Capítulo 6

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Maratón 1/3

La lluvia repiqueteaba en el techo del carruaje, desde que iniciaron el camino a la mansión Johnson no había parado ni un segundo, Dakota miraba por una ranura la espesura oscura del camino, no sabía cómo podría ubicarse el cochero pero esperaba que llegaran pronto a su destino, Eloise llevaba un buen rato dormida acurrucada sobre el asiento entre los cómodos almohadones, tenía una facilidad increíble para dormir en cualquier sitio, Dakota recordaba haberla encontrado dormida en una ocasión sobre una yegua que descansaba en su cuadrilla.

El carruaje paró de repente sobresaltándola, abrió la pequeña ventanilla que daba al asiento del conductor y una ráfaga de lluvia y viento le dio sobre el rostro.

-Perdone señorita –dijo el conductor- Hay una carrosa atrapada en el fango delante de nosotros.

-Oh, ¿y están bien?

-Hay dos hombres sacándola del fango, echaré un vistazo a ver si puedo ayudar.

Dakota asintió y miró con atención como el lacayo se acercaba al carruaje que iba delante, como había dicho dos hombres empujaban con fuerza pero las llantas traseras estaban muy hundidas en el fango, Sawyer se apresuró a empujar con ellos pero como los caballos no se movían ni un ápice su trabajo era en vano, así que agarrándose la falda del vestido Dakota salió por la puerta a toda prisa y se dirigió a los caballos, le encantaban y tomó las riendas de los equinos antes de gritar a los hombres.

-¡Empujen ahora con fuerza!

Medio anonadados, los hombres obedecieron y con la fuerza de los caballos tirando la carrosa salió poco a poco del enorme pozo de fango del camino, para entonces estaban todos empapados y sucios.

-No debió arriesgarse así señorita –dijo uno de los hombres de la otra carrosa- Pero se lo agradezco mucho ¿cómo podría pagárselo?

-No ha sido nada –ella se echó la cabellera castaña sobre el hombro- Pero veo que necesita cambiar con urgencia las herraduras de sus caballos.

-Yo se lo dije- dijo el hombretón musculoso que lo acompañaba, posiblemente era su conductor- Pero no me hizo caso.

-Lo haremos pronto –le tendió la mano- Soy Niall Leonard.

-Dakota Gri... Johnson –sacudió la cabeza- Un placer.

-Será mejor que sigan su camino ahora, y tengan cuidado, muchas calles comienzan a inundarse.

-Lo tendremos en cuenta –dijo Sawyer con una inclinación- Vayan con cuidado también.

Volvieron a toda prisa al carruaje, Eloise se despertó al momento de verla empapada y con el vestido lleno de barro y la ayudó a cambiarse a prisa para que no pillara un resfriado, se puso un vestido sencillo y se echó una de las mantas que iban en la carrosa, tiritaba un poco pero muy poco después llegaron finalmente a su destino, el carruaje se detuvo frente a una enorme puerta donde había varias personas flanqueando la entrada, Sawyer las ayudó a bajar y pronto el comité de bienvenida se apresuraron a conducirlas a sus habitaciones en la planta superior, Dakota no se creía el tamaño del inmenso cuarto que le habían asignado, Eloise estaría en una habitación contigua lo que la calmó, unas amables doncellas le prepararon un baño y una vez que se puso un camisón para dormir le hicieron tomarse una infusión de hierbas para evitar una gripe y la enviaron a la cama, ella habría deseado conocer la enorme casona pero ya tendría tiempo de hacerlo por la mañana, cerró los ojos e intentó dormir pero le fue imposible, estaba en un lugar desconocido y oscuro, ni el sonido de la lluvia golpeando las ventanas la tranquilizó, así que se puso de pie y tomando una pequeña lámpara de aceite que habían dejado allí se encaminó de puntillas a la puerta, abrió y vio que el pasillo estaba desierto, se apresuró a la puerta de al lado y esta se abrió antes de que tocara, Eloise se cubrió la boca para ahogar un grito y luego ambas se echaron a reír, Dakota se metió en su habitación y ambas se metieron en la cama.

Esclavo | Jamie y DakotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora