EXTRA 3 - YUNCHAN

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Abrí la heladera haciendo sonar las botellas de cerveza que estaban una al lado de la otra, suspiré, no había nada. Rebusqué en la alacena y entonces me sobresalté con los bruscos golpes en la puerta.

Mi padrastro se levantó tambaleante y arrastró los pies lanzando maldiciones, cuando abrió la puerta unos desconocidos entraron bruscamente tirándolo al suelo y empezaron a gritarle cosas como "¿Dónde está nuestro dinero hijo de puta?"

Asustado cerré la puerta de la cocina, mala idea, los extraños empezaron a buscar objetos de valor y a romper cosas, uno entró en la cocina, me escondí bajo la mesa con el corazón latiendo aceleradamente, el extraño empezó a revolver cosas y cuando se agachó a recoger algo que se le había caído me vio.

Nunca olvidaré su sonrisa, mucho menos su rostro barbudo, ojos rojos y brillantes, el cabello desarreglado y grasiento.

Me tomó por la tela de la ropa y sin hacer mucho esfuerzo me arrastró fuera de mi escondite, empecé a zapatear y a gritar llamando la atención del resto.

- Miren que tenemos aquí -. Tenía un asqueroso aliento a tabaco y cerveza.

- Llévenselo si quieren -. Habló entonces mi padrastro con el rostro golpeado y con una mano sosteniendo su estómago, lo dijo como si yo no tuviera ni una especie de valor.

Los hombres rieron y uno de ellos de un tirón me arrancó la remera, me cubrí automáticamente con los brazos, abrazándome a mí mismo y retrocedí todo lo que pude.

- ¡Pero qué demonios! -. Se oyó una maldición proveniente de la sala de al lado.

- ¡June! ¡June! -. Empecé a llorar al oír su voz, él entró en la cocina y podría jurar que nunca lo vi tan pálido, tan sorprendido, tan asustado.

- ¿Q-qué piensan hacerle? -. Interrogó casi en un susurro con desesperación plasmada en su rostro.

- ¡Pero qué hermosura! -. Exclamó uno de los hombres tomándolo del mentón y mirándole a la cara como si examinara cada detalle de una especie de mercancía, mi hermano tragó saliva audiblemente y sus ojos se clavaron en mí.

"Co-rre" -. Fue lo que me indicaron sus labios en ese momento y obedecí, pero no logré atravesar la puerta principal de la casa porque un fuerte golpe en la espalda me hizo caer golpeándome las rodillas. Mi estatura me jugaba en contra al igual que mi peso porque unas manos me tomaron de los tobillos y me arrastraron, sin tener de donde atajarme, mis manos se deslizaron por el piso haciendo un ligero sonido molesto antes de que me cargaran.

Me removí histéricamente entre los brazos que alguna que otra vez me habían golpeado, mi padrastro le lanzó de nuevo a la cocina, yo me sentía diminuto ante esos... Cuatro... cinco... ¡seis tipos!

- Todos suyos y nos olvidamos de esto ¿OK? -. ¿Ese desgraciado estaba negociando?

- Hablaremos luego -. Dijo uno de esos hombres y la puerta fue cerrada con llave.

Mi hermano estaba recostando la espalda por la pared con un hilo de sangre saliendo de su nariz, aquella sonrisa a la que estaba acostumbrado no estaba en su rostro, sólo me observaba con ojos rojos y húmedos, apretando los dientes contra su labio inferior lleno de impotencia.

- Hagamos esto divertido -. Uno de ellos me pasó una extraña pastilla a la que me resistí por a completo ingerir apartando mi rostro.

Mi hermano se interpuso llevándose la pastilla a la boca.

Prohibido Tocar - {Junhwan}Where stories live. Discover now