Aquel día llegó, Dave. El funeral de tu madre fue un día agridulce.

Era muy bonito escuchar todas las palabras de despedida que tenían para ella sus amigos y familiares más cercanos. Incluso fue divertido cuando alguno de ellos contó alguna que otra anécdota.

Conseguiste sonreír, pero rápidamente tu rostro cambió cuando el elegante féretro fue abriéndose paso hacia lo más profundo de la tierra.

En ese momento, me abrazaste y me diste las gracias por todo. Por haber estado en el peor momento de tu vida.

Cartas a DaveWhere stories live. Discover now