Capítulo 31

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JULS

Hace cerca de 1 hora que Dylan me dejo en mi apartamento. Cuando Drake se acerco hasta mí y me comenzó ha hablar quería abrazarle, decirle lo guapo que esta pero también me entraron ganas de golpearlo e insultarlo. Eran pensamientos y sensaciones muy contradictorias, por lo que huí del sitio dejándolo solo. Estuve un rato más en la fiesta. Por no hacerle un feo a Dylan... Y tras unas cuantas copas más decidimos irnos.

Hoy ya es Jueves, sigo sin saber de Drake y Dylan se ha marchado unas semanas a Londres con su prometida, que al parecer esta allí trabajando. Ayer me llamó una mujer por la tarde. Decía que trabajaba en "JetBlue Airways' una empresa de telecomunicaciones. Quería que me pasara hoy sobre las 11 de mañana para tratar un asunto. No muy decidida le dije que vale.  Me visto con un vestido burdeos de vuelo en la falda y unos comodos tacones negros y bajo a por el coche.

[...]

Me ha costado llegar a el edificio pero llego 10 minutos antes de la hora prevista. Lo observo y me imagino lo que tiene que haber adentro. Gente demasiado arreglada andando de aquí para allá, jefesitos estirados ... La viva imagen de una típica empresa. Pregunto a la mujer morena con una chapa en la que pone 'RECEPCIONISTA' por Mery Collins, la mujer que me llamó ayer.

-Planta 6 despacho número 20 me índica la mujer de unos treinta años sin despegar la vista de unos documentos que tiene en su mesa. Yo le doy las gracias y busco el ascensor.

A diferencia de lo que pensaba, las personas andan relajadas. Como si no tuvieran hora para hacer las cosas. Aun así desprenden mucha profesionalidad. Llego hasta el ascensor y le doy a el botón esperando que baje. Las puertas se abren y no hay nadie dentro. Cuando llego a la sexta planta busco el despacho numero 20. De él sale una mujer de unos 60 años rubia.

-¿Mery Collins?-digo lo bastante alto para llamar su atención. Ella me busca con la mirada y sonríe. Me hace un gesto con la mano para que me acerque a ella y yo lo hago.
-¿Juls verdad?-dice tendiendome la mano con una agradable sonrisa. Yo asiento.-Encantada.
-Igualmente.
-Ven, entremos en mis despacho.-la sigo hasta una amplia habitación decorada con con muebles grises y rosas. Me pide que tome asiento y lo hago en una silla enfrente de una larga mesa. -Me han hablado muy bien de ti. ¿Estudiad psicología no?
-Sí.-ella pone su atención en unos papeles y antes de que comience ha hablar le pregunto:
-Disculpe.¿Quién le ha hablado de mí?-me mira ahora a mí y vuelve a sonreír. ¿Sonreirá mucho? Pienso.
-Me pidió que te lo dijera solo en caso de que preguntaras... Y como lo has hecho-ríe-Ha sido Drake.- El corazón me da un vuelco. ¿Pero de que va?
-Lo siento señora, pero mi relación con Drake no es muy buena y no quiero saber nada que tenga que ver con él.-Me dispongo a salir cuando la mujer habla.
-Drake me aviso de que reaccionaria así. He de decirle que sería una muy buena oportunidad para usted.-me paro enfrente de la puerta. -Dejeme hablarle sobre la oferta que le tengo y si decide irse no la detendré. -Pienso en que hacer. Alomejor de lo que me quiere hablar me viene bien... Y Drake no se tendría porque enterar. Me vuelvo a acercar y me siento en la silla.
-Cuenteme.
-Se que estas en tu tercer año de universidad. -Yo asiento. -Tenemos plazas para estudiantes para que prueben. Son 6 meses, cobrando. Si al final de los 6 meses vemos que es buena en lo que hace le renovamos la plaza. Es una muy buena oportunidad.-La verdad es que sí. Es muy buena. Tendría un trabajo estable y que me gusta.
-Me... Parece muy buena oferta. La verdad. -Mery asiente y sonríe.
-Le mandare el contrato a casa y usted lo ve y lo piensa. ¿Le parece?
-Sí. Perfecto. Muchas gracias por confiar en mí y disculpe mi actitud anterior.-digo sonrojada.
-No se preocupe. Gracias a usted.

[...]
Viernes. Llegó a casa después de estar en el taller de Will 3 horas. Son las 8 de la tarde. Me doy una relajante ducha y me pongo unas mallas y una sudadera. Puede que luego salga a correr. Esta mañana me llegó el contrato para hacer las practicas. Tras leerlo y ver que todo pintaba bastante bien, rellené el papeleo y antes de ir a la universidad llevé los papeles a la oficina. Voy a encender la tele cuando llaman al timbre. Me acerco y abro la puerta.
-Buenas noches.-tras ella esta Drake. Viste con unos vaqueros y una camiseta de mangas largas blancas. Esta guapísimo. No se si dejarle pasar o mandarle a la mierda. Opto por lo segundo. Voy a cerrar la puerta cuando me lo impide con el pie. La abro de nuevo. -Quería felicitarte.-Me tiende un ramo de rosas. Yo me quedo perpleja.-Por lo de las practicas. Has hecho muy bien.
-Se a lo que te referías.-digo secamente. Miro las rosas, son muy bonitas.
-Ponlas en agua. Ellas no tienen la culpa.-Asiento. Tiene razón. Las cogo y entro en la casa para ponerlas en agua. Escucho la puerta cerrarse y confirmo que Drake ha entrado. -Yo también trabajo allí.
-¿Cómo?
DRAKE
Pensé que era mejor decírselo ahora a que me viera en la oficina. Pero por el tono que ha usado creo que no he hecho bien.
-En la empresa, también trabajo allí. -Juls anda de un lado a otro. Furiosa.
-¿Y sabiendo eso dejas que entre yo también?-No se que decir. -No voy a aceptarlo. -Ando hasta ella y la agarro de los hombros.
-No, no puedes hacer eso.
-¿Por qué? No voy a acepterlo y punto.
-No, no, Juls. ¿Por qué?-me mira con rabia y exclama:
-Porque sí. No puedo trabajar donde tú. Estoy furiosa contigo. No quiero verte.-Pienso en que lo que dice tiene razón. Le e hecho mucho daño.
-Perdón Juls de verdad. Dame, dame tiempo.
-¿Para que Drake? -Se separa de mí.
-Para que entiendas las cosas.-no puedo dejar que no trabaje allí. Es una gran oportunidad para ella. Pero tampoco puedo contarle la verdad. Todavía no. -Seamos amigos.-necesito tenerla cerca. Todavía la quiero. Y ya que no puedo estar con ella al menos quiero tener con ella una relación normal y poco a poco conseguir que no me odie tanto hasta conseguir poder hablar con ella sinceramente. Ella queda sorprendida por lo que digo. Creo que más bien desilusionada.
-Amigos...-repite. Yo asiento. De momento creo que es lo mejor, aunque me duela.

Chica MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora