me iré, por favor. Ella no sabe que estoy aquí, pero me querrá allí.

No sé porque, pero hasta yo casi me conmuevo con esa súplica, el doctor Harper se lo lleva por el pasillo y solo incrementa me frustración. ¿Qué puede tener Bennet que merece más estar con Brooke? En esta sala de espera está su esposo, su mejor amiga y el hombre que la considera una hija ¿Por qué le permitiría a Bennet quedarse a su lado?

¿Será que Brooke me odia y por eso prohibió que la viéramos?

—Hijo...—mamá toca mi hombro, pero me niego a verla.

—Vamos hermano, tampoco es para que reacciones así, Brooke es una chica lista—me recuerda Nico.

—Además, son tus hijo y por lo que sé no tardan en nacer...entonces deberás estar ahí para ella ¿O no?—eso ultimo lo dice Marcos, en vez de animarme me dejó peor, no lo había pensado ¿Y si también prohíbe que vea el nacimiento de mis hijos?

−Estoy bien—contesto alejándome de todos para regresar al maldito asiento en el que he estado todo el tiempo. ¿Por qué el jodido de Bennet? Seguramente no tarda en volver, no tarda en regresar porque Brooke no quiere verlo, pero los minutos pasan y él no regresa.

—William—levanto la vista y veo a mi papá.

—¿Qué?

—Hijo, no te rindas—comienza a hablar mientras se sienta a mi lado—, esa chica que esta allá dentro, en alguna habitación, te necesita.

—Sí, me necesita tanto que me ha prohibido verla—lo interrumpo con mi respuesta sarcástica.

—No me interrumpas—me reprende—, tú eres más que esto, siempre lo supe. Cada vez que le hacían travesuras a Adam, tú defendías a Azul e incluso llegaste a tomar los castigos por ella, dime Will ¿Qué te detiene ahora? Jamás te rendiste ante nada ¿Por qué empezar ahora?

—Porque por ella haría lo que fuera sin pensarlo dos veces, incluso retirarme de su vida si así lo quiere.

Me hieren tanto mis palabras, pero en cuanto las digo sé que son ciertas.

Todo lo que quieroWhere stories live. Discover now