Capítulo 19

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-¿Entonces lo sabías ya? –Eloise miró a su amiga con los ojos como platos- ¿Te lo dijo ella?

-En una charla que tuvimos, no duró mucho pero... ¿Recuerdas el lugar donde te mencioné que trabaja James? Bueno, el progenitor de Nia trabaja allí también.

-¿Cómo dices que se llama el lugar? Me suena que lo he escuchado por algún lado.

-La Casa Lincoln –dijo Dakota en voz baja- es una casa de citas para mujeres.

-Pero sí que son creativos los ingleses –dijo Eloise que se alzó la falta para evitar un charco de lodo- Creo que en casa solo habían casas de citas para hombres, si hay de mujeres las tienen muy bien escondidas.

-¿Y tú como lo sabes, Elo?

-En alguna ocasión, cuando las cosas iban muy mal con mis abuelos ¿lo recuerdas? Una noche los escuché hablar de... venderme a un lugar así.

-No puedes hablar enserio –ella se detuvo delante de las caballerizas- No serían capaces de algo así.

-Deberías creerlo, yo estaba creciendo y sabían que tendría los atributos necesarios para llamar la atención de los hombres.

-Santo cielo Elo –sacudió la cabeza- ¿Qué tan mal iban las cosas para que pensaran en algo así?

-Mucho Dakota, recuerda que a pesar de la forma que vivimos ahora somos unas bastardas y cualquier persona que se encargue de criar a un bastardo son mal vistos en cualquier parte del mundo –se cruzó de brazos- al menos aquí nadie sabe nada al respecto de nuestro pasado.

-Jamás olvidaré de conde vengo, eso me queda muy claro –Dakota fue a su lado y entrelazó su brazo con ella- aquí nuestra vida es nueva.

-Y no tienes idea lo feliz que me siento por eso, nadie osa saber nada de nosotras antes de llegar aquí, es maravilloso.

-Quizá más por el mozo de las cuadras...

-¡Cuadras! Debía verme con Luke ahora, venga.

-No me apetece mucho Eloise...

-Vamos, quiero que lo conozcas mejor.

Así que Dakota se dejó arrastrar por su amiga hasta las cuadras de los caballos, le encantó el aroma a paja, alfalfa y manzanas dulces de la carroza que estaba al lado, seguro era para alimentar a los animales; ese día se había puesto botas para poder andar más fácilmente afuera y le apetecía entrar a visitar a los caballos y alimentarlos, ver su salud y quizá hasta podría montar un rato.

-Mi preciosa señorita Eloise, ya estás aquí –Dakota se giró para ver al rubio mozo salir a toda prisa y se detuvo a pocos pasos de su amiga para hacerle una reverencia- ya comenzaba a sentirme nostálgico por su ausencia.

Cuando el joven se inclinó Dakota alcanzó a divisar una espantosa cicatriz en una de sus piernas, ya le preguntaría a Elo qué sabía al respecto, iba a acercarse a saludar cuando vio a alguien salir por la puerta de las cuadras, supo de quién se trataba y al ver cómo la miraba de vuelta estaba segura de que él también la había reconocido.

-Lady Dakota, por favor, le pido mis disculpas –dijo Luke- mi amigo Víctor solo ha venido a visitarme esta mañana, se irá ahora mismo.

-Víctor –dijo Dakota lentamente.

-Lady Dakota –el hizo una reverencia y luego la miró de frente, ella notaba que estaba nervioso, sostenía un pequeño costal entre sus manos que no tenía buen aspecto- Me marcho ahora mismo, no quiero ocasionar problemas aquí.

Esclavo | Jamie y DakotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora