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estaba sentada en una de las sillas azules, mis piernas las tenía dobladas y miraba mis uñas cortas.

mire hacia el frente y vi que Carlo se acercaba a mi, de inmediato me pare y me pidió ayuda para poder llenar una hoja con algunos datos, faltaban 15 minutos para abordar el avión así que lo hice lo más rápido que pude. caminamos hasta la entrada de emigración, mire la puerta y mis ojos se cristalizaron, un mes solo un mes tenía que resistir y ya todo iba a acabar.

le di un fuerte abrazo a Carlo y le di toda la suerte del mundo, el viajaría hacia Europa por asuntos de trabajo. solo repetía en mi mente que el tiempo pasa rápido y que esperaba que solo fuera un solo viaje como él me había prometido. me dijo lo hermosa que era y que no importara las mujeres que viera yo siempre sería la única y su favorita, lo abrace de nuevo y le di un pequeño beso, comenzó a caminar hasta que llegó a la puerta y pues ahí no pude ver más nada.

comencé a morderme una uña, podía jurar que estaba toda roja y quizas un poco pálida. sentí como alguien tocaba mi hombro, gire mi cabeza y ahí se encontraba Karla, sin pensarlo la abrace fuerte y ahí pude llorar.

Carlo le había pedido a Karla y a Collin que  estuvieran al tanto de mí, que no dejarán pasar ni una sola cosa aún que no fuera importante y que lo mantuvieran informado de todo lo que me pudiera pasar a  mí y al niño.

le pedí a ellos dos que se quedaran a dormir algunos días en la casa, no quería estar totalmente sola y pues ellos aceptaron. me encontraba dentro del auto de Collin mirando por la ventana todo lo que estaba a la vista en el camino hasta llegar a casa.

-bienvenido a mi casa- dije abriendo la puerta

-Kimberly ya hemos estado aquí varias veces ya- dijo Collin

-tómalo como agradecimiento-

-no debes de agrace ser nada- dijo Karla

subimos las escaleras juntos y les mostré la habitación de huéspedes en la cual estarían durmiendo por unos días.

en verdad que no me puedo quejar, Karla y Collin hicieron hasta lo imposible para mantenerme con una sonrisa y siempre con el estómago lleno. decidimos hacer galletas de chocolate lo cual fue un cais, al terminar de hacerlas las pusimos en el horno, había quedado un poco de harina así que Collin tuvo la gran idea de tirársela en la cara a Karla lo cual fue muy gracioso para mí, quede limpia de aquel caos pero ellos y la cocina no.

mientras que ellos "limpiaban" la cocina yo fui a buscar el teléfono para marcarle a Carlo pero siempre me salía la contestadora.

después de que ellos terminaran de limpiar y yo de comerme gran parte de las galletas ellos tuvieron la buena idea de limpiarse con la manguera en el patio, me prepare para la batalla que me esperaba por qué aún que no estuviera sucia sabía que me mojarían, tenía unos shorts y una blusa color caramelo, habían tres canastas llenas de vejigas con agua.

el juego era el siguiente, ellos debían de esconderse de mi ya que si los veía le tiraría una vejiga, al principio fue un poco difícil ya que no podía moverme con facilidad pero eso no me detuvo. quede con dos vejigas en la mano, busque en los arbustos, detrás de la pequeña casita y no los encontré y entonces ahí fue que perdí.

desde la cabeza hasta mis pies estaba toda mojada, Collin y Karla habían llenado un cubo con agua así que en el momento menos esperado me mojaron entonces así termino mi tarde hasta la noche.

estaba haciendo algo de frío así que decidí preparar chocolate caliente mientras que ellos se terminaban de alistar.

comenzó a sonar el teléfono así que corrí hacia dónde estaba, lo único que pasaba por mi cabeza era que al otro lado del teléfono estaría Carlo y así fue.

Mi doctor favorito.Where stories live. Discover now