Capítulo 10

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Su gorra habia caído al correr hasta ella, dejando expuesta su cabellera anaranjada a aquella sustancia permitiéndote manchar su nuca junto a sus amplios hombros. Las gotas de pintura lentamente comenzaban a caer por su flequillo provocando que Min Hye subiera su mirada hasta encontrarse con unos brillantes ojos.

Su llanto y el agarre de la sudadera aumentó apagándose más a su cuerpo, sintiendo como su corazón caía lentamente en pedazos al ver aquellos labios curvarse permitiendole ver su blanca dentadura. La había salvado de la forma más heroica posible -según ella-, pero se sentía culpable. No era necesario que se cruzará, no era necesario que la salvará de aquella humillación, no era necesario que se arriesgara de tal manera.

Las personas se fueron alejando luego de que Hoseok comenzará a echarlos a gritos. Vio a sus dos amigos que se encontraban aún abrazados y soltó un pequeño suspiro desviando su vista al campus. Se despidió con una amplia sonrisa y corrió en busca de los culpables sin esperar respuesta de vuelta.

Luego de unos minutos Jimin la alejó lentamente para ver nuevamente su rostro y limpió con delicadeza las lágrimas que caían por sus rosadas mejillas.

ㅡ¿Estás bien? ㅡ módulo sin omitir sonido alguno apartando las pequeñas mechas de cabello que se encontraban sobre su rostro.

Ésta asintió levemente y bajó su mirada sorbiendo su nariz, limpió lo que restaba de sus lágrimas y levantó su mano hasta la altura del pecho de Jimin. Al instante débiles golpes comenzaban a provenir de esa pequeña y delicada mano.

No logró evitar que una sonrisa curvara sus labios por la ternura que le provocaba aquella nueva faceta que conocía de ella, se veía tan vulnerable y tierna a la vez, sus delicadas manos chocaban débilmente contra su pecho. No le provocaba dolor alguno, pero temía a que ella se dañara.

La impresión en ella fue tan grande que sus lágrimas no cesaban, quizás para Jimin era una típica broma universitaria, pero ella nunca había experimentado algo así en su vida.

[...]

Jimin intentó convencerla de que olvidara lo sucedido el día anterior, pero las miradas por el campus y las burlas no se lo permitían. Sabía que le gritaban insultos por las pequeñas miradas que le daba a sus rostros, y de paso a sus labios. 

Sentía que era una piedra en el zapato de Jimin que no dejaba de molestar, quería desaparecer y volver a los brazos de su tía, pero le era imposible. Debía enfrentar de una vez por toda su mayor  temor: Las personas. 

─ ¡Cobarde! ─ gritó una de las secuaces de Ji Kyo al otro lado de la cafetería al verla entrar por la gran puerta. 

Al instante sintió todas las miradas sobre ella incomodandola y cohibiendola. 

Caminó a paso rápido hasta la maquina de golosinas, introdujo un billete y presionó un el número de las galletas que se le apetecían, esperó a que saliera, pero nada se asomaba por la pequeña cabina donde debería haber caído su pedido.

Las risas comenzaban a oírse por todo el lugar y ella se sentía cada vez más pequeña alrededor de ellos. 

ㅡ ¡Yah! ㅡ se escuchó un fuerte grito desde la entrada y todos dieron vuelta encontrándose con el muchacho de cabellera castaña. ㅡ ¿Son niños de primaria? ㅡ caminó por los pasillos mirando con un notable enojo a cada persona sentada con sus almuerzos frente a ellos, sus sonrisas lentamente comenzaban a desaparecer al ver su semblante serio.

Le era imposible pensar en la inmadurez de personas ya adultas, acosando a una joven que no había hecho nada como para capturar sus burlas y bromas pesadas. Solo un nombre se le vino a la mente y aunque quería negarlo, sabía que Jimin era el causante de los nuevos problemas en la vida de Min Hye.


Al llamar su atención sonrió ampliamente, la movió a un costado. Miró hacía al frente y desacomodando el cuello de su camisa, tomó algo de vuelo hasta dar una poderosa patada a la maquina de metal dejando caer la galleta pedida por ella junto a unas gomitas de regalo. Se hincó y tomó de ambos con una leve sonrisa y volvió a su estatura normal para ofrecérselo a la chica frente a él.

Al instante ambas cosas fueron tomadas por ella, que aún se encontraba sorprendida por aquel acto de hace segundos, como respuesta sólo recibió una sonrisa y vio cómo su mano se dirigía a un borde de la maquina.

"Fuera de servicio".

Su expresión cambió a uno avergonzado y arrepentido, se sentía tonta al no haber notado el cartel sobre su cabeza. Se hubiera ahorrado la vergüenza y las burlas.

Agachó su cabeza avergonzada y encorvó su postura.

ㅡ Está bien ㅡ acarició la coronilla de su cabeza y le dio la media vuelta para salir por la puerta que los dirigía a la terraza.

[...]

Al estar ambos sentados en la sobra del gran roble que se encontraba lejos de la comunidad universitaria, pudieron relajarse para disfrutar la fresca brisa.

"Lamento haberte causado tantos problemas" 

Escribió en su pizarra y lo dejó en su regazo para llamar su atención.

ㅡ No debes disculparte, no es tu culpa que estés en una universidad llenos de inmaduros sin vida... ㅡ suspiró botando el aire dentro de sus pulmones y alzó su mirada al cielo para ver el claro celeste sobre sus cabezas. ㅡ ¿Estás bien? ㅡ dirigió nuevamente su mirada a la chica cruzándose con la de ella.

"Sí, lo estoy. Muchas gracias, Hobi. No sé que hubiera hecho si no hubieras aparecido..."

Suspiró y frunció los labios resignada, se sentía una inútil consigo misma al no poder defenderse sola.

Escondió ambas manos bajo sus piernas y mantuvo su mirada al frente pensante.

Pero, ¿qué hubiera hecho?

¿Gritarles que la dejarán en paz? Ó ¿ignorar las miradas que tanto odiaba?

Aunque podría hacerlo, sabía que le costaría demasiado. No tenía la personalidad y la fuerza como para hacerlo.

Suspiró bajando su mirada hasta encontrarse con su pizarra sobre sus piernas, y sonrió al ver lo escrito por su amigo.

"No te preocupes, el super Hopata irá al rescate cuando lo necesites :D♡"

No Sound《박지민》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora