Prólogo

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Scott.

-Debo irme ya.

-De acuerdo, Alex.

-Volveré en unas horas. Disfruta tu libro.

-Gracias.

Acaricié desganado el libro; ya me lo sabía de memoria. Una pareja enamorada. Olvido. Una promesa. Una muerte. Un vacío. Era tan conocido que podía hasta sentir lo que el personaje sentía al perder a su ser querido. Pero ¿qué podía hacer? Era un regalo de Alex, y él no sabía que ya lo había terminado de leer hacía dos meses atrás.

Sentí sus cálidos labios sobre mi mejilla y sonreí. Sus pasos se alejaron lentamente, hasta ser interrumpidos por el golpe seco de la puerta al cerrarse. Estaba solo... No.

Ese tan conocido escalofrío paseó por mi espalda lentamente, e incrementaba.

-Kirstie, ¿eres tú?

-S-sí, Scott.

Sonreí y cerré el libro.

-Alex me dejó entrar.

-¿Quieres que vayamos a pasear? -sugerí y cerré el libro.

Mitch.

-Maldita sea, Nel-gritó. Un golpe se oyó.

Una cachetada más. Siempre era así.

-Curt, por favor... Detente.

El novio de mi mamá llegaba borracho a casa todas las noches. Sabíamos muy bien que, al entrar, todos estábamos expuestos al peligro. Era brusco, torpe, fuerte. Y mi madre siempre nos obligaba a huir de él.

Era diferente esa vez. No era de noche. Y mi hermanita escuchaba todo.

Abracé a mi hermana y le tapé los oídos. No quería que tuviera que soportar lo que yo, desde que era un adolescente.

Luego de una horda de gritos, llegaba el silencio. Solía abusar de mi mamá. A veces, para que no escucháramos, la hacía morder un trapo.

Pero yo debía permanecer fuerte. Por mi madre. Por Luna.

-Mitchy-lloró en un suave susurro.

-¿Sí?

-¿Puedo pedirte un favor?

-El que gustes.

-¿Puedes sonreírme?

-Lu...

Su pedido me conmovió y me hizo sentir mal al mismo tiempo. Debía ser fuerte, por ambos. Debía sacarla de ahí como sea.

-Por supuesto-sonreí y puse una mano sobre su cabeza-. Vayamos a dar una vuelta.

-Sí-susurró y se puso de pie.

Scott.

-Ven por aquí.

Me tomó de la mano y me guió hasta una banca. Nos sentamos.

El sonido de las aves nadando en la laguna del parque llegó a mis oídos. Podía sentir la brisa chocar con mi rostro.

Paz.

-¿Tienes sed?

-Un poco, sí.

-De acuerdo. Espérame aquí, ya vuelvo.

Se puso de pie y se alejó, mientras yo seguía disfrutando de la belleza y armonía del lugar.

Mitch.

Era lo que necesitaba. Aire. Salir de ahí. Me recosté en el césped y cerré los ojos. Respiré.

-¡Mitchy!

-¿Sí?

Me levanté. Luna agarró firmemente su cometa, sus ojos brillaron. Comenzó a correr para poder elevarla.

-Luna, ten cuidado.

-Estoy bien, Mitchy-sonrió y volteó a verme, sin dejar de correr.

-¡Luna!

Mi hermana cayó bruscamente. El parque estaba en una pequeña colina, y más abajo estaba la laguna. La perdí de vista rápidamente. Corrí. Mi hermana estaba tendida en el pasto, junto a una banca.

Había un joven de espaldas, y miró hacia donde estaba Luna. No hizo nada.

-¡Luna!

Llegué hasta ella y la cargué. Tenía las rodillas raspadas.

-¿No pudiste ayudarla en vez de quedarte mirando?

El joven se mantuvo inexpresivo y volvió su vista al frente.

-¡Hey!-grité nuevamente, sin obtener respuesta.

Comencé a enfurecerme. Caminé hacia él y me paré delante, con el ceño fruncido y los brazos en la cintura. Hice contacto visual directo, pero él seguía sin cambiar su expresión. Sus azules ojos apuntaban a un punto desconocido, hundido en la laguna.

Luna se pegó a mí y comenzó a llorar. Y a él realmente no le importaba.

-¿Cuál es tu problema?-quejé en un susurro.

-¿Perdona?-articuló, sin quitar su vista de aquel punto.

-Un simple "no, no quiero ayudarla" habría bastado, en vez de quedarte mir...

Permaneció en silencio y cerró los ojos, y eso me irritó.

Una rubia se acercó a nosotros. Llevaba consigo dos latas de Coca-Cola. Me quedé en silencio, por respeto.

-¿Qué pasó?

-Pasa que tu novio es un desconsiderado.

-No es mi novio...

-Mi hermanita se cayó delante de él y solo se limitó a verla.

-¿Es mi culpa que no la cuidaras bien?-susurró.

-Si serás idiota.

Apreté los puños. Tenía tantas ganas de tumbarlo a puñetazos. La rubia volteó rápidamente a ver a su amigo. Él agachó la cabeza y soltó un suspiro.

-No deberías decir eso si no sabes lo que está pas...

-Kirstie-interrumpió el rubio. Ella volteó-, vámonos ya.

Se levantó y palpó la banca hasta agarrar un bastón largo. La rubia frunció los labios hacia un lado y caminó hacía él. Lo cogió del brazo.

Y entendí qué había pasado. Lo había entendido demasiado tarde.

***

¡Hey! Soy Romm :3

Hace mucho que no nos leemos. Espero que se encuentren muuuuuy bien. ♥

¿Recuerdan que había comentado que había escrito un shot, pero que me gustó tanto que lo volví fic? Pues... Here it is ♥

Este es mi cuarto fic Scömìche y me gustaría saber su opinión. Saben que son mi motor para escribir. Si les gusta, si tienen alguna duda, sugerencia, etc, los leo muy atentamente :) Aunque a veces no responda porque soy muy torpe con las palabras, ustedes saben.

Aprovecho esto para agradecerles a FlopaDiozza y danbfptx por darme su opinión ♥ Las amo :3

Aún no diré las fechas de actualización, porque hay un par de fics más en el horno. *guiño guiño*

Entre otras noticias, escribí un shot un poco... raro. Si deseas ir a leerlo, eres bienvenido ♥

Nada más por ahora. Los amo muchísimo y, como siempre, mil gracias por leerme ♥ Tengan una buena semana.

Nos leemos prontito.

Blind.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora