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Abrí los ojos lentamente esperando ver a Carlo a mi lado pero no fue así, estruje mis ojos para poder ver mejor, mire en toda la habitación y no había señales de Carlo.

Fui al baño y me cepille los dientes luego busque algo de ropa y me la puse y salí de la habitación hacia la de Junior. Me pareció muy lindo y tierno encontrar a Carlo sentado en la mecedora cargando a Junior, este tenía sus dos manitas al rededor del cuello de Carlo y los dos estaban durmiendo. Me acerqué si hacer ruido y con delicadeza le moví las manos a Carlo, sostuve al niño y lo llevé a su cuna.

Observé a Carlo con atención y se notaban bolsas debajo de sus ojos y su cabello despeinado. Me senté encima de él lo que hizo que abriera sus ojos.

-Buenos días- entrelace mi mano con la de el.

-Buenos días- se estrujó sus ojos.

-¿Cómo dormiste?-

-Creo que no dormí si a eso te refieres-

-Podíamos hacer turnos, no tenías que hacerlo todo- dije

-No quería levantarte-

-Hoy es el día- dije desanimada

-Falta poco Kimberly, solo una semana más y ya todo estará como antes-

-Lo sé pero es que no me gusta estar lejos de ti- me paré.

-Te propongo algo- dijo Carlo

-¿Qué?-

-Haré mis maletas mientras tú preparas el rico desayuno que me encanta- me abrazó fuerte

-¿Eso es lo que me propones?-

-Entonces al medio día salimos con el bebé comemos, vamos al parque, un helado, lo que quieras-

-De acuerdo- dije y me fui de la habitación sin antes recibir una nalgada.

Caminé por el pasillo y le di una vista de reojo a mi habitación y vi aquella caja con el lazo morado que me había llevado Carlo, la mire por varios segundos llamé Carlo.

-¿Qué pasa?- me preguntó Carlo

-¿Qué tiene esa caja?-

-Mmm por qué no haces mejor el desayuno y luego hablamos-

Lo miré y me miró, me sonrió y fruncí mis cejas, me dio un beso en la frente y se fue, moví un poco mi cabeza y me fui a la cocina. Bajando las escaleras encontré un sobre color naranja en el piso no decía de quién era ni para quien no le di tanta importancia y lo deje en una de las mesas.

Carlo bajó con Junior y desayunamos juntos el cual estuvo entre risas y muchaaaas sonrisas, en serio que esto me hacía mucha falta. Luego de una larga mañana nos alistamos para salir, en varias ocasiones traté de que Carlo me dejara abrir la famosa caja pero él decía que no y/o me metía un cuento para que no hablara del tema. Una de las razones por las que me encanto la idea de salir es que sería la primera salida familiar, fuimos a un restaurante llamado Square One el cual me encantaba tenía una combinación de lo elegante pero a la vez informal. En este momento todo fue rápido, hicimos nuestros pedidos y comimos, hubo algo que tuvo mucha presencia en ese momento y es que continuamente llamaban a Carlo el me decía que eran solo cosas de trabajo y que no debía de preocuparme. Luego de que termináramos fuimos al parque donde claramente comimos helado lo cual fue un desastre ya que Junior se había ensuciado de helado completamente y después de haber jugado casi hora y media en los juegos infantiles nos sentamos en una de las sillas que había en el parque.

Podría decirse que en ese momento me la pasé más sola que acompañada, Carlo se la pasaba hablando más por teléfono y eso ya me estaba molestando hasta el fin que cambiaron su vuelo para que se fuera en menos de una hora solo por cosas del su tra-ba-jo. El camino hacia el aeropuerto fue algo largo e incómodo algo raro ya que Collin y Karla estaban con nosotros pues retomarían su puesto en la casa de nuevo. Odié el momento en el que tuve que ver cómo el avión daba vuelta para iniciar su despegue, o sea sé que trabajo es trabajo pero a penas había nacido su hijo, nuestro hijo, como es que tuvieron que adelantar su vuelo, en serio que estaba muy enojada.

Cuando llegue a casa hice todo lo posible para que Junior se durmiera hasta que por sin lo logré pero me hizo bien el haberlo hecho, el observar a Junior mientras dormía me tranquilizo un poco, me encantaba cuando se estiraba, se movía o hacia moriquetas.

Antes de salir de su habitación encendí el monitor y me di un largo baño. Al salir seque mi cabello con la toalla y me fijé de nuevo en la caja m, me acerqué a ella y hale uno de sus lazos, el lazo cayó al piso dejando la caja desnuda, agite un poco mi cabeza y me aleje de aquella caja dejando que mi cuerpo cayera en la cama, quería olvidar cualquier cosa que me recordaba Carlo pero era algo imposible, bajé hacia la cocina a buscar un vaso con agua y mientras bebía me fijé en aquel sobre qué había encontrado tirado en el piso esta mañana. Lo vi por varios segundos y se veía algo interesante así que lo agarre y cuando ya estaba lista para abrirlo escuche como Junior lloraba, subi rápido las escaleras y le puse atención hasta que logre que se volviera a dormir, ya cansada de todo me tire a la cama y me escondí debajo de las sabanas hasta que quede dormida.

Mi doctor favorito.Where stories live. Discover now