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—Vamos Liam admite que mi cabello es sexi. —Harry le guiño un ojo.
—No lo es Harry y ya deja de hacer eso.
— SI lo es, tu eres sexi, ambos lo son. —moví las cejas rápidamente.
—Lo sé, solo quería que saliera de esa boquita. —lanzo besos al aire.
—Me asustan. —Liam hizo una mueca—Y sí, estas en lo cierto. — dijo egocéntrico.
—I'm sexi and I Know It. —Harry comenzó a cantar mientras hacia el baile, decidí imitarlo y al rato Liam se nos unió— We are so sexi Men.
—Lo somos. —reímos sin parar, por un momento olvide todo lo sucedido.
—Extrañaba esto. —me miro, solo agache la cabeza— Abrazoooo—los tres nos unimos en un abrazo fraternal—Hueles a huevo Harry ¿Qué rayos estabas haciendo? —un ruido al interior de la casa nos alertó.
—Mejor entremos. —Harry abrió la puerta y en la sala había un cartel de »bienvenidos«, de la cocina salió Anne la mama de Harry, sonreí, hace mucho que no la veía.
—Zayn cariño tanto tiempo. — Anne me abrazo fuerte, le correspondí—Estas tan grande. —me apretó las mejillas.
—Anne, hace mucho que no te veía. —ella era como mi segunda madre.
—Eres un ingrato, ya ni siquiera vienes a vernos. —dijo triste.
—Lo siento, enserio te extrañaba. —esa era la verdad hace mucho que no salía de casa, excepto para ir a la universidad.
—Me tenías preocupada. — me miro como una madre—Harry me contó del accidente y de inmediato le dije que te quedaras aquí para cuidarte. —me abrazo por los hombros.
—Gracias por permitirme quedarme. — mire el suelo, Harry le habló de un accidente para ocultar lo que en realidad había sucedido.
—Esta es tu casa pequeño —me miro tierna— Siempre lo será. —una lagrima fugaz bajo por su mejilla, la quito con rapidez y luego se dirigió a la cocina.
—Disculpa a mamá, está un poco sentimental. —Habló Harry, solo asentí mirándola, no era extraño para mí que terminara así, cuando era pequeño Anne solía dejar caer alguna lagrima cuando algo malo me sucedía.
—Está bien. —Dije.
Me quede un tiempo pensando en lo sucedido, Anne siempre ha intentado protegerme y cuidó de mi cuando era pequeño, suspire, ya muchas cosas estaban en mi mente, revisé con la mirada la sala de estar, todo seguía tal cual, como la última vez, en un rincón sentada en el ordenador estaba Gemma de espaldas a mí, me sorprendí al notar lo cambiada que esta.
La última vez que la vi era una niña, si bien es tres años menor aun no le llegaba el desarrollo, ahora tenía el cabello hasta la cintura, totalmente lacio de un rubio oro perfecto, a pesar de estar sentada pude notar sus bien marcadas curvas, movía su cabello reiteradamente, de un minuto a otro volteo como si se sintiera observada, su mirada choca con la mía y me perdí en sus ojos color turquesa, sonrió de inmediato.
—Malik. —Gemma gritó para luego levantarse, así me permitió escanear su cuerpo, estaba más alta y pude confirmar que se ha desarrollado bastante, vestía una especie de vestido, algo delgado para la época, hasta medio muslo y unos botines altos que dejaban al descubierto sus delgadas y tentadoras piernas.
Caminó hacia mí con el contornear de caderas digno de una modelo, al llegar a mi lado pasó sus brazos por mi cuello y se apretó contra mí, cuando reaccione pase las manos por su diminuta cintura y la acerque aún más, su perfume a rosas invadió mis sentidos, cerré los ojos y puse mi nariz en la hendidura de su cuello, solté el aire de repente y Gemma ríe, me quede un tiempo disfrutando del momento mientras acariciaba con mi pulgar su espalda, ella jugaba con el cabello de mi nuca, estaba hipnotizado, nos separamos un poco quedando a escasos centímetros.
