ºCapítulo 1. La revelaciónº

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- ¡Vamos _____! -Gritó mi mejor amiga, Constans- Mi hermana nos está esperando.

- Ahora voy, dile a Sam que espere unos minutos más ¿acaso no puedo cambiarme tranquila?

- No, porque si llegamos tarde, tu padrastro se daría cuenta que no hemos ido a la escuela y nos mataría -dijo cruzándose de brazos-. En especial a ti.

-.Que linda eres, por eso eres mi mejor amiga -hice una sonrisa falsa

Ambas salimos hasta encontrarnos a Samantha en su Audi RS4 quien nos miraba con una sonrisa pícara

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Ambas salimos hasta encontrarnos a Samantha en su Audi RS4 quien nos miraba con una sonrisa pícara. Subimos al auto y en el mismo instante comenzó a conducir. Constans tenía pelo largo marrón oscuro y ojos claros, Sam era igual, solo que su pelo era corto. Cuando llegamos a mi casa por suerte solo se encontraba mi mamá.

- Hija, ¿cómo te ha ido en la escuela? -Preguntó mi madre saliendo de la cocina mientras se secaba las manos.

- Bien mamá -miré a mis amigas-, ¿dónde está Friedrich?

- Él debía preparar a un grupo de soldados nuevos -me respondió rápido. Suspiró-, es difícil para él.

- Lo sé mamá -dije apoyando mi mano en su hombro-, pero ¿no te parece extraño que siempre llegué tarde? -Enarqué una ceja.

- No -la miré confundida-, donde fue es lejos -le hice una seña para que siguiera-. Virginia hija.

No dije más nada y le comenté que estaría junto a las chicas en mi habitación haciendo deberes. Las tres nos sentamos en el piso y comenzamos a hacer nuestras cosas; yo me había quedado pensando acerca de Friedrich, pero Sam me sacó de mis pensamientos para seguir con la tarea.

- ¿Tanto te preocupa tu padrastro? -Me preguntó Constans.

- Es que...no sé, es raro -apoyé mi brazo en mi pierna y suspiré-. Desde que llegamos a Estados Unidos él ha comenzado a irse y volver tarde.

- Es solo una coincidencia -sonrió mi mejor amiga, pero luego su sonrisa se esfumó al verme seria.

- Es mejor que lo ignores -dijo Sam-, ya te darás cuenta más adelante.

No seguimos hablando del tema hasta que rompí el silencio con un chillido de dolor llamando la atención de ellas. Mi brazo izquierdo comenzó a congelarse y empecé a sentir un enorme y molesto ardor por todo el bazo. Ambas me ayudaron a levantarme e ir hacia el baño, mojaron mi brazo pero la sensación no pasaba. Fuimos con mi mamá y al instante dijo de ir al hospital.

Me sentía mareada y con nauseas, en la habitación estaban las hermanas mientras que mi madre estaba hablando con el doctor quien le decía que ni él podría decirle que me había pasado. Nunca antes vio algo así. Miré mi brazo y vi que estaba todo envuelto en un grueso y transparente cristal, lo toqué y comencé a deslizar mi dedo en el. Desde mis dedos hasta mi codo, todo estaba cubierto.

La Chica De Cristal. (Steve Rogers y Tú)Where stories live. Discover now