Papi ¿Jugamos? (R#2)

1. Mi hijo quiere jugar

Actualidad.

Tengo un ligero problema. Y se llama, libido.

El millonario, rubio, con aparente carisma, que se gasta su dinero en prostitutas. También conocido por ser el codiciado viudo que no entrega su corazón.

Todo eso soy y también, padre.

Pero no me considero un buen padre. Mi hijo Félix es un niño bastante activo y lo que más le gusta es...

—Papi ¿Jugamos? —corre mi pequeño hasta mí, cuando entro a la casa, viene con una caja llena de autitos —¡Vamos a jugar!

—No puedo, estoy ocupado —lo ignoro y me dirijo a mi oficina.

—Papi ¿Jugamos? —repite con cara triste y yo me detengo a mirarlo.

—En... en otro momento.

—Siempre dices lo mismo, mami hubiera jugado conmigo —sus ojitos se humedecen y yo dejo de observarlo.

—Juga con Celeste —nombro a la chica que lo cuida mientras yo no estoy. Aunque en realidad, casi nunca me encuentro en casa.

—Pero yo quiero jugar con papi.

Bufo y hago mi mejor esfuerzo.

—De acuerdo.

Una sonrisa se dibuja en la carita de Félix y corre a la mesa tirando todos los cochecitos ahí. Trepa la silla y grita.

—¡Este para papi! —comienza a repartir.

Me siento al lado y apoyo mi maletín en la mesa. Veo como los acomoda y mi mente se tilda acordandome de Anastasia.

"Mira cariño, Félix ha ganado la carrera".

Me levanto de la silla exaltado y mi hijo se asusta.

—¿Papi?

—No puedo... llamaré a Celeste —me voy rápido a la cocina.

—¡Papi, juguemos! —grita mientras me voy de ahí y escucho como empieza a llorar.

No puedo.