Capítulo 12

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La tía Sthephany caminaba de un lado a otro por su habitación mientras su pequeña hija tocaba algunas notas desafinadas en el piano, ahora estaban en una precaria situación, su sobrina estaba dispuesta a ayudar para mantener la casa que con tanto ahínco había conseguido su hermano así que ahora solo faltaba algo para seguir con el plan que su rubia dama de compañía había creado para el señor Mattew.

Se dejó caer en un pequeño sofá y cerró los ojos un momento para aclarar su mente, las notas dejaron de sonar y su pequeña hija se acercó a ella subiéndose a su regazo.

-Mamá, quiero jugo –dijo la pequeña acurrucándose contra su pecho.

-Baja a la cocina y pide que te den un poco –abrazó a su pequeña y le acarició el cabello- ¿O por qué no mejor vamos al mercado? Seguro allí encontraremos algo rico.

-¡Sí! ¿Pueden ir Dakota y Eloise?

Sthephany se puso tensa un momento, miró con atención a su hija y supo que tenía la solución a todos los problemas, acarició las mejillas de su pequeña y la puso en el suelo.

-Anda, ve a decirles que se preparen para salir, las alcanzo abajo.

La pequeña salió a toda prisa y ella se apresuró a tomar papel y escribir una nota de inmediato, la selló y bajó a prisa con una de las mucamas a quién más confianza tenía, le entregó la nota con manos temblorosas.

-Ve a llevarla a La Casa Lincoln, diles que te envío yo y que te den una respuesta de inmediato.




Jamie se escabulló después de atender a su segunda cliente del día a su habitación, por suerte Elena ese día estaba ocupada instruyendo al nuevo integrante de casa Lincoln y sabía que estaría ocupada al menos hasta después de media tarde, así que habló con Erika alegando no sentirse bien del todo para permanecer en cama.

-Oh pobrecito, seguramente habrás pillado una infección de garganta por salir cada día tan temprano y con tantas lluvias –le palpó la frente- ¿Quieres que te suban un té y algo de comer?

-Estaré bien, solo necesito dormir para recobrar fuerzas –le sonrió y se arrebujó en la cama- enserio, solo quiero dormir.

-Está bien, no te preocupes por nada, ya me encargo yo –le dio unas palmaditas en el hombro- Mejórate y volveré a verte cuando acabemos la jornada abajo.

Jamie esperó hasta que ella se fuera y de inmediato salió de la cama, se puso sus botas y se escabulló por la ventana, debía haber unos cinco metros desde su ventana hasta el piso pero él ya sabía cómo bajar sin hacer ruido y sin romperse una pierna, tuvo que rodear por el bosque y caminar un largo trayecto hasta llegar a la parte del pueblo donde estaba la posada donde había pasado la noche Luke, la suerte había estado de su lado pues la esposa del dueño era cliente de ellos y le dejó quedarse allí hasta que consiguiera un empleo y un lugar para vivir, Jamie se encontró con él en la puerta y se encaminaron al pueblo andando.

-Bien, ahora tenemos que buscarte un empleo –Jamie miró a su amigo- ¿Qué sabes hacer?

-Ya te lo dije: follar mujeres y ejercitarme –dijo encogiéndose de hombros.

-Vamos Luke, debe haber algo que sepas hacer –Jamie miraba la gente que andaba a su alrededor- ¿Qué hacías antes de llegar a casa Lincoln? Creo que me contaste que tu familia tenía una granja.

-A mí nunca me interesó, ¿por qué crees que acabé en prisión? Me gustaba meterme en líos, James.

-Ya veo –puso los ojos en blanco- no estamos haciendo muchos progresos.

Esclavo | Jamie y DakotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora